Mañana es el Día del Trabajo. En la entrada anterior contrasté el optimismo del Vicerrectorado de la Universidad de León respecto a la colocación de la carrera de Cine con mi propia situación y varias preguntas por ahora sin respuesta. Y hoy, para que no todo sea mal rollo, voy a hablar de las posibilidades de mi actual titulacion.
En vez de tener clase común, nos vinieron a dar una charla magistral, por así decir, un par de antiguos alumnos de Filología Hispánica. Pese a que ellos mismos reconocieron que no eran de los más aplicados de la clase, llevan unos cuantos años currando, dando tumbos de un lado al otro del globo terráqueo enseñando la lengua española. Sí, claro, la enseñanza es nuestra salida más habitual, y dentro de la misma hay un aparente sinfín de posibilidades. Andaron por sitios tan diversos como Japón, Brasil, Praga... Como es obvio, hay destinos más solicitados que otros. En California, claro, hay una lista abultada. Pero bueno. Ya que Paconcio me dijo que había que traducir al inglés El diez por ciento, he de decirle que ese proyecto de trasladarme a San Francisco para recuperar un poco el espíritu beat no es tan quimera como parece. No solo ese, a mí hay muchos sitios que me gustaría visitar. En el Japón, donde estuvo uno de los compis, siempre he querido echar un vistazo. Y ahora que estoy leyendo cosillas de budismo zen, sería interesante. A Finlandia siempre deseé regresar. O a Baviera, con esos castillos de ensueño que ideó el rey loco Ludwig, quien da nombre a un personaje de los Abrasadores...
Como sea que los cazurros suelen estar en cualquier parte menos en León, (la gran mayoría en Madrid), resulta que la mayoría de licenciados, y n son muchos, de Filo Hispánica en León andan repartidos allende estas tierras. Aunque nuestra familia es viajera, yo no aseguro que mi futuro esté fuera de aquí. Pero la posibilidad de probarlo siempre es un estímulo. Muy entretenida la charla, fue una mezcla entre coaching y Día del Orgullo Filólogo. Por cierto, tengo que plantear celebrar este día allí.
Otros años celebré el 1 de mayo con una amalgama de mojitos, comidas vegetarianas, conciertos, performances, etc. Ahora, que ya no soy trabajador precario, toca estudio. Contad los días hasta el 12. La cuenta atrás no dejará tregua, y voy a ponerme a ello. A los que estáis en Madrid, feliz puente, pero si os diera o diese por venir aquí que sepáis que estoy para nada, o para lo mínimo.
PD- La foto no tiene nada que ver... Pero me gusta. Refleja todo lo contrario al trabajo.
1 comentario:
Con un poco de suerte tampoco tienes que irte muy lejos y podemos ejercer de guionista-director en un futuro no muy lejano...
con un poco de suerte, claro.
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