viernes, octubre 31, 2008

Fin, por ahora.


He terminado, un mes después de lo previsto, de escribir la nueva versión de Los Abrasadores CBP. El retraso es justificado: una operación con un largo post-operatorio, estancias en Madrid para preparar la mudanza, el comienzo de las clases con sus jornadas partidas... Bueno, tampoco se puede decir que hubiera prisa. Pero es bueno ponerse plazos, de lo contrario la pereza se hace fuerte.

Bueno, he terminado entre comillas. Falta, en lo esencial, la corrección del último capítulo, el más largo, creo, y también el más fantasioso. He creado ahora un clímax que considero que se adecua a lo que estaba buscando. Luego ya está en manos de quien se lo lea el juzgarlo, aunque para ello tenga que gastarme en fotocopias toda la pasta de la que hablaba el otro día. Por lo menos ese es un gasto que merece la pena.

Y ahora os dejo. Hace un tiempo muy desapacible, muy de Halloween, je,je. Saldré un rato esta tarde y por la noche está por ver, en todo caso a partir de ahora espero diversificar un poco mi escritura y, aparte de la poesía que sigo colgando, meterme en renovar asimismo viejos guiones y probar con el relato.

Arriba cuelgo la foto de una película que vi ayer y me gustó, que no se diga que todo el cine español es igual.

jueves, octubre 30, 2008

Queen.

Yo no creo que la gente se sorprenda de las declaraciones que ha hecho la Reina sobre los gays. ¿Qué esperaban? ¿Que se pusiera una bandera del arco iris a modo de capa y se subiera junto al Rey y Hugo Chávez a una carroza del Orgullo a desmelenarse? Lo que sí sorprende es que las exponga en público, cuando siempre había tenido fama de discrección, a diferencia del marido, tomado cuando menos por crápula (un alcalde republicano dixit, y por ello lo han llevado a jucio esta misma semana) No soy yo de los que van quemando efigies de los reyes, gesto de dudoso gusto pero que no debiera estar penado, sin embargo veo curioso este hecho: si pusiéramos de presidenta de la República a Ana Botella o Esperanza Aguirre, no habría mucho cambio.
Y eso que la Reina es de Grecia, ¡cómo ha degenerado ese país! Hace unos 7000 años, la homosexualidad debía ser como una asignatura más del cole, aunque luego se casaran. Claro que su misoginia rampante ayudaba mucho a esa consideración. Les molesta mucho el uso del palabro matrimonio, pero no se dan cuento de esto: el significado de las palabras también evoluciona. Probad a ver, si no; coged un diccionario de los años 50 y otro actual... No hace falta irse a echar la siesta a las clases de Semántica vespertinas para saber eso. Tampoco ser ducho en Latín para deducir que matrimonio viene de mater, pero esta etimología no tiene por qué atarnos. Las palabras no son más que una mera convinción, un pacto que mantenemos los humanos. Y si tres cuartas partes de la sociedad no ven problema en llamar matrimonio a la unión entre dos personas del mismo sexo, pues oye...
Lo que la Reina está mereciendo es que alguno de sus nietos o nietas quiera usar precisamente ese derecho al matrimonio. Y que ella viva para verlo, claro. Pero lo dudo. Aunque así sucediera, ya se ocuparían de taparlo, que para ello tienen toda una cohorte de jueces pelotas y políticos cómplices. Pero bueno, me da igual, no pienso leer su libro. Prefiero leer los de sus paisanos, esos filósofos maricas de hace varios milenios.

miércoles, octubre 29, 2008

Libros electrónicos.



Salió en el telediario de anoche, el de Iñaki, una noticia acerca de libros electrónicos: según las inevitables encuestas, dentro de diez años se venderán más ejemplares de este tipo que los de papel de toda la vida (bueno, de toda nuestra vida, porque en el pasado fueron de papiro, piel y otros materiales) Cuesta creerlo, pero quién sabe; mirad lo que le pasó al VHS, del que aún almacenamos decenas de cintas.


