domingo, septiembre 30, 2007

BRAVO BRAVÍSIMO, MAESTRO.


¡Eres divino!, como le gritaba una groupie maruja justo detrás nuestro. Si, yo no creo en Dios pero sí en que ciertas personas parecen tocadas por la gracia de la Naturaleza, como este siciliano descendiente directo de sus compadres del Renacimiento, cantante, pintor, director de óperas y ballet, incluso director de cine (¿alguna película suya llegará aquí?)

Ni siquiera el hecho de que me tocara una butaca rota fue señal de mal fario para el portento que Oli y yo nos disponíamos a ver. El palacio de exposiciones y congresos parecía un recinto muy frio, pero al final se acabó derritiendo. Había mucho pureta nostálgico, pero también jóvenes muy entusiastas. Franco Batiatto tiene gran cantidad de fans en este país por los discos en español que sacó en los años 80, verdaderos superventas. Sí, esos fueron los que me llegaron a mí vía automóvil. Franco es tan de los 80 como los Goonies o Indiana Jones, aunque su carrera comenzara bastante antes. A su respetable edad, tiene una energía y un genio que para sí quisieran los panolis clónicos vía Operación Triunfo u otros engendros. Esto es música, señores.

Y comenzó engañando, en plan tranquilito, solo él ante el piano, pero como bien dijo, no iba a estar toda la noche él solo, así que pronto dejó las baladas para rodearse de un par de jóvenes guitarras y un batería, comenzó a darle caña, porque en directo puede hacer sus temas mucho más rockeros de lo que suenan en estudio, y pronto llegó el primer gran éxito, Nómadas.

Pero Franco no se ancla en viejos temas, de hecho la misma razón de su presencia en Madrid es la de presentar su nuevo disco, Il Vouto, prueba de que sabe adaptarse a los nuevos tiempos es que escoge colaboradores jóvenes y de estética moderna, como el grupo de rockeras góticas de las que se rodeó más tarde, y que le irían acompañando de manera intermitente hasta el final.

El cantante hizo tres amagos de abandono, que nadie creyó porque le faltaban sus temas más insignes, no podía defraudar y no lo hizo. Se despidió la primera vez con La estación de los amores, y en el primer bis se arrancó con Yo quiero verte danzar, y ahí ya la compostura que estaba guardando la gente se vino abajo, el respetable, sobre todo en la planta baja, se levantaba de las butacas para bailar junto al escenario, no tanto en nuestro anfiteatro, y el ritmo siguió luego con Cucurrucucu paloma. El intimismo volvería con la imprescindible El animal, antes de un final apoteósico que incluyó un remix de varios temas, y el toque final de Centro de Gravedad Permanente, ahí ya casi todo el mundo estaba de pie y dando palmas, el que escribe incluído.

Bravo y bravo. Y que no sea el último concierto, por favor. Solo puedo poner una pega. Una ausencia. Los que siguen el blog o son fans abrasadores ya saben a qué me refiero. Se admiten apuestas.

Que el ausente gobernador de Libia os acompañe.

sábado, septiembre 29, 2007

Tres libros de autoayuda.


Que nadie se alarme, no son libros que encontraríamos como tal en la sección de autoayuda de las librerías, cual si fueran algún manual de Napoleón Hill, autor del que por cierto dudo que haya existido de verdad, aunque prometo que algún día investigaré. Si son de autoayuda es porque me he auto - ayudado con ellos a mí mismo, de alguna u otra manera. Dado que hace bastante que no actualizo las recomendaciones del gourmet (o como se llame), aquí hay tres lecturas muy interesantes, aún cuando no seáis ateos, ni bisexuales, ni queráis dirigir un corto.


- Tratado de ateología, Michel Onfray. Es el de la foto. Un panfleto, entiéndase este término en positivo, demoledor que afirma sin concesiones lo que yo ya sabía de antes: que no hay Dios ni ha habido nunca, y que todas las religiones no han sido otra cosa que una respuesta del hombre ante el miedo a la muerte, e instrumento para quienes quieren dirigir a los demás. Altamente recomendable para todos, incluso para quienes creáis en algún hipotético ente. Que yo respeto. Pero no comparto.


