No es para menos. En marzo, llegué a pensar que este curso no se acabaría nunca. Ya acabó. ¿Fue para tanto? Bah... Las cosas se sacaron de quicio en algún momento, pero ahora puedo sostener que en ciertos sentidos echaré de menos incluso a mi profesora de Literatura; en otros no, pero son de menor relevancia. He cometido errores durante este curso, ya no solo que pudiera haber arañado medio punto de aquí y un punto de acullá. Ciertos aspectos todavía son susceptibles de mejorar en el curso final. Eso deseo. No va a ser fácil, pero considero que uno no va a la universidad solo para aprender materias relacionadas con su carrera, sino también para analizar algo a lo que podría otorgársele la balzaquiana etiqueta de la comedia humana.
Sí. El viaje llega a su fin, al margen de los cinco escollos que me esperan durante este mes.
2 comentarios:
O sea que vas a ser filólogo español!!!!
Pues nada, duro con los escollos!
Sí, estoy en camino... ¡Gracias!
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