A mí me gusta llevar un libro físico como compañero de viaje: cogerlo, ojearlo, tirarlo por ahí cuando ya estás harto. Incluso cuando ya es viejo o desgastado, el color y la textura que va adquiriendo tienen un encanto espacial. En fin, supongo que soy un romántico a ese respecto.


Pero, eso sí, soy consciente de las ventajas que tendría ese sistema. Para empezar, aligerando espacios; y, en las mudanzas como la última que llevamos a cabo, no tendríamos que deslomarnos transportando tochos. También es cierto que así tendrías más variedad de lectura. Al poder almacenar cientos de libros, si te apetece leerte un cuento, o luego una poesía, quizá un capítulo de novela... Todo es posible. Y en vez de los 20 euros de marras, algo más económico y con mayor capacidad de selección.


Lo que pasa es que, romanticismos aparte, yo aún no me acostumbro a leer libros en pantalla. De lo contrario, ya habría hecho lo propio con la novela que me envió Hopewell. Conste que la leeré, de un modo u otro. Ahora bien, para quienes queremos ser escritores (de manera profesional, me refiero) esto puede venirnos muy bien. Fijáos, ahora tengo casi 250 páginas de la nueva versión de Los Abrasadores. Luego tendré que sacar fotocopias si quiero que la gente me de su opinión y esa gente no está acostumbrada a leer en pantalla como me sucede a mí. Por no hablar de si quiero enviarla a alguna editorial... Con los libros virtuales, adiós papel y sobre todo adiós gastos de ese tipo. Por lo tanto, no voy a hacerle ascos no sea que mi futuro dependa de ello...

lunes, octubre 27, 2008

La película del conejo.


Que nadie piense mal, no me refiero a Diario de una ninfómana, sino a Donnie Darko. Si hablo de esta peli es porque en su primer visionado no la entendí, y ayer pues un poco más. Es enrevesada, críptica, todo lo que queráis, pero no creo que eso la haga mejor. Claro que hacer películas raras tiene sus ventajas. Ante las críticas, el director puede blindarse alegando que los espectadores son tontos y por ello no han llegado a entenderla. Tiene un aire a lo David Lynch, lo único que Richard Kelly todavía no ha llegado a la categoría de genio del cine. Tras hacer este clásico de culto, con todo lo que ello conlleva, dirigió una peli que parece aún más rara, y aquí ni siquiera se ha estrenado.

En realidad, es inclasificable. Pese a sus guiños a Stephen King, Posesión Infernal y Halloween, no es de terror. Habrá a quien le asuste, pero todo se limita al mal rollo del tío disfrazado de conejo. Quizá un thriller, pero a mí me aburrió. Vale, no ayuda el que anoche tuviese algo de sueño atrasado. Tiene sus cosas de ciencia ficción, de viajes en el tiempo y esas disquisiciones que invitan, a quien le interese, a un segundo o tercer visionado. Funcionan bien, a mi gusto, los elementos de sátira, sobre el típico colegio americano y la típica familia americana, el típico charlatán americano , bla, bla. Demasiados ingredientes en la coctelera, imagino.

Pero bueno, quizá me equivoque yo, como en la peli de Batman, aunque lo dudo. Cada vez que me acuerdo de los parlamentos del Joker (La locura es como el caos en el mundo que cae en el aire de no se qué leches), más me acuerdo de Tim Burton. Aunque, ¿quién de los dos vaqueros mariquitas estaba más pasado? ¿El rubio este, o el moreno haciendo la de Donnie Darko? Habría que analizarlo. Como sea, no creo que lo intente por tercera vez. De hecho, creo que si no fuera por el conejo gigante ni siquiera me acordaría de ella. Ja, ja.

viernes, octubre 24, 2008

Cumplir un año menos.


No, ese es el título de una canción del último disco de LOVG. En realidad, es cumplir un año más, y eso es lo que he hecho esta semana pero ni me he enterado. No lo siento, desde luego. Ni física ni mentalmente, aunque el número siempre impone. Tampoco es que haya tenido mucho tiempo para reflexionar, dado que han sido unos días bastante cargaditos tanto de clases como de conferencias que no son sino apéndices de las clases, sobre las diecisiete variantes de un proverbio tuareg o la evolución lingüística en Guinea Ecuatorial.