- The bisexual´s guide to the universe, Kristal and Szymanski. Junto al anterior, otro título candidato a ir directo a la hoguera. En inglés, lo podéis encontrar en tiendas especializadas o, si tenéis suerte, ir a comprarlo al mismísimo barrio de Castro en San Francisco, como hice yo. Una guia muy divertida para quienes, como decía el Espantapájaros (¿o era el Hombre de Latón?), del Mago de Oz, van por los dos lados. Tiene cosas bastante frívolas, pero en general es muy didáctica. Es un libro que solo podría haberse escrito en Estados Unidos, con todo lo bueno y malo que tiene ese país.


- Cómo se hace un cortometraje. Kim Adelman. Como decía Javier el otro día, ha llegado la hora de pasar a la práctica. Pero nunca viene mal leer un manual breve y entretenido como este, eso sí, muy orientado a la industria USA que, como sabrá cualquiera cuerdo, es mucho más potente que la nuestra. Es curioso hasta qué punto puede ayudarme este libro teniendo en cuenta que la mayoría de consejos que da no voy a tenerlos en cuenta. Ahí se habla de cortos. Y yo quiero hacer un largo. En fin. ¿Y por qué no? ¿Porque queda peor en pantallas de cine? No hay que ser Nostradamus para ver que en el futuro ya casi nadie irá a las salas de cine. Esta semana ha cerrado otra cadena...


Si queréis conseguir estos ejemplares, ya sabéis que siempre habrá un solícito vendedor del Corte Inglés que os atenderá con amabilidad, siempre y cuando no sea un sábado por la mañana (¡queda una sola semana para el aniversario del blog y del Five Carros Affaire!)


Habrá que celebrarlo.


PD- Que el gobernador de Libia, a cuya recepción esta noche asistimos, ayude a Víctor, Cris y Nina en su nueva vida en Majadahonda. Y que yo les pueda visitar, con tortillas o sin ellas.

viernes, septiembre 28, 2007

Buen cine y tapas con sabor a la tierra.


Cercana ya mi despedida, ayer tuvo lugar un acto de hermanamiento entre León y Madrid, que espero sea anticipo de lo que nos puede deparar este curso. En el encuentro estuve con Oli y dos paisanos, Gema, que trabaja con él en Pozuelo, y su hermano Javier, que es director de cine y estuvo dando clase en la escuela de cine de Ponferrada (DEP) También ha escrito un par de libros, uno de ellos sobre ciencia ficción, género en el cual está enmarcada la película que fuimos a ver. Por cierto, os recomiendo su blog, http://www.saberius.blogspot.com/

Había un ciclo de este estilo en el Círculo de Bellas Artes, y la película era El increíble hombre menguante, de Jack Arnold, todo un clásico que luego dio pie a innumerables plagios, y que yo aún no habia visionado. Me gustó sobre todo al final, cuando el hombre es totalmente diminuto y tiene que enfrentarse a un entorno hostil. Más que el comienzo, cuando empieza a menguar me trae recuerdos ineludibles de la Tierra Media.

Tras el filme, fuimos a tomar unas tapas, algo raro en Madrid, sobre todo que no te las cobren, pero también hay bares de este estilo, que hacían rememorar el Barrio Húmedo, por eso y también porque hablamos del proyecto que Javier trae ahora entre manos, ni más ni menos que la biografía de Genarín, si alguien aún no sabe quién es por favor que pregunte al leonés que tenga más cerca, y es fácil porque los hay por todas partes, qué es lo que hizo la noche del Jueves Santo pasado... O que busque en Wikipedia, quizá mejor Frikipedia. Yo ya le dije que si necesitaba algún extra, quizá un joven parroquiano de Casa Benito en el año de su inauguración, 1915, contara conmigo. Posiblemente quien le interprete sea el padre del portero de Aquí no hay quien viva, a quien el papel le va como un guante.

En fin, dado que ellos ahora mismo tienen más obligaciones, yo ya dije que si no les veía por la tierra en la medida de lo posible procuraría pasarme por aquí y retomar el contacto, que entre cazurros hay que ser algo endogámicos. Yo regresaré en brevis, me voy ahora a dar una última puntilla a mi traslado de expediente, y confío en que el último post del mes sea la crónica del concierto de Franco Batiatto, esperemos que no se olvide del gobernador de Libia que vela por nuestros pasos.

domingo, septiembre 23, 2007

Gran estreno cornudo este martes.


