lunes, noviembre 29, 2010

Amigo Leslie.


La última vez que vi a Leslie Nielsen fue, valga la redundancia, en su último trabajo, no demasiado bueno pero que al menos nos permitió verle en un insólito dúo con Chiquito de la Calzada. Sí, se trata de Spanish Movie, una película que me dejó dos dudas:

a) Siendo una película repleta de cameos como el de Leslie, llena de amiguetes, ¿por qué no se sumó a la fiesta el inventor de las películas de amiguetes, Santiago Segura? ¿Por qué no hubo una parodia de Torrente, si es uno de los mayores fenómenos del cine español reciente?

b) Y, aunque era una opción bastante menos probable, ¿por qué no Almodóvar, si era uno de los principales homenajeados, antes que parodiados?

Sea como fuere, era natural que en una película que seguía el género de las llamadas spoof movies se quisiera traer al rey de las spoof movies. Lo cierto es que, en un año que se está cebando con el mundo del cine, esta pérdida se me hace bastante dolorosa. Habrá quien niegue que es un genio. ¿Cómo se puede dudar? Es un genio en su campo, en el hacer reír. Por lo menos para mí. Anda que no habré visto yo veces Espía como puedas, que se puede tomar como un conjunto inmenso de chorradas o disfrutarla si se sabe penetrar en su sentido del humor. ¡Sí! Leslie Nielsen me ha hecho disfrutar a raudales, mucho más que otros llamados maestros del Séptimo Arte. Descanse en paz y gracias por alargarme la vida, si es cierto que el reír la alarga.

PD- Rejuveneciendo un poco el asunto, enhorabuena a la Academia que se ocupa de los Oscar por poner a Anne Hathaway y James Franco para conducir la próxima gala. Ahora sí que tengo justificación para pirarme todas las clases que haya al día siguiente. ¡Menuda pareja! Aunque en esto, y solo en esto, tengo que decantarme hacia el bando franquista...

miércoles, noviembre 24, 2010

Sasha Gris.


Mañana solo tengo una hora de clase y supongo que debiera alegrarme, de lo contrario no estaría escribiendo estas líneas que serán breves. Breve también (apenas hora y cuarto) es la película de la que voy a hablar, sin embargo el título es largo y ni siquiera se molestaron en traducirlo: The girlfriend experience. Ideal para quien quiera pajas mentales. Quien quiera pajas físicas, que busque a la protagonista en otras películas, como hice yo después, comprobando que, por mala que sea una película, al menos es bueno que te reafirme en tu orientación (que no opción) sexual. Ejem, sois libres de pensar mal... Aunque quizá no acertéis, je, je.
La película es rara por todas partes. Rara porque sale una actriz porno, Sasha Grey, en un papel protagonista dramático, y no lo hace mal. Rara porque es de Steven Soderbegh (¿lo he escrito bien?), un tipo que hace películas como churros, pero no iguales como churros, sino cada cual de un palo lo más alejado posible de otra. Rara porque es como si hubieran tirado el guión al aire y hubieran juntado las páginas según caían.
Pese a la chica, a mí no me resultó excitante esta hora y cuarto de peroratas interminables, supongo que por la frialdad que destila el conjunto. No gris sino muy colorida os dejo una foto suya ahí arriba, suponiendo que desde Penthouse no leen este blog y no me demandarán por ello, ni alcanzaré la calificación X porque, a diferencia de otras, en esta imagen sale vestida (o casi). Podría haber puesto una con el culo al aire pero, en fin, no tendréis que usar mucho la imaginación, yo soy soy bastante culófilo y aquí rindo homenaje a esas posaderas tan bien formadas bien por la naturaleza, por el ejercicio físico o por el Photoshop como la novia del Cristiano Ronaldo. Sea como fuere, fotos como esa han tenido bastante influencia en mi devenir, alguna vez podré escribir largo y tendido sobre ello...

domingo, noviembre 21, 2010

Cien.

