
lunes, diciembre 31, 2007
12 momentos.

sábado, diciembre 29, 2007
No hay Dios.

viernes, diciembre 28, 2007
¡Kijoputa el virus...!

sábado, diciembre 22, 2007
CONSEJO FINAL: PODA.

El emperador no va desnudo. Más bien, se ha cubierto con tantos oropeles que tiene que surgir una espontánea voz del público para advertirle de que le están asfixiando.
Esa podría ser la conclusión del taller de escritura y acción creativa que ha terminado hoy, pero cuyo espíritu puede continuarse a través del blog del Musac en el cual, al menos así está previsto, se colgarán algunos de nuestros ejercicios, ya después de las fiestas. Interesante y aprovechable, qué duda cabe. Si marcará un antes y un después en mi proceso de creación, eso está aún por ver. Yo no suelo aceptar muchos consejos, es una pose algo narcisista, imagino. Sin embargo, cuando me apunté a este curso, lo hice con la intención, entre otras causas, de que alguien más experimentado que yo, a quien al menos le hubieran pagado por publicar su obra y no viceversa, me aconsejara sobre qué camino seguir en este desagradecido panorama de la literatura. Bien. Ya tengo su respuesta. Y sería de idiotas el tomarla como una más, meterla en el saco de otras tantas visiones de gente que me conoce pero no vive el asunto desde dentro. La maestra Jedi ha hablado, pide que me desprenda de lo que me sobra y me eche andar así, ligero de equipaje. Bueno. Ella misma lo dijo. Cada maestrillo tiene su librillo, cada escritor su estilo. Nadie está en posesión de la fórmula exacta al respecto, pero la experiencia es un grado.
De ese último deseo, yo puedo tomar el todo, quizá una mitad, o tres cuartos. De entrada, yo no lo desecho en su conjunto. Se que tiene razón, porque yo mismo lo he notado. Se que en mis novelas hay paja, y se que rastrillando podría hacerse espacio para introducir nuevos elementos. Si en esta segunda novela de los Abrasadores llevo casi cien páginas para solo cinco capítulos, en parte es por ese factor. Un escritor reescribe, reescribe. Sin pasarse, desde luego, porque entonces nos encontramos con una obsesión. Y de eso Truman Capote sabía bastante. A mí reescribir me parece, en principio, un coñazo. Pero luego quedo satisfecho. Mi mente me urge a ocuparme de nuevos terrenos, pero se que antes debo asentar un poco más los cimientos de obras anteriores. Es volver al pasado, claro. Pero lo he estado pensando y… ¿Qué coño llevo haciendo desde hace tres meses si no es volver al pasado? Estoy en León. Una ciudad del pasado. Hago Filología. Una carrera del pasado. Y no me va mal por ello. De hecho, cada vez me va mejor. En ciertos asuntos tendré que tener paciencia. Pero para la escritura también hay que tenerla. Tengo tres novelas con potencial. El diez por ciento. El esperpento nacional. Los Abrasadores I. (Tengo otra, pero la doy por imposible) Y además, poesías y cuentos, ahora que me ha entrado el gusanillo con el taller. También guiones, aunque eso es otro rollo. Aún no he redactado esa, je je, famosa lista de proyectos para el año que a medida que este transcurre se va metamorfoseando. Pero si realmente lo que quiero es limpiar y hacer más atractivas las antiguas novelas, no tiene ningún sentido que siga con esta segunda parte, si antes no doy un repaso a la primera. No es reto que me asuste. De hecho, no sola en esa sino en las otras, quiero empaparme de todos los conocimientos que he aprendido desde que las escribí, y hacerlas un cambio radical de semejante tamaño que se la empinen (a estas horas de la noche uno se pone vulgar) al primer editor que pase. Porque, a veces, es necesario echarse para atrás si uno quiere coger impulso para delante.
Se que muchos estáis deseando leer Guardianes del Umbral. Yo también, desde luego. Pero os digo una cosa. Ya hice varios añadidos a Contra la Banda de la Piedra. Se está convirtiendo en una especie de costumbre navideña, porque ya lo hice hace justo un año, y ahora me dispongo a hacerlo de nuevo, y quitar algunos excesos, entonces será como leer casi un libro nuevo. Eso no quiere decir que ahora esté mal, claro. Pero los Abrasadores siempre son susceptibles de mejorar, y eso voy a hacer. No obstante, si alguien quiere opinar a este respecto, que lo haga, porque este oficio siempre resulta confuso y, sobre todo, subjetivo. Yo al menos hay algo que sí tenía bastante claro antes de apuntarme al taller. Y es que hay un salto demasiado brusco desde el primer volumen hasta el segundo. Y eso no puede ser. El primero, aún cuando sea más bien de presentación, tiene que gozar de buena pegada. Yo os regalé o vendí la primera versión hará ahora hace un año. No me arrepiento. Era el mejor regalo que podía hacer. Y yo lo necesitaba. Mi super-yo lo necesitaba, más bien.
Felices Fiestas, descansad… Y después, a escribir.
jueves, diciembre 20, 2007
Corría el año...

