jueves, octubre 31, 2019

Calabazas.


 Termina el primer mes dentro de mi nueva morada, a la cual he trasladado viejas tradiciones ovetenses, como la de decorar calabazas para Halloween. Ya no tengo compañeras americanas que me enseñen, pero, dentro de lo que cabe, creo que he aprendido bien. La casa va creciendo, va pareciéndose más a mí, a través de frikadas varias y un nulo gasto en adquisiciones nuevas, teniendo que agradecer a amigas y amigos que me vayan amueblando el ático, al cual ya he tenido el gusto de invitarles. No he tardado, de hecho, ni un mes en justificar su alquiler, lo he hecho incluso antes de celebrar mi cumpleaños. Este mes se han cumplido dos grandes objetivos por mi parte; no todo ha podido ser positivo, también me he iniciado con mala pata en el mercado laboral, si bien eso no es nada nuevo, lo superaré como lo he hecho con otras en el pasado. No se puede solucionar todo en el mismo año, ¿verdad? Otro objetivo, no menor y estrechamente relacionado con el doctorado, era el de terminar mi libro de relatos, Strap-On Saga (título peculiar, que se justifica a través de su lectura), siete relatos independientes, pero con una temática común, básicamente la misma que mi tesis. El último de estos se llama Calabazas, precisamente como esta entrada de blog. Hace tres años, en mala hora, me surgió la inspiración para este último, como vía de escape. En la actualidad, me siento menos sombrío, quiero pensar que es por ello por lo que he cambiado el final del libro, que espero sea publicado, aunque ya no bajo el método de la autoedición. Dado que su suerte ha corrido pareja a la de la tesis, para el año que viene procuraré publicar ambas obras. ¿Será demasiado? Por pedir, que no quede. Yo no olvido ninguna de las facetas, ni la académica ni la creativa. Además, el ático puede resultar bastante inspirador, en lo literario o en las artes plásticas o audiovisuales. El primer mes me he dedicado a establecerme en el piso y, claro está, a disfrutarlo, creo que también lo merecía. Ahora toca afianzarlo. ¡Eso sí que suena terrorífico, en verdad! Happy Halloween!


sábado, octubre 05, 2019

XIII Aniversario del Blog.


Cuando comencé este blog, me encontraba viviendo en Madrid, en otro piso, y el XIII aniversario, se dice pronto cuando esta clase de espacios ya se han vuelto bastante obsoletos, coincide con el estreno de otro espacio, del primero que, en realidad, no comparto, aunque no sea la primera vez que vivo solo. Y también se cumple la primera semana desde que me instalé allí, y ya lo siento bastante mío, como si llevara un mes. Huelga decir que todavía hay que insuflarle vida; hasta cierto punto, claro, porque no voy a llenar de muebles y trastos un lugar en el que desconozco cuánto me quedaré, con todas las opciones de posdoctorado y demás ofertas en el horizonte. Sea como fuere, lo disfrutaré hasta ese hipotético momento. Cualquier rincón, por humilde que parezca, es digno de ostentar su propio brillo, como en la habitación que quiero convertir en estudio-aula. Es la de la foto de arriba y, por ahora, ese es su sobrio rincón de trabajo. Ya lo estrené, garabatos de lápiz tan solo, pero es más de lo que he llevado a cabo en otras moradas. Existen obstáculos para la creación, desde luego, como la suscripción a HBO que venía con el pack de internet. Esta mañana, a una hora rara para ver series, continué con el visionado de uno de los escándalos de la temporada, Euphoria, y se me hacía raro estar ahí solitario en el sofá mientras contemplaba ese sensacionalista, si bien muy interesante desde la temática LGTBI, queer, gorda, etc., cóctel de sexo casi obligatorio, drogas y una aparente falta de futuro. En fin, no la pillé a tiempo para meterla en la tesis, porque anda que muchas de sus reflexiones no concuerdan con las de aquella. En todo caso, solo voy a seguir un breve número de series, como ha sido mi política hasta ahora, sin que falten clásicos como American Horror Story, la primera temporada que veo ya doctor, tras aficionarme en Oviedo gracias a mi compi americana. Y qué curioso que esta vez sea un homenaje al slasher de los ochenta, de los cuales también me empapé bastante en Oviedo gracias a un amigo. En fin, la mudanza progresa de forma lenta, pero segura, y así es mejor que suceda. Me han ayudado, a su manera, los de la academia de Inglés, con las largas indefinidas que me han propinado. No es ningún problema: back to basics, yo soy autónomo para buscar y encontrar trabajo, seguiré con la estrategia de las clases particulares, que ya me dio frutos en el pasado. Si ya en ese año inicial del blog conseguí que me contrataran en el Corte Inglés, llegando borracho y con la corbata torcida, con el riesgo de hundir su establecida imagen, anda que no lograré otros curros, con tal de mantener el mi ático, que ya en pocos días le he cogido cariño. Hasta voy a retomar la venta de libros de los Abrasadores, que fueron el germen de este espacio. Que el Gobernador de Libia nos ampare, pardiez. Quién lo hubiera dicho. De los five carros a Dr. León.