Cien entradas llevamos este año en el blog. No está nada mal. Ha bajado, desde luego, pero ya advertí acerca de ello. Esta semana tengo múltiples lecturas, encargadas por una profesora que suele asistir a una tertulia semanal en el bar de aquí abajo. Acabo de pasar y no la he visto, supongo que el cónclave habría terminado ya. Es una mujer peculiar, de la que podré hablar largo y tendido a sabiendas de que es poco probable que descubra este espacio (aunque en esta ciudad nunca te puedes fiar...) .
Este cuatrimestre no es ni el más trabajoso ni el más difícil que he tenido en la carrera, pero sí el que más horas me obliga a permanecer en la facultad, comprenderéis por ello el abandono al que he sometido al blog y, lo que me duele más, a la novela, si bien esta creo que podré terminarla, a más tardar, en verano. Sea como fuere, estoy contento. Este mes he topado con estímulos no previstos, y otros que quieren asomar en lontananza. Es todo lo que necesito, una pequeña motivación que me ayude a asistir a clase incluso cuando menos me apetece, y llevo ocho semanas sin pirarme ninguna, he batido mi récord y así seguiré, siempre dispuesto a pirarme si es por motivos que merezcan la pena, no por mera vagancia. Terminar la carrera es un hecho ya motivador en sí mismo, pero otros empujoncitos vienen bastante bien.
Así pues, he disfrutado de esta tarde-noche de sábado como también disfruté de la tarde del viernes, y ahora iré a descansar todo lo que mi espíritu marmotil necesite para mañana rematar algunos flecos... Me sienta mal no venir más por aquí, pero retornaré siempre que pueda, pronto llegarán las navidades y luego, a partir de febrero, ya será otro cantar, si las cosas van como imagino.

viernes, noviembre 05, 2010

Enredados.




Entre las desventajas de las redes sociales, al menos para mi persona, está la de que me distrae de tareas más productivas como escribir en este blog, en otros proyectos o no digamos ya respecto a las tareas de la universidad. Pese a todo, en época de exámenes no faltan los comentarios de gente atacada, que combate el tedio del estudio colgando impresiones sobre el desastre que profetizan.
Yo no estoy enganchado a Facebook, ni mucho menos. Me es útil, entre otras cosas porque habría personas de las que ya no sabría nada si no fuera por esta herramienta. A diferencia de lo que se dice en la película La red social, no me ha servido para evitar preliminares a la hora de echar un polvo, en lo que difiere de otras hermanas suyas, menores y bastardas. No, Facebook será una red de amigos pero en todo caso me parece que está bastante lejos de ser red de contactos. Si no fuera por su espectacular ascensión no se explicaría el surgimiento de dicho filme, el que, por otra parte, tiene entidad por sí mismo al margen del tema. No parecía a priori que la historia de estos jóvenes informáticos que se vuelven ricos en un abrir y cerrar de ojos pudiera ser muy apasionante, pero ahí está el mérito de convertirla en un entretenido largometraje de dos horas de duración que alberga una temática intemporal con la cualquiera puede identificarse: la amistad, la ambición, etc. Poco importan las probables exageraciones de la historia real, no estamos ante un documental sino ante una dramatización con sus imperfecciones, como la gran mayoría de guiones que merecen ser recordados. Me cuesta creer muchas cosas, como que existan alumnos de Harvard que tienen tiempo para sacar de media Matrícula de Honor, entrenar para los Juegos Olímpicos y no perderse sus selectas juergas, todo a la vez. Envidiable, ¿no? O ese piso franco de informáticos reconcentrados en la programación y obviando las orgías de drogas y chicas colocadas que suceden a su alrededor. Y, pese a que el protagonista se presenta como superdotado, al menos es una alivio saber que hace trampas en sus trabajos, cosa a la que yo por ahora me resisto.
Es una película básicamente masculina, en la que los personajes femeninos no gozan de mucho estatus aunque lo más probable es que el guionista no tenga culpa por ello y se haya limitado a reflejar en cierto modo la realidad. El comienzo, en el que se narra cómo nace el antecedente de Facebook, alcanza momentos propios de American Pie. El filme desarrolla una estructura circular: en el desenlace, resulta irónico cómo Mark utiliza su invento, de paternidad discutida durante toda la historia, para enviar una solicitud de amistad a la chica que le abandonó. Será que, pese a todo, hay cosas que aún no pueden comprarse con dinero... En fin. Una buena opción fílmica, incluso para aquellos que no tenéis perfil en la red social, lo que por otra parte os evitará malas experiencias y malos entendidos como los que yo he sufrido no hace demasiado tiempo, y toco madera para no sufrir más. Además, cuenta con el protagonismo de Jeese Eisenberg, quien está demostrando buen olfato con su carrera y que, pese a recaer en personajes de friki más o menos integrado, me resulta atractivo, aunque en esta película su personaje trabaje mucho para no serlo.