martes, diciembre 18, 2007
Preparando el Concursito

domingo, diciembre 16, 2007
RELATO- AMOR EN EL NUEVO MILENIO

El joven había tomado asiento junto a ella, tan cerca que rozaba su vestido con la pernera del pantalón. Desde el momento en el que él entró en la cafetería, la chica no había variado un ápice su posición. Sola, frente a una mesa atiborrada de cervezas vacías, platos y una botella de vino con su copa, que se llevaba a los labios cada cierto tiempo. Con expresión abstraída, observaba de continuo su propia figura en el espejo de la pared de enfrente. Él, mientras tanto, iba fumando un cigarro tras otro con nerviosismo, hasta que finalmente se decidió a abordarla.
- ¡Hola!- exclamó, con una jovial sonrisa- ¿Te importa si te molesto?
Ella tardó varios segundos en reaccionar, tras los cuales despegó sus labios sin girar la cabeza.
- ¿Te llamas Alberto?- replicó, su voz sonaba fría pero al mismo tiempo iba arrastrando las palabras, como si estuviera borracha, era evidente que un poco sí lo estaba.
- No, me llamo Juan.
- Entonces, piérdete- le espetó, con la misma actitud.
- ¡No, no, espera!- reaccionó Juan- Juan es mi verdadero nombre. Alberto, el seudónimo que utilizo para… ya sabes… este tipo de citas.
Como ella no le estaba mirando a los ojos, era difícil para él adivinar si podría colar su embuste, sin embargo finalmente volvió la vista hacia él, casi hubiera preferido que no, porque sus pupilas enrojecidas por el alcohol cortaban como el acero.
- ¿Y entonces cómo tienes la cara de hablarme? Llevo dos horas aquí esperando, ¿entiendes? Y tú, aunque creas que no te he visto, llevas media ahí a mi lado como un pasmarote sin decir nada.
- Es que, verás…- se excusó Juan, mientras se ruborizaba- Me tengo que asegurar. Me cuesta dar el primer paso, porque imagínate que igual me fijé mal en tu foto o algo, y le pregunto a otra, se cree que intento ligar, y me llevo un chasco. Pero ahora estoy seguro. De hecho, ya te iba a invitar a tomar algo, pero te me has adelantado, ¿eh? ¿Te has bebido tú todo eso?
- Sí- afirmó ella sin ningún reparo, mientras miraba de soslayo los restos que se habían acumulado en la mesa- Empecé por una cerveza, pero luego no venía nadie, y seguí, seguí… De puro aburrimiento.
- Y, bueno, no soy el más apropiado para preguntar esto pero… ¿Por qué no te fuiste?
- ¡Y una mierda!- replicó, rotunda- Esta es mi cafetería favorita, aquí me siento tranquila sola, me puedo quedar el tiempo que sea… No te estaba esperando, si es eso lo que te interesa. Además, no te pareces en nada al de la foto, ¿sabes?
- ¡Claro!- saltó Juan, que se sentía como funambulista en la cuerda floja- No es mi foto de verdad, ¿sabes? Me la bajé de Internet.
Más que de fraude, la sensación de ella era de extrañeza.
- Pues eso ya es más que una trola. Es un delito. Usurpación de personalidad. Además, eso es una chorrada. Aunque ahora no veo muy bien, hasta creo que tú eres más guapo que el de la foto. ¿Para qué ibas a hacer eso?
Juan volvió a recuperar un poco la confianza, sonriendo ante el halago. En efecto, se había puesto camisa blanca, americana, todo muy acorde con aquella cafetería con cierto aroma retro.
- Es que… ¡Esta ciudad es tan pequeña! No quiero que cualquiera pueda verme el jeto ahí colgado, al alcance de todos. Igual una profesora de la universidad, alguna de esas viejas solteronas, entra y luego vaya palo, no podría ni atender en clase. Esto no está todavía muy bien visto. La gente cree que todos los que buscan algo por ahí son unos desesperados, o gente así… Son idiotas, ellos todavía no lo han probado. Alguna vez, al menos, funciona, ¿no crees?
- Sí… Excepto cuando la cita no se presenta.
- ¡Oh, vamos, no te pongas así, Regina…!
- Mi nombre es Petra- le cortó ella, tajante.
- ¡Claro!- exclamó él, dándose una palmadita en la frente- Petra, Regina… ¿No te acabo de decir que esto del chateo funciona mejor de lo que yo creía? Tengo todos los nombres en una agenda, y a veces me equivoco. Mira, Petra, pues para otro día solo tienes que llamarme al móvil…
- Te llamé- volvió a interrumpirle Petra- Varias veces, y nadie contestó. ¡Bueno, espera! Déjame adivinar. Tampoco era tu verdadero móvil.
- ¡Desde luego que no!- Juan fingió escandalizarse- ¿Le darías tú el móvil al primero que pasa? Bueno, no lo digo por ti, desde luego, lo digo en general. Igual es que he visto demasiadas películas, y sueño que alguna psicópata me acosa y tal. Pero bueno, ya está bien de hablar de mí, ¿no? Yo también quiero conocerte. Lo que importa es que ahora estamos los dos aquí, y, para celebrarlo… ¿Qué te parece otra copita de vino?- dijo, mientras escanciaba una generosa cantidad en su copa.
Como ella no dio ningún tipo de respuesta, él mismo tuvo que sujetarle el vaso en la mano, para así coger su propia jarra de cerveza.
- Por este feliz, aunque tardío, encuentro- dijo Juan, entrechocando su jarra con la copa de ella, y también acercando mucho más su rostro al suyo- Chin, chin.
- Chin, chin- repitió Petra, de manera mecánica, antes de arrojar el contenido de su copa al rostro de Juan- Yo no he quedado aquí con nadie, cabrón mentiroso. Sola vine, y sola espero terminarme esta botella, así que si no te importa…
viernes, diciembre 14, 2007
¡Sencillez, please!