Hago un llamamiento de solidaridad ante el primer proyecto totalmente profesional del amigo Hopewell, una década después de nuestros sonrojantes inicios. Además de la serie Independizados, cuyo enlace tenéis en la columna de la derecha, el día 25, si todo va bien y el tiempo lo permite (ja, ja, ja) se estrena Herederos, título más juicioso que el Toreros original, una soap opera con ecos de las que florecieron en Estados Unidos durante los años 70 y 80, en este caso la saga familiar se centra, cómo no, en el mundo del morlaco, tiene a Concha Velasco de matriarca y no se qué tal estará, pero al menos el auxiliar de dirección seguro que habrá cumplido bien su trabajo, atentos a los créditos.

Yo el martes curro y no llegaré desde luego a las diez, si acaso igual al desenlace, pero para la gente que pueda, enchufad el canal público a ver si esta vez han gastado nuestro dinero en algo de verdadero interés. ¿No se quejaban de que en TVE ya no retransmitían corridas de toros? Pues toma. Así que, aunque odiéis los culebrones, o seáis miembros del Front de Alliberament Animal o como wevos se diga, o tías buenas de esas que siempre se quedan en peras antes del San Fermín, tened en cuenta que este es un pequeño paso para el hombre, pero grande para un grupo de chavales cuyo bautizo artístico fue interrumpido por las fuerzas de la ley.

Martes 25, 22:00, TVE. Ya sabéis. Quizá si hago mucho la pelota me acaben cogiendo de guionista, que la escuela puede que haya desaparecido, pero el sobresaliente que saqué en Guión de TV aún permanece...

sábado, septiembre 22, 2007

¿Pero alguna vez existieron los chinos gays?


Los prejuicios respecto a las razas son algo que pueden verse más o menos modificado según nuestras experiencias particulares. Por ejemplo, la imagen que tenía acerca de los gitanos se ha visto corregida y aumentada en mi estancia en Telepizza (y menos mal que yo no atiendo en caja) Luego están los chinos, cuya tipología coincide bastante con la de sus compatriotas de León, aunque aquí hay una variación más, la del chino ambulante que va vendiendo cervezas Kronenburger, otras latas, bocadillos, arroz y tallarines para los hambrientos noctámbulos por Chueca, Gran Vía y otros barrios. Sospecho que hoy me encontraré a más de uno.

La sensación que tuve ayer nada más comenzar a ver la película Happy Together, de Wong Kar Wai, fue de una estupefacción semejante a la de cuando esta misma semana me enteré de que Martin Scorsese iba a dirigir el spot de Freixenet, desconozco si fichando a Leonardo di Caprio como el duendecillo que siempre aparece con la gorra calada hasta las orejas. Tengo tan enraizado el mito, que no me acostumbro a ver a dos chinos gays, mucho menos en una escena amorosa (y sexual) De hecho, al principio me costaba distinguirlos a los dos, y eso que prácticamente no sale nadie más en la película, les diferenciaba en que uno llevaba un pendiente en la derecha y el otro en la izquierda, y uno se llamaba Fai y el otro Poh o algo así. Incluso me parecía chocante que, cuando uno trataba de seducir al otro, su jerga (la vi en VO) me resultara semejante a la que se escucha de fondo cuando vas al Bazar Xuan Chen o sitios por el estilo. Desde luego que es cuestión de prejuicios, admitámoslo. ¿Dos chinas lesbianas? Eso forma parte del ideario de muchos hombres libidinosos. Pero dos chinos...

La culpa en gran parte la puede tener su país de origen. Es una de las ideas que quería expresar en el proyecto de ÍTAKA. Las dictaduras, tanto las bendecidas por la Iglesia, como las únicas que no lo son, las comunistas ateas, tienen un punto en común sin embargo: su aversión por la homosexualidad, y por tanto la transexualidad e incluso la bisexualidad. Que unos lo hagan en nombre de Dios y otros en el de la Revolución, el Estado, bla bla, todo la misma mierda. Que no os confunda la gorra de Mao que llevo en la foto de la derecha. Yo a China sería uno de los últimos sitios a los que iría. Sobre todo, porque tiene un puritanismo tan sumamente ridículo, que no obstante se mitiga en lugares como Hong Kong, de donde son oriundos los gays del filme, una manera de tratar a sus ciudadanos como si jamás hubieran abandonado la guardería. No me cabe la menor duda de que esta película jamás se ha podido ver allí, a excepción de en el top manta. Y creo que ya eliminaron la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales, aunque no lo afirmaría muy alto. Así cualquiera se hace una potencia mundial...