Este fin de semana, en un primer momento, pensé en pasarlo en parte en Madrid. Pero, cuando ya empiezo a dudar bastante de que me llamen para el concurso, no me apetecía regresar en un nuevo viaje relámpago, por mucho interés que tuviera en la causa que me llevara. Además, en el último mes ya me he saturado un poco de capital y algunos de mis compañeros de allí han decidido venirse a León estos días... Ayer ya estuve con el pronto colega bloguero Josh Royal viendo un concierto de una nueva banda que promete pegar mucho, Russian Red. Y en el Albéitar, así que yo asistí por la jeta o quizá no tanto, que el dinero de la matrícula lo justifica. Es mi recomendación de la semana (sí, se que hace bastante que no las actualizo)

De momento aquí no me estoy aburriendo, en tres semanas he salido con tres grupos distintos y confío en que con los filólogos vuelva a quedar pronto, porque lo pasé muy bien y espero que ellos también. Si la última vez puse una foto nuestra de cara, ahora pondré una de... espaldas, jeje. Nos la tomaron por traición cuando bajábamos a la Santa Sed, creo. Me hace gracia, parecemos la Resistánce filóloga marchando hacia un futuro incierto. ¿Quién sería el/la bromista?

domingo, octubre 19, 2008

Y, esta vez, virus.


La primera vez que los compañeros de clase quedamos para salir, tuve que excusar mi presencia por culpa de una gripe que me pilló nada menos que en el centro de las Navidades. ¡Pues ya es mala idea! Tengo unos virus muy diligentes, todo hay que decir. Como no quieren que me pierda clases, siempre atacan en fin de semana o vacaciones. Por suerte, no pudieron boicotear la salida filóloga del viernes pasado. Y confío en que tampoco fastidien mi cumpleaños, ya que parece que mañana estaré mejor.

Ahí os dejo la foto que da fe del evento. Es en la Santa Sed, ese lugar donde las mujeres siempre me ganan a beber torres. ¡A practicar se ha dicho! (Pero hoy no...)

martes, octubre 14, 2008

Contrición.


Estoy leyendo un libro de Stephen King, se llama precisamente Mientras escribo, que es el estado en el que me encuentro yo ahora mismo. Y es un gran libro, no importa lo que digan por ahí, Hopewell y yo sabemos que King es un buen autor. Y esto no es una novela, sino una recopilación de vivencias de su formación como escritor, etc. Dice que, pese a los mitos, ser alcohólico no ayuda a la creación, y él sabe de qué habla. Sin llegar a tanto, yo sí me arrepentí un poco de los excesos del pasado sábado, todo sea cierto que tan solo fue una excepción, y no la norma general. Como el curso aún lleva poco y puedo aprender de mis errores, he hecho acto de contrición confiando en que en lo sucesivo utilice más la Vía del Medio, incluso en esas previsibibles visitas a Casa Benito. Eso sí, cuando de verdad me llegue la foto de la party la colgaré.

El libro también habla de métodos de escritura. Yo creo que voy a iniciar uno la semana que viene. Ayer quise escribir en el blog, pero no estaba de humor. Los martes y miércoles (aunque hoy no) me veo forzado a regresar a la facultad a las cinco, para una clase que no es de mi especial predilección, y que repite casi al dedillo muchos conceptos ya aprendidos en el curso pasado. Si a mí no me gusta ir a clase después de comer no es que porque me eche la siesta o me quede viendo Lalola, sino porque ya en verano me acostumbré a escribir (o repasar lo escrito) a esa hora, y ahora me encuentro en el capítulo final de Los Abrasadores que me gustaría acabar este mes. Como la opción de pirársela solo es posible por causas de fuerza mayor, creo que lo mejor será que coma allí, algo ligerito, y luego me quede a esbozar en los cuadernos cosas para pasar luego a limpio; a saber, pues escaletas de guión, diálogos, poesía o demás. En llegando los exámenes, también me será útil ese rato. Y, pese a que no me gusta mucho trabajar en biblioteca, quizá me vea forzado a tenor de algunos humanoides que andan sueltos por el campus pero no desentonarían en un zoo.

