Una vez más. Vamos allá. Allá vamos. (Sin duda la frase del año)
Yo no dispongo de la nave de Odiseo para regresar a mi Ítaca (definitivamente, pongamos Ítaka), más bien una flotilla de buses y una fuerza que no es ni la mitad de un guerrero heleno. Esta noche, mis alforjas serán livianas. No lo soportaría de otra manera, después de un Crazy Tuesday que en esta ocasión más que loco podría ser más bien titulado Martes Como Una Puta Cabra, porque a la una y media de la mañana voy a ir a León, para por la mañana presentarme en el Alféizar (¿verdad, Eguenio? jeje) Ya veremos si el traslado al campus, sin metro, se deja para el jueves.
¡Ah, ah!
De mi nuevo proyecto, no tengo nada escrito. Salvo las notas, desde luego. Y una primera frase, hipotética: Me gusta la belleza. El resto solo es ponerse. En concepto, solo diré que trata de un regreso, obvio dado el nombre, y una huída. Por ahora, solo comentaré el retorno. ¿ A dónde, a un mero lugar físico? No, desde luego. No solo eso. Es volver, volver. Me alegro que Almodóvar me quitara el título, porque el mío es mejor. No es un homenaje a las cintas de los 80, pero podría llamarse Regreso al pasado, porque lo del futuro no tiene mucha lógica. O Regreso a la universidad, como se titulan muchas películas de novatos y otras tribus yanquis. Incluso podría decantarme por la serie Z y llamar a Carlos Suárez, ese director de fotografía que abandonó el barco de Ponferrada antes de que se hundiera, y proponerle una continuación de su película Tuno Negro para hundir la reputación de la universidad de León, como antes se hizo con la de Salamanca.
En realidad, las palabras no me salen ahora mucho porque, pese a que tengo casi toda la película pensada, hasta mi vuelta no podría organizar estos elementos. Aquí yo en una por otra parte buena mesa de trabajo, pendiente de una perra, de la liga de campeones, de un viaje, poco se puede hacer. Me alivia al menos que no se trate, como al anterior sobre el psycokiller, de un guión que tras acabarlo se arroje a un cajón o a una lista de correos. Esto podría rodarse. De hecho, podría durar cinco horas, tantas como las conversaciónes que siempre tenemos en los cafés leoneses. Podría ser una obra teatral, quizá de ese teatro del absurdo del que hablamos a primeros de año. Podría ser mucho o podría no ser nada. Por el momento, lo de mañana ya empezará a ayudar en serio.
3 comentarios:
Alla vamos, Hitcko, metele canya.
paco
Aqui tienes un lector, ya sabes!!
Joe, que pena me da que regreses a los leones. Quiere decir eso que ademas de a ti perdemos la posibilidad de segunda temporada de Vagos y Maleantes???
Ja, ja. No, qué va. Eso ya lo comentamos Oli y yo, que cabría la posibilidad de rodar, a fin de cuentas siempre se rodaba en domingos. Solo faltaría saber si el resto del equipo está de acuerdo, y si hacemos alguna incorporación más. Mi idea es rodar más o menos los mismos episodios que este año, pero esta vez seleccionarlos bastante más.
Que no te apene, por ende, mi exilio cazurro, porque voy a seguir estando en contacto por aquí y, aparte de Vagos y Maleantes, es necesario un nuevo proyecto más trascendente, que ya he encontrado, el cual te enviaré cuando tenga escrito y ojalá en el futuro pudiéramos colaborar de algún modo para su rodaje.
Que el gobernador de los toreros nos acompañe.
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