Conclusión: la orientación sexual no entiende de razas, culturas ni regímenes ni nada de eso. Obviamente, no en todos los sitios tiene la misma esperanza de sobrevivir...

martes, septiembre 18, 2007

ÍTAKA


Una vez más. Vamos allá. Allá vamos. (Sin duda la frase del año)

Yo no dispongo de la nave de Odiseo para regresar a mi Ítaca (definitivamente, pongamos Ítaka), más bien una flotilla de buses y una fuerza que no es ni la mitad de un guerrero heleno. Esta noche, mis alforjas serán livianas. No lo soportaría de otra manera, después de un Crazy Tuesday que en esta ocasión más que loco podría ser más bien titulado Martes Como Una Puta Cabra, porque a la una y media de la mañana voy a ir a León, para por la mañana presentarme en el Alféizar (¿verdad, Eguenio? jeje) Ya veremos si el traslado al campus, sin metro, se deja para el jueves.

¡Ah, ah!

De mi nuevo proyecto, no tengo nada escrito. Salvo las notas, desde luego. Y una primera frase, hipotética: Me gusta la belleza. El resto solo es ponerse. En concepto, solo diré que trata de un regreso, obvio dado el nombre, y una huída. Por ahora, solo comentaré el retorno. ¿ A dónde, a un mero lugar físico? No, desde luego. No solo eso. Es volver, volver. Me alegro que Almodóvar me quitara el título, porque el mío es mejor. No es un homenaje a las cintas de los 80, pero podría llamarse Regreso al pasado, porque lo del futuro no tiene mucha lógica. O Regreso a la universidad, como se titulan muchas películas de novatos y otras tribus yanquis. Incluso podría decantarme por la serie Z y llamar a Carlos Suárez, ese director de fotografía que abandonó el barco de Ponferrada antes de que se hundiera, y proponerle una continuación de su película Tuno Negro para hundir la reputación de la universidad de León, como antes se hizo con la de Salamanca.

En realidad, las palabras no me salen ahora mucho porque, pese a que tengo casi toda la película pensada, hasta mi vuelta no podría organizar estos elementos. Aquí yo en una por otra parte buena mesa de trabajo, pendiente de una perra, de la liga de campeones, de un viaje, poco se puede hacer. Me alivia al menos que no se trate, como al anterior sobre el psycokiller, de un guión que tras acabarlo se arroje a un cajón o a una lista de correos. Esto podría rodarse. De hecho, podría durar cinco horas, tantas como las conversaciónes que siempre tenemos en los cafés leoneses. Podría ser una obra teatral, quizá de ese teatro del absurdo del que hablamos a primeros de año. Podría ser mucho o podría no ser nada. Por el momento, lo de mañana ya empezará a ayudar en serio.

sábado, septiembre 15, 2007

La promiscuidad de las musas.


Meditándolo bien, quizá este año no sea tan distinto del pasado, si acaso parece haber una cierta evolución, y eso siempre está bien. Esta vez me marcho en octubre, no en noviembre, pero esta vez con un proyecto estable al menos en lo formativo. Y, cuando estuve allí, ya empezaron a fluir las ideas cual río Merced desbocado.

Algo iremos mejorando, porque en esta ocasión el proyecto lo tengo incluso antes de aterrizar allí. Bueno, más que el proyecto, otro más, porque como indico en el título, las musas me acosan bastante con sus servicios. Y yo qué le voy a hacer, igual hubiera sido más feliz haciendo un módulo de fontanero (habrá quien lo haya propuesto), pero no tengo elección. Pero incluso la idea inspirada supone un salto cualitativo. En el tardo-otoño pasado, que en León ya es casi como invierno, parimos Vagos y Maleantes. Tal y como comentamos Oli y yo, se podría continuar, porque siempre rodábamos en domingo, pero teniendo en cuenta que empezamos a rodar en febrero, y que no tenemos mayor intención de hacer más capítulos de los que hicimos este año, no hay prisa y solo se hará si se puede mejorar.