miércoles, diciembre 12, 2007
Writing...

lunes, diciembre 10, 2007
¿Y el cuento, para cuándo?

Bloguerillo del Bernesga, de nuevo en apuros. Ahora que había estrenado el otro, resulta que una chapucera clavija que me vendieron para alimentar el otro portátil se me ha cascado, así que no me cabe por ahora mayor remedio que volver al antiguo, más lento si bien ya libre en virus. Un contratiempo no planeado dentro de una semana bastante rellenita.
Comenzó hoy el Taller de Escritura y Acción Creativa, creo que se llama, con puntos de bastante interés, aunque el entorno no acompañe del todo, una sala del MUSAC que más bien parece una nave industrial, en la cual el sonido reverbera y hace un frío del carajo, ya me gustaría ver allí a las compañeritas que se quejaban de eso mismo el otro día en clase. Hubiera sido más recomendable algo reducido, pero de las 20 plazas previstas se llegaron a las 35, si bien no todo el mundo ha ido hoy. Es algo más impersonal, pero no por ello pierde en calidad, la profesora, una novelista argentina que se llama Sara Rosenberg, o una vez más eso creo, comenzó hablando sobre las funciones del narrador, ejemplificándolas con relatos cortos, pero muy buenos, de Borges, Kafka o Baroja. Hoy ha sido más teórico que práctico, reconozco que mi primer ejercicio escrito no quise exponerlo, preferí esperar al que nos ha mandado para mañana, que aquí también hay deberes, para así disponer de mayor tiempo para su preparación.
Ironías de la vida, al igual que en el otro congreso pude estimular mi gusto por la poesía, en este taller creo que me sucederá lo mismo con el relato. No lo escribí entre mis propósitos del año, pero si bien recordáis, allá por marzo lo intenté con la narración Breakfast at Rodilla´s, pero luego no seguí por ese camino. La verdad es que me da mucha pereza escribir cuentos, y no entiendo a qué se debe, si hoy hemos podido comprobar que bastan un par de folios para escribir algo, y que sea muy bueno. Y yo anécdotas tengo a patadas. En fin. Todo a su tiempo, amigos.
Esta semana espero reposar lo máximo que pueda por ver si puedo desterrar este catarro que me hace sentir varios decenios más viejo de lo que soy, aunque con la temperatura del aula magna del Musac, jaja, va a ser complicado. Si alguno de los ejercicios que haga creo que merece la pena, lo colgaré por aquí.
domingo, diciembre 09, 2007
Angels in America