La estupidez es la base de una buena y divertida película que vi anoche para olvidar la Semántica: se llama Idiocracia, y dirige el creador de aquellos monigotes, Beavis and Butt-Head. La trama es que un soldado, no muy listo, es hibernado y despierta dentro de 500 años, donde todo el mundo es gilipollas integral y, por tanto, él un genio. Quizá, en esos tiempos muertos entre clases, desarrolle yo alguna idea parecida. Por ahora, acabaré de una vez con la novela.

domingo, octubre 12, 2008

Si esto es un hombre...


Aquí estoy, con mi pijama, que no es a rayas pero sí azul. Es una desgracia tener que aguantar estos días, cuando necesitas dormir y no puedes. Hoy me desperté escuchando cómo la pareja de enamorados otoñales de abajo ponían el coñazo de desfile ese. Por ello, mi deshidratado cuerpo os escribe unas líneas para celebrar que este fin de semana inaugura el nuevo curso social en León. Mi resaca ha vuelto de vacaciones, y con ella algunos excesos que deben de ser limados. Claro que iba sobre aviso. Se sabe cómo se entra en los cócteles entre amigos, pero no cómo se sale...

Ahora siento una rara sensación de nostalgia post-coital, así que lo mejor será vegetar hoy en la medida de lo posible y ya mañana organizar este piso que gobierno durante pocos días. Por cierto, si me llegara alguna foto en la que salgo con una guirnalda de flores postizas del chino en la cabeza, con una resemblanza al Baco de Caravaggio (y como tal bebí), supongo que tendré que colgarla, aunque no salga tan en plan modelito como en las anteriores. Era una fiesta hippy, en teoría, aunque fuera con flores del chino. ¿Para cuándo una fiesta de togas, como en el clásico Desmadre a la Americana, ese que aún no he visto? Habida cuenta de que la anfitriona era americana, todo es posible.

En fin, será mejor que deje esto antes de que diga algo que no quiera confesar. Ayer no era mi cumpleaños, pero lo será pronto, aunque ya me estrené en ciertos sentidos. Hum... Quizá me sentó mal ese bizcochito con una extraña crema blanquecina en su interior. Me las piro, que ya voy a decir cosas inconfesables.

viernes, octubre 10, 2008

Apuntes literarios.


¿Alguien conoce a ese autor francés que ha ganado el premio Nobel? A mí no solo ni me suena, sino que ni siquiera se escribir su nombre. Supongo que porque presto más atención a los autores muertos antes que a los vivos... No se, la verdad es que me importa más bien poco ese premio, ninguno de los autores a los que sigo lo posee. A quien es probable que no se lo concedan, de seguir ese camino, es al escritor de El niño del pijama a rayas.

Una de las críticas que se hicieron a Los Abrasadores fue la de que no estaba muy claro a qué público se dirigía, entre el infantil-juvenil y el adulto. A decir verdad, esa duda la he creado yo, y a conciencia. Me gustaría, puestos a pedir, que lo leyeran desde niños con nivel de lectura algo avanzado hasta viejos jubilados con mucho tiempo libre. Aunque, claro, si he de escoger un público potencial, diría el de los adolescentes como los que protagonizan el libro. Claro que hay niños que, en vez de Harry Potter y las vampiras de los huevos, leen a Sartre o a Marx. Cada uno con su grado de madurez...

Solo me hace falta ver esa nota del editor en la contraportada, tan en plan buenrollista (estimado lector, estimada lectora...) para saber que algún tipo de engaño hay. Dice: "Este libro no es solo para adultos, también es recomendable que lo lean niños a partir de trece años" ¿Cómo? No es que sea recomendable, es que este libro es para niños de trece años. Es juvenil, tirando a infantil. Que no os engañe el hecho de que, allá por Madrid, podáis verlo en manos de ejecutivos trajeados. Yo no soy tonto, que dirían. Por tanto, me sobra este otro comentario: "Creemos que es importante empezar esta novela sin saber de qué se trata" Eso valdrá para niños de ocho años como el que la protagoniza, pero un lector con cierto bagaje cultural, al ver el título, la portada y el hecho de que se desarrolla en Berlín durante los años 40, ya sabe de qué va el rollo y quizá incluso cómo puede concluir. Luego aquí hay un engaño por parte de los de Salamandra para vender más (cosa que han conseguido) Esta novela-cuento debería ser vendida en el virreinato en el que Oli y yo gobernamos durante algunos meses, sin necesidad de que algún padre censor fuera a meter sus narices en el libro (tan solo hay un caso de adulterio, pero ni se percibe)