Pero esta vez ya no solo escribiremos en León en invierno: León en invierno será no solo la ambientación, sino un protagonista más de una historia que yo veo como un cuento gótico invernal, navideño habría que negociarlo, que continúa a mi juicio con mayor acierto el relato que escribí este verano. Escrito a modo de guión de largometraje de bajo presupuesto, para, si dentro de unos años no podemos rodarlo, al menos poder venderlo a quien no lo vaya a destrozar, esperaré a estar en los escenarios apropiados para escribirlo, y no descuidaré desde luego aquellos retoños que ya parió la musa.

Pero esto no es labor de uno, así que colaboradores cazurros, estad al loro, que esta vez vamos en serio. Si podéis, id viendo La tormenta de hielo, de Ang Lee. Y el resto ya lo hablaremos...

Que el gobernador sociata de León nos acompañe. (y nos financie)
PD- Ayer antes de dormirme se me ocurrió que el título provisional podría ser el de ÍTACA o bien ITACA, pero entré en imdb y ya hay dos títulos de esta guisa, por ello, ¿por qué no hacerlo más radical y llamarlo ITAKA? Se admiten propuestas.

jueves, septiembre 13, 2007

La sal de la tierra.


Buen momento para ver este valiente filme de izquierdas, producido durante la época más áspera del Macartismo, no en vano tanto su director, Herbert Biberman, como buena parte del equipo fueron incluidos en la infame Lista Negra de Hollywood. Fue prohibida, claro está, hoy en día la película se guarda en la biblioteca del Congreso de Estados Unidos por su gran valor socio-histórico.

El concepto de la película es una discriminación dentro de una discriminación. En una explotación de zinc en Nuevo Méjico, los mineros chicanos se rebelan para tener los mismos derechos que sus compañeros anglos, y empiezan una huelga que, cuando les obliguen a abandonar, será continuada por sus mujeres, provocando un curioso cambio de papeles en las labores tradicionales de hombres y mujeres, venciendo la reserva del machismo de los mejicanos , que a fin de cuentas no olvidemos proviene de nuestros machismo español judeo-cristiano.

En mi trabajo la verdad es que no hay discriminaciones. Los hispanos son mayoría, pero todos, sin distinción de sexo y raza, cobramos lo mismo aguantando lo mismo. Lo tomas o lo dejas, yo soy de los que se pueden permitir dejarlo, y a eso me iba a disponer ahora, aunque, teniendo en cuenta que es mi primer día libre semanal, no me apetece mucho pasarme por ahí, vamos a ir a la filmoteca por tercer jueves consecutivo y ya mañana espero que, venciendo mi indecisión, lo confirme. No quiero despedirme a la francesa, como el anterior, que se que eso solo fastidia a quienes están en mi misma posición. Dos meses, bueno, ¿qué tiene eso de raro? Hay quienes acuden el primer día y luego salen escopetados...

miércoles, septiembre 12, 2007

¿Ahí te dejo Madrid? No será para tanto.


Desde luego que también hay pedigrí en las universidades. Solo hay que ver las trabas que me pusieron en la Complutense, imagino que por su mero nombre, para matricularme, y ayer llamé a la universidad de León para informarme, y se diría a poco que me iban a poner la alfombra roja. Supongo que están esperando nuevos alumnos con los brazos abiertos, porque lo normal es que los de León se vayan a estudiar fuera, pero para mí lo normal y lo lógico son conceptos un tanto lejanos.

Pese a todo, tengo motivos para estar confuso. Pero es ahora o nunca. Con salida o sin ella, una pérdida de tiempo o no, aunque no me sirva para escribir mejor (eso es algo que no hace falta que me diga nadie), lo único que se a ciencia cierta es que llevo tres años intentando reengancharme, así que tal vez sea una razón de mera cabezonaría, pero, hagamos recuento, esto no significa tres factores que yo ya he desechado de antemano:

a) Que me vaya a quedar cinco años allí. De lo malo, malo, esta carrera es oficial, admite traslados de expediente, intercambios nacionales e internacionales.