sábado, diciembre 08, 2007
Nuevo blog.
http://ellibrodelosamoresimprobables.blogspot.com/
viernes, diciembre 07, 2007
Grandísimo blog.
miércoles, diciembre 05, 2007
Otro cursito más para concluir.

martes, diciembre 04, 2007
Para sinvergüenzas, ellos.

domingo, diciembre 02, 2007
El eterno retorno.

viernes, noviembre 30, 2007
1 - 12: DÍA MUNDIAL CONTRA EL SIDA.

jueves, noviembre 29, 2007
Congreso de literatura leonesa.

martes, noviembre 27, 2007
Crónica Matritense (2ª parte)

Esta es la gata del piso de Manuel Becerra. Tuvimos una anterior, que era un coñazo y la devolvimos. Esta es mimosa, pero tampoco agobia demasiado. No recuerdo el nombre, pero bueno, si Holly Golightly no se lo ponía al suyo...
Nos habíamos quedado en mi almuerzo del sábado, que llevé a cabo en un Donner Kebap de la calle Hortaleza. Preferiría haber comido con mi tío Guille, pero cuando llegué a Legazpi ya eran las cinco de la tarde, hora del té para los british y también para nosotros en dicha sobremesa. Claudia, el tío y yo amenizamos un rato de tarde hablando un poco de todo, en especial de la dificultad que entraña ahora el vender un piso, ya que el abuso inmobiliario ha llegado a tal extremo que está a punto de estallar todo por los aires. Tras ello, quedé con Nacho por Callao, dimos una vuelta por la FNAC, que estaba hasta las trancas, porque si hay algo que tengo claro de Madrid es que, por mucha crisis que haya, en fines de semana impera el consumismo a lo bestia. Por eso salimos pronto de allí, rumbo a una serie de cafeterías que estaban tan a reventar como los grandes almacenes, menos mal que el Rodilla es un clásico que nunca defrauda y pudimos tomar algo allí.

Y he aquí la cómoda, armarito o como se diga, del salón de la casa. La decoración no la escogí yo, claro, pero tiene su encanto, ¿no?
Tras salir por la noche, agradecí bastante que Oli, por razones muy diferentes a las mías, estuviera muy cansado como para ir al museo del Prado. Venus and company tendrán que esperar... Bastante dolor de cabeza tenía yo, fue un milagro que incluso pudiera arrastrarme hasta el cercano barrio de Pacífico para visitar de nuevo a Nacho y a Jose, el otro compañero de piso que no pudo venir al día anterior. De nuevo merodeamos un poco, porque ellos obviamente no es que suelan salir mucho por allí, hasta encontrar una taberna irlandesa apropiada para la reunión que queríamos mantener el actor, el escritor y el periodista y también escritor en ciernes no? A las diez regresé a Manuel Becerra, para que Claudia y yo pudiéramos poner la conclusión a la visita, si bien mi último acto en Madrid fue ayer por la mañana, por suerte logré encontrar el libro que a León no llevan porque creen que somos demasiado paletos como para interesarnos por el psicoanálisis: el tomo segundo de las Obras Completas de Sigmund Freud. Antes de eso, vimos la película de los Doors, por Oliver Stone, que tiene todos los tics de ese director, pero pese a ello logró algo que parecía imposible, no dormirme a aquellas horas y con la nochecita que había pasado. Así que solo puedo añadir: Come on baby, light my fire on.

