lunes, marzo 31, 2014

Darth Vader for president!


¿Y qué hago yo escribiendo aquí, si tengo que redactar una informal letter para mañana? Aún digo más: ¿qué es eso de letters, si ya casi nadie escribe cartas? Tal vez el examen de Cambridge se haya quedado un poco apolillado en su concepción, en todo caso tomaré el ejercicio como si se tratase de una carta electrónica. Sea en español o en inglés, no me gusta escribir cuando el tema no es libre. Que recomiende a un amigo una academia de informática, ¡menuda mamonada! Prefiero escribir lo que me salga del bolo, como decía ese infecto libro que apareció a rebufo de los tropecientos grandes hermanos, inextinguible fenómeno. 
Sea como fuere, es el último día del mes y supongo que ello me ha hecho regresar por aquí y dar cuenta de una insólita noticia, tan insólita que es verídica. El Partido de Internet, o algo así, de Ucrania ha presentado a Darth Vader como candidato a las elecciones presidenciales. Al margen de lo simbólico del gesto, el atractivo es innegable. Mejor votar a Lord Vader antes que a la extrema derecha. Al menos, ese personaje tuvo un proceso de redención, y en su juventud, antes de pasarse al lado oscuro, poseía los dulces rasgos de Hayden Christensen (¿qué ha sido de él?). En España, en cambio, seguro que triunfaría más un candidato estilo emperador Palpatine: por ejemplo, Rouco Varela, que incluso después de haberse jubilado sigue chupando cámara en funerales oficiales como el de hoy. 
Desde luego que, si realmente Darth Vader pudiese existir y llegase a presidente, hasta los rusos tendrían que recular. Para España, se podría proponer a otro lord, incorruptible ante el saqueo, Eddard Stark. En la foto de arriba, cuando no se habían inventado los selfies, aparezco junto al gran Vader en una exposición, retratado por el amigo Hal. Que la Fuerza me acompañe, en verdad, para la última semana de junio: el 28, día del Orgullo, el mayor orgullo para mí será aprobar el examen de Advanced, que cae en dicho día. Y, tal vez esa misma semana, tenga que entregar en depósito mi trabajo de fin de máster. ¿Dónde los depositan? Ni idea. El caso es que la defensa, concepto que suena muy bélico para una simple exposición de veinte minutos, caerá en julio. No veo necesario ir con bermudas y sandalias, aunque sí acompañarme de mi icónica cantimplora verde. Se espera una primavera tan tormentosa como su propio comienzo... 

domingo, marzo 09, 2014

La resaca del Oscar acabó bien.



Después de ver el estado en el que se encontraba uno de mis compañeros el último día de clase, llegué a la conclusión de que bien podría haberme presentado yo, con toda la resaca del Oscar, el lunes pasado. No lo hice, y no me arrepiento. Ese día la profesora, además de enfadarse por mi falta de asistencia, comenzó a tratar a los alumnos, no precisamente unos recién llegados a la universidad, en modo preescolar, incluso revisando los libros con sus notas como quien revisa los cuadernos de escritura que vendía yo en mi época de Pozuelo. Vapores del lunes, serían, que se le fueron pasando a medida que recordaba que yo, hace tres años, era un alumno bastante ejemplar en su asignatura, hasta tal punto que eso llegó a causarme problemas con otros de los asistentes. Al día siguiente, no me dijo absolutamente nada, y las tres jornadas de clase han sido provechosas, y con su punto justo de diversión, algo que no se puede decir de todas. Bien está lo que bien acaba. 
Tras ver una de las triunfadoras de la gala, Frozen, no puedo quitarme de la cabeza el tema que ganó la estatuilla. Natural. Además de ser un gran tema, en la línea de los mejores de la casa, el personaje que lo canta tiene varios puntos en común conmigo: prefiere el frío al calor (claro que eso puede formar parte de su maldición), y, al igual que otros héroes y heroínas Disney, le planta cara a las dificultades, aunque eso suponga construirse un enorme castillo en lo alto de la montaña, en el que disfrutar de sus poderes, poco comprendidos por los súbditos que acaban de coronarla reina. Yo, por fortuna, no estoy en un castillo de hielo, sino bien rodeado en esta por otra parte decadente ciudad, pero el ambiente nórdico que transpira el filme, con sus renos y sus trolls, me recuerda hacia dónde debo volver mis pasos. 

PD- Por favor, espero que esa nueva moda de las películas mastodónticas de temática LGTB sea pasajera. Tras las tres horas de Adele, ahora casi otras tres con Laurence anyways, filme que desbarra tanto que tal vez hasta el propio Almodóvar podría sentirse abrumado ante él. Si no estás contando epopeyas de la Tierra Media, más vale que no dejes en tres horas lo que puedes contar en dos... 

domingo, marzo 02, 2014

Last Oscar in Spain?



Hace un año, tras la edición de los Oscar, mi por entonces pareja, en un momento de ofuscación (por usar un eufemismo), me acusó de que, mientras que con los Oscar aguantaba despierto hasta las seis de la mañana, a ella la despachaba a las once. Si lo recuerdo ahora, me da la risa, aunque, sí, algo tenían en común los Oscar y ella: proporcionarme alguna noche de insomnio, al menos una vez al año. Insomnio con gusto, no pica, en ambos casos. 
Sí, tengo que aguantar hoy. ¿Dónde estaré a finales de febrero del año que viene? Me encantaría saberlo. ¿Tendré, si no Canal Plus, al menos internet para verlo por estrímin? Quién sabe. Hasta entonces, aprovecha el momento, carpe diem. Y dos placeres siempre son mejor que uno. Primero Cuarto Milenio, luego nos trasladamos hasta LA. Ya se ve, mucho tiempo disponible para escribir en el blog, pero, a decir verdad, no tenía pensado hacerlo. Ya tengo la quiniela de Fotogramas, como en los viejos tiempos, los Mr. Corn made in USA, con un extraño sabor que tal vez boicotee las escasas horas de sueño. Y hablando de boicot... Mañana comienza la asignatura de Teatro. Una asignatura participativa. Como todas, solo que esta en serio. ¿Estaré en condiciones? Bueno, todavía no he agotado en este curso mi cupo de horas fumadas. Todo sea por amor al arte, y amor a Hollywood, con su mezcla de espectáculo y miserias. En la foto de arriba, para que pueda comprobarse que yo también sabía manejar una cámara. Claro que lo mío es la escritura...