Porque, sí, es un cuento: con su didactismo, su moralina, sus personajes arquetípicos a los que no se molesta en poner nombre (Padre, Madre, Abuela) y ese previsible final infeliz. Es sencillo deducir el secreto de su éxito: ligero de peso, letras grandes, capítulos cortos, facilidad de lectura. Todo ello lo hace perfecto para leer en el metro o en el tren. También ese desenlace que provoca un pequeño malestar en el lector, para que luego vuelva a las preocupaciones de su rutina diaria. La verdad, yo no se si existe una fórmula infalible para un best-seller o es algo que va por modas. El tema del Pijama no es nuevo. Recordemos las bufonadas de Roberto Benigni en La vida es bella, etc. Lo que me sorprende es que a ningún escritor español se le haya ocurrido alguna idea tipo El niño maqui o algo por el estilo... Ja, ja. Vendo la idea.

Así pues, vosotros mismos. Si queréis leer el libro, no perdéis nada. Incluso alguien que no lea jamás podría hacerlo con gusto. No es una mala historia, pero tampoco una obra maestra, como no suelen serlo por regla los números uno del ranking de más vendidos. Quizá sea yo que no soy lo suficientemente... sensible. Je, je.

miércoles, octubre 08, 2008

Casting.


En estos casos primerizos toda precaución es poca, por ello llegué con tres cuartos de hora de adelanto a la estación de José Isbert en Ciudad de la Imagen. No confiaba en la ligereza que demostró, valga la redundancia, el Metro Ligero; tuve que pagar un euro de más por un trayecto de apenas cinco minutos, en fin... Durante ese lapso, aproveché para repasar mentalmente aquellas preguntas que pensé podrían preguntarme, aunque no acerté mucho.

En el edificio de Europroducciones, la primera remesa de aspirantes fuimos conducidos por una simpática, jeje, ayudante de producción hacia una salita para rellenar formularios. Yo tenía el numerito 4, así que pasé con mi compañera de fatigas 3 a hacer el casting. La verdad, creo que ella se llevó la peor parte. A veces es difícil distinguir un casting de una entrevista de trabajo (comparten esencias comunes), y a ella la conminaron a que se vendiera, por así decirlo, como aspirante al concurso. Y, encima, la hicieron cantar, y yo ya estaba temblando. No es lo mismo imitar los gorgoritos de las Orejas Leire-Amaia en tu soledad que ante tres féminas desconocidas.

Pero no, amigos. Yo confesé que no había estado en ningún concurso, aunque mi familia sí que tiene experiencia en ganar premios. Hay cierto tipo de preguntas retóricas que me tocan los huevos. ¿Que si me pondría nervioso en el concurso? Pues claro, como todos, pero mucho menos que durante el casting. Al fin y al cabo, al concurso ya vas con la seguridad de estar admitido y, en el peor de los casos, por lo menos tienes los quince warholianos minutos de fama. Yo alegué, y es cierto, que la vergüenza la he ido perdiendo poco a poco a través de cortos, vídeos de Youtube, ejercicios de la escuela de cine, etc. Y que me gusta la mecánica del concurso porque requiere una buena base de vocabulario y la agilidad mental necesaria para saber usar cada término en su momento oportuno. A mí solo me preguntaron que si me atrevería a contar un chiste en el programa. Y sí, claro que podría. Solo que tendría que aprenderme alguno bueno, o improvisar alguna imitación de Chiquito de la Calzada. No creo que valga el del perro Mis Tetas que sugirió Santi...