Muchas cosas ha visto este catre. La mayoría, confesables.
PD- Esta segunda crónica es más breve porque estoy algo cabreado, hoy fui a clase para una sola hora que resulta habían cambiado, y al volver me llamaron de Tele-2 para decir que debía una factura, pese a que llamamos para anular la línea y mandé un fax que, ¡mosquis!, resulta que no ha llegado. No quiero discutir con un compañero trabajador explotado, así que me limitaré a colgar. ¡Pues ahora resultará que el chorizo soy yo! Se cree el ladrón...
lunes, noviembre 26, 2007
Crónica Matritense (1ª parte)


Patria y religión, menudo día. Oh, dioses, cuántas muertes habéis causado con vuestra inexistencia, al menos eso puede comprobar quien se acerque a ver la maravillosa exposición Dios.es, del Centro Cultural de la Villa. Es muy original, y además tiene una obra de teatro que se representa aproximadamente cada hora, y en la que dos actrices realizan varios skteches que reflexionan sobre la violencia en nombre de la fe. Creo que todos, ateos y creyentes, deberían echar un vistazo porque habla de temas fundamentales, y lo hace de manera nada tendenciosa.
Luego huí de allí, como de la peste bubónica, para irme a los más amistosos terrenos de Alonso Martínez, Bilbao y Chueca. Frente a la intransigencia, filosofía, y eso hice, comprando el primer tomo de una colección que no voy a hacer, por cara, y que trae a Sócrates y Platón. Ya se sabe, más Platón y menos Prozac. Si estuviéramos hablando de mi facultad, diríamos menos Filosofía y más Letras.
jueves, noviembre 22, 2007
Matriti: En Madrid.
martes, noviembre 20, 2007
Oportunidades perdidas.

jueves, noviembre 15, 2007
¡Jó, qué frío!


miércoles, noviembre 14, 2007
REGRESO A PONFERRADA: PARTE 2. (LA ENTRADA NÚMERO 200)
¡Ahí estoy! Con el palitroque que contiene tres años de desvelos, autohaciéndome la foto en el baño del restaurante chino Gran Muralla II, sito en la calle General Vives, que fue mi rúa durante el penoso primer curso de Cinematografía. Por cierto, ¿os he comentado que, en dicho curso inicial, la asignatura que más suspendí fue la de Fotografía? Lo digo por excusar la calidad de la misma, y por ende del resto de las que pueda colgar en este blog.
All good things come to an end, así que comencé a planificar el regreso. Y, si hay algo de que realmente tengo pésimos recuerdos es del ALSA interurbano, otro factor relacionado con mi libro, por ello no me quedaba duda de que iba a volver en tren. Me dirigí hacia la estación, situada en el barrio del Temple, el cual domina ese egregio caballero de ahí arriba.

Había tiempo aún para una última ventanita hacia el pasado, y he aquí mi segunda y por el momento última morada como estudiante en el Bierzo: el hostal Santa Cruz. Abajo podéis ver que hay otro chino llamado Gran Muralla I, así que entre ambas ediciones de la saga se estableció mi conexión oriental de vivienda en la ciudad. Ni que decir tiene que allí vivía como un rajá, yo solito, y si alguna pega puedo poner es que, al no tener cocina, en ocasiones me daba al antiguo vicio de engullir bolsas de Rufles onduladas sabor jamón de 180 gramos. No puedo escribirlo sin que me tiemble el pulso. Debe ser el mono.

No, no hay foto del tren, no quise cansarme ni cansaros a vosotros, por lo tanto me voy con la instantánea que resume el motivo de este viaje, lo que me permite entonar el ¡Misión cumplida! Soy titulado en Cinematografía y Artes Visuales, y con eso a mí me vale. A quien no, tendré mucho gusto en argumentar su valía. Bueno, el papelito no es que sea muy grande pero, supongo que en esto al menos, el tamaño no es lo que importa...
PD- Mañana jueves 15, concierto de la amiga y vecina Lantana en León, a las 21:00. El bar es El clandestino, en la calle Corral de San Guisán, 10. Yo tampoco tenía ni idea de dónde estaba, coged un mapa, os aseguro que es un sitio con mucho encanto. Allí estaré. Porque ella lo vale.
lunes, noviembre 12, 2007
REGRESO A PONFERRADA: PARTE 1.


