No, no se trata de que hayamos jodido nada. Es que esa es la frase mítica de la película Easy Rider, que vi ayer. Aunque, ahora que lo pienso, hoy me ha venido a la mente en más de una ocasión. De hecho, ahora mismo tenía pensado hacer un post más o menos largo acerca de dicho filme, en qué circunstancias llegan su visionado, y cómo podría influenciar en mi obra a plazo corto y medio. Pero hay unos molestos deberes que me esperan para ser realizados, puede que del mismo nivel o menor de los que teníamos que hacer en segundo de BUP, oraciones de latín de las que creí que podría olvidarme ya, pero ni de ellas ni de las de inglés. Dos asignaturas que ya tenía aprobadas y que, a menos que me sorprendan la semana que viene, tendré que seguir cursando en esta cuasi interminable vuelta para atrás que me lleva a tiempos ignotos resucitados ante mi pasmo. Ni siquiera se si me los preguntarán mañana, aunque siempre podría decir: Preferiría no hacerlo, como Bartebly el escribiente, de Herman Melville.
Me siento estafado de nuevo por esta universidad. Pero, ¿sabéis qué es lo peor? Que esta mañana tuve la oportunidad de protestar contra la misma, por su subida de tasas y otras cosas. Y no lo hice.Pero, en fin, parece que ya no estamos en Berkley en los años 60, y que las situaciones de la ficción se escriben antes incluso que acontezcan en la realidad. ¿Y por qué?
Por casi una hora de felicidad. Lo cual no es poco.
Tan mayor y con deberes.
La jodimos.
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