Eso sí, acerté las cuatro palabras del Password. Mi compañera solo acertó una, no se si es que yo me expliqué mal. En todo caso, juzgad vosotros por mis pistas:

Extremadura-Ciudad-Capital-Teatro

Ciudad-Musulmana-Islam-Orar

Lluvia-Mojarse (no recuerdo qué mas dije, hum... ¿Objeto?)

Quien acierte se lleva una bolsa de Jumpers.

En fin, que tendré que estar al loro. Para ser mi primer casting de concurso, no salí disgustado. Y ahora, ahí os cuelgo otra foto del pelo-cazo, recién mandada desde el país de los duendecillos peluqueros.

martes, octubre 07, 2008

Cambio radical.


A la espera de poder contaros lo del casting (hay algunos apuntes pendientes...), por ahora cuelgo una consecuencia de mi fugaz estancia en Madrid. Unas manos habilidosas, y una plancha no muy sofisticada, consiguieron domar mi intratable pelo. He ahí el resultado. No se si os gusta. A mí sí, luego si me cogen para el concurso este será el look que pida al Rupert de turno. A pocos euros que gane, supongo que me dará para comprar mi propio alisador y así ser una especie de Zac León de vuelta no al High School, sino a la Filología (siempre he pensado que High School Musical es el reverso luminoso de El diez por ciento) He colgado algunas fotos parecidas en el Facebook, a la espera de que los duendecillos mágicos me envíen aquellas que restan...

sábado, octubre 04, 2008

Dos añitos.


Eso es lo que cumple este blog el domingo que viene, y voy a ir a celebrarlo en la ciudad que lo vio nacer: Madrí. ¡Felicidades! De momento solo quiero reseñar la fecha, ya escribiré una buena crónica sobre todo este fugaz viaje a la capital, casting incluido. Y que cumpla muchos más...

jueves, octubre 02, 2008

¿Pero esto es la Universidad?

¡Qué futuro tan poco prometedor se pinta a los jóvenes! No tenemos trabajo, y encima la calidad de nuestro semen es mala, aunque depende de en qué zona (para quienes vivimos en apacibles ciudades no contaminadas, y tampoco damos por ahora uso productivo a nuestro semen, no hay problema) Parece tontería, pero oye, junto a la de concursante televisivo, donante de semen puede ser una buena ocupación para ir sacando unos euros.
Para que no nos agobiemos, en la Universidad de León han decidido divertirnos. Se han celebrado unas jornadas de Bienvenida al Estudiante, de las cuales supongo estaré excluido. Una pena, porque eso de montar un barquito hinchable, de esos en los que solo los niños muy pequeños se suben, pues oye, tiene su gracia. Habría que decirle al nuevo rector que mejor lo dejaran para época de exámenes, ya que botar contra las paredes tiene que relajar más por entonces. Como sea, es más sano que una espicha (aunque lo más divertido sería ir primero a la espicha y luego al barquito) Yo, al menos esta semana, creo que reservaré la pasta de esos saraos para ir a Madrid a tener la oportunidad de ganar bastante más. Como el calvito que concursó hoy, qué honesto: dijo que quería el dinero para irse de juerga pero el pobre no se llevó nada. Yo, más generoso, diría que lo quiero para irme de juerga con mis compis de Filología, eso sí, con los de mi curso, que son pocos.
En fin, demos por buena esta primera semana de curso, que abriga un sentimiento esperanzador respecto al desarrollo del mismo.
Y el domingo que viene... ¡Segundo aniversario de este blog! ¿Lo celebraremos con algún cónclave? Ja, ja.

miércoles, octubre 01, 2008

¡Happy Birthday!


Aunque el día casi se haya terminado, no me olvido, no; de hecho, ya le felicité en su Facebook, pero este blog no quiere quedarse atrás. Así pues, felicidades sean dadas, Mr. Oliver. La foto me la mandó él, y está bastante mejor que la del Facebook jaja... Y que nos veamos quizá este domingo en un nuevo e inesperado cónclave de comienzo de curso.


PD- Mañana es posible que abra la nueva temporada de mi blog poético, con la segunda parte de un poema que os gustó bastante: Fantasmas.