He aquí la prueba, estos son los horarios de Segundo y Tercero de CAV. Aún quedan un par de promociones antes del cataclismo, y además los restos del naufragio se están reorganizando en forma de módulos de FP. Así que, ahora que al fin lo he investigado por mi propia cuenta, compruebo que aún queda un último estertor, y subí a la quinta planta para ver que, en efecto, allí seguían dando las clases teóricas de cada especialidad. Lo que sí habían cambiado era el ascensor, menudo descojono. Era de esos que hablan, y además lo hacía con una voz femenina de fuerte acento hispano, con frases como Puerta se sierra, Puerta se abre, Piso sero. Menos mal que en Ponferrada no tienen Filología Hispánica como para escuchar semejantes patadas al idioma.


Tiempo atrás, un grupo de visionarios decicieron otorgar a Ponferrada el título de Ciudad del Cine. De aquel deseo, perviven el Festival de Cine, los Multicines La Dehesa, la Escuela de Cine (por dos años) y, eso de ahí arriba, el Monumento al Cine, que pese a su apariencia no es una atracción del Port Aventura. Si creéis que es feo, pensad que en León tenemos estatuas peores. ¿Por qué el asesino del Cojonazos no se estampó contra un vomitivo grupo escultórico de la calle Burgo Nuevo? Es un monumento a la familia tradicional, menudo gol que le colaron al amigo Amilivia, y lo de tradicional lo supongo porque uno de sus tres miembros es una especie de rectángulo con tetas. De todos modos, en comparación con el par de mamotretos que os voy a enseñar a continuación, esto es arte puro.
Mamotreto Number One: el alcalde de Ponferrada tiene suerte. Por muy mal que lo haga, es imposible que sea peor que el anterior. Riete tú del escándalo de la gomina, aquel hombre envió, espero que al menos fuera de su bolsillo, una carta más extensa que la de los Corintios la cual podría llevar este título: Yo no acoso. Sin embargo, ¿qué coño es eso de ahí arriba? ¿Una televisión gigante que solo pone anuncios? ¿Cómo pueden prostituir la belleza natural del parque del Plantío con una mierda como esa? Bueno, bueno, ojito, que también tiene labor informativo. Creo que no podéis leerlo, pero debajo de ese culo de mujer hay una línea roja que pone ATENCIÓN TRÁFICO: CORTADO ACCESO, y ahí se corta la frase, lo cual, ahora que estudio Lingüística, me gustaría elucubrar sobre cuál puede ser la relación entre la imagen y el mensaje. ¿Cortado el acceso por detrás? ¿El acceso de vía estrecha, el de vía ancha, los dos? Cualquier día vamos a tener una desgracia, imaginemos que el conductor del camión se queda mirando las trabajadas nalgas y pierde el control, estampándose contra algún jubilado que salga de pasear. Yo ya lo advierto.
Mamotreto Numer Two: Si el bocata vegetal pudo funcionar a modo de magdalena de Proust haciéndome regresar al pasado, esta visión me llevó de vuelto no a Ponferrada, sino a Madrid. ¿Pero qué pinta esa torre ahí? ¿Acaso van a meter a toda la población de la ciudad a vivir allí? En fin, vamos a ver cosas más bonitas, que realmente las tiene.
Vaya cambio, ¿eh? Este es el puente sobre el río Sil, y aquí comienza la saga de los Abrasadores, por eso la foto estaba más que cantada. Al fondo, el castillo de los Templarios, al cual en esta ocasión no entré, pero sí estuve por sus laderas haciendo un poco el cabra. Así que, como sea que hay que estudiar, precisamente, Latín, aquí el caballero templario de abajo y yo os decimos adiós hasta la próxima parte. Que Egeria os guíe en vuestros viajes.
domingo, noviembre 11, 2007
¿Por qué no te callas?

viernes, noviembre 09, 2007
HACE UN AÑO YA ANDÁBAMOS POR AQUÍ.

Sin embargo, cuando me vine aquí a primeros de noviembre del dos mil seis, alrededor de esa decisión tajante se ceñía una red de motivaciones varias, no todas confesables. Se diría que me fui huyendo del trabajo, pero no era para tanto. Ya es paradoja, pero es el mejor empleo que he tenido en mi vida, si bien no el más aguantable, de ahí que en los últimos tiempos estuviera planificando un improbable regreso de hijo pródigo. Sí, yo pudiera haberme quedado en Pozuelo, en ese gran equipo que formaba junto a Oli. Pese a esos señorones que se creían por encima de mí, cuando en tantos aspectos estaban por debajo. A principios de noviembre, ya quedaba lejos el Five Carros Affaire y remitía la campaña de libros de texto. El jefe no quería que me fuera; yo, en cierto modo, tampoco. Pero hay dos palabras que obran un poderoso influjo sobre mí: una se llama Navidades, y va bastante más allá de ser el período comprendido entre la nochebuena y los Reyes Magos. Son, casi, un estado mental. La otra, la tenéis ahí arriba: Los Abrasadores, y su estreno en sociedad, en la sociedad que les creó. Nada de esto pudiera haber sucedido si me hubiera quedado en el Hipercor a vaciar, solo un poquito, los inmensos bolsillos de los moradores del corredor oeste madrileño.
No se si este es un buen día como para mirar hacia atrás. Mis posibilidades de ocio para esta tarde se han ido desplomando una tras otra. Madrugué tan solo para un par de clases, y aunque he dormido lo estipulado, a estas cosas uno nunca se acostumbra. Y, encima, lejos de evadirme ayer me puse una película de Wong Kar Wai, una triste historia de amor llamada In the mood for lover, con la que, pese a que no soy chino, me identifiqué por algún motivo. Tampoco voy a mentir haciendo suponer que mi regreso es desdichado. El martes tuve una cita de la que salí satisfecho, el miércoles otra de dispar calado, ayer seguimos creando los cimientos de una asociación con la que, pese a mi función de espectro, estoy muy ilusionado. Y mañana reanudaré de algún modo mi vida social. También son necesarios momentos para la reflexión, para que mensajes como estos puedan salir bien.
Sin embargo, hoy sí he notado algún leve detalle que indica mejoría respecto al año pasado y, sobre todo, una sensación de tanto alivio como que se ha aprendido de errores que ya no se cometen en situaciones similares. Yo hay una cosa que tengo muy clara. Para las grandes metas de nuestra vida, me da igual en qué ámbito queramos conquistarlas pero tienen que ser aquellas que su mera existencia se erija en razón vital, un paso diminuto puede tener significancia análoga a uno grande en cualquier otro terreno menor. El año pasado cometí torpezas, sin embargo reconozco que ahora las observo desde una posición cómoda, lo cual me permite esbozar una sonrisa irónica mientras pienso ¿Ese era yo?, aún a riesgo de que ese yo pueda volver a serlo cualquier día en la actualidad.
La memoria filtra recuerdos desagradables, pero también los mismos son necesarios para comprender qué nos ha llevado hasta aquí. Hubo ocasiones desaprovechadas, situaciones mal resueltas, comunicaciones no transmitidas; pero también, y de manera inesperada, que es la más complaciente de todas, surgieron momentos que ahora mismo no se cómo recuperar. Podría intentarlo, quizá incluso mañana mismo. O dejar que reposen allí en el pasado, evocados, que no calcados, como recurso artístico para un guión que nace tan de situaciones humanas como en otra época lo hizo el de El ser reprimido. Como se que es muy difícil, pero lo neguemos por adelantado, el que el azar disponga encuentros tan casuales como esos, por ahora prefiero dedicarme a intentar mejorar aquellos episodios que quedaron inconclusos o sobre los que, en todo caso, ahora recae una nueva perspectiva. Y lo haré sin prisa. Con pasitos pequeños, que a la vez de gigante.
miércoles, noviembre 07, 2007
Epitafio por el Cojonazos

sábado, noviembre 03, 2007
Huelga de guionistas. ¿Y yo?