b) Que durante cinco años me dedique solo a ello. Esa es la gilipollez suprema. Ya no solo es que vaya a tener más tiempo para escribir. Pero no solo es escribir. Sí, claro, aquí en Madrid hay contactos y bla bla, pero quien se lo tiene que currar soy yo, darle alas a estos proyectos. Y eso voy a hacer, aprovechando que puedo destinar el dinero que iba a gastar aquí a ello. De momento, quiero seguir aprovechando Youtube, ahora de otra manera, quiero hacer un tráiler o teaser para el libro de los Abrasadores, se que no es muy usual pero por ello me atrae la idea, no se cómo lo haré pero al menos se que podré rodarlo en sus escenarios naturales.

c) De dejar Madrid nada de eso. Tengo aquí dos pisos de la familia. Aunque sea en fines de semana, hay posibilidades de rodar, salir, ir a conciertos o a lo que sea.

No se si me estaré equivocando, en ese caso que el gobernador de Libia me asista.

lunes, septiembre 10, 2007

Rodaje con aires de despedida


Ayer tuve el privilegio de asistir a mi primer rodaje de la serie Independizados, cuyo enlace a su página web tenéis en la columna de la derecha. Dado que yo no envié ningún guión, ni actúo, y tampoco hace falta un gran equipo técnico, que las tablas de Hopewell se valen por sí solas, pues decidí hacer el catering, ya que el cocido del pasado domingo pareció haber sido buena idea, lo repetí añadiendo una tortilla de patatas y algo de embutido de la tierra (de la mía, claro) Nada rebuscado, pero mucho mejor que si el equipo se hubiera desplazado ahí abajo a degustar esa infracomida. De hecho, lo degustaron cual festin.

Todo hace parecer que la aventura en este piso, que tal vez pudiera llamarse Tres hombres y una perra, si no fuera porque suena a porno, va llegando a su fin. Por nada traumático, eso sí, tan solo por esos cambios, a mejor, que de vez en cuando la vida tiene a gusto de otorgarnos, aunque es una pena, porque aún cuando he pasado la mayor parte de estancia aquí en solitario, creo que este ha sido el mejor piso en el que he residido en la capital, por situación, comodidad y todo. Pero aún no ha llegado el momento en el que podamos permitirnos pagarlo entre dos, así que habrá que pensar qué ruta tomar ahora. Tarea nada fácil, que esperemos no sea un disparate más como los de antes.

Confío en que Nacho y yo podamos pensarlo durante una tertulia a lo María Teresa Campos, de quien es una pena que no esté ya en la tele. Era nuestra inspiración...

viernes, septiembre 07, 2007

Deja Vú: Crónica del disparate universitario. (2ª parte)


5) Yo siempre creo hacer lo mejor. Aunque me equivoque. ¿Tiro los años de Ponferrada por el retrete? En absoluto. Allí aprendí. Y de muchas clases puedo decir sin reparo que me gustaron bastante. Ahora bien, de cara a mi carrera profesional, ¿mereció la pena? ¿No fue la crónica de un desastre anunciado? ¿Pude anticipar que a estas alturas ya no existiría? ¿O que el título no sería homologado? ¿Quizá mi problema fue que no hice los contactos necesarios? Preguntas sin respuesta.
6) Regreso a Madrid. No es que fuera el Return of the King. Iba a echar para Filología. ¿Por la UNED? Creo que sí. Otra cosa de plazos. O de desgana. Pero no cundió. Mi amiga Alejandra, colega de la clase de Guión, estuvo unos meses en Madrid. Luego se volvió a León y se puso a estudiar otra carrera. No se si debería haber seguido su ejemplo, pero en fin. Era tan solo el comienzo.
7) El segundo año fue más típico. Tras matricularme de varias asignaturas de la UNED, apruebo dos. Es lo que la gente suele hacer. De hecho, me encontré con otro chica con la camiseta de Yo sobreviví a la ECP, que también tenía un par en su zurrón. En aquel momento, comprendí que los trabajadores precarios, como yo por aquel entonces (y por este ahora), a duras penas pueden conseguir más, habida cuenta que es bastante más complicado que te den un par de librotes y te pidan que te los trabajes, antes que leerte tus propios apuntes. Ya lo decía yo de broma, con fondo serio. Si quería licenciarme por la UNED, lo haría con cachaba.
8) Debacle absoluta. Como en cierto corto versionado un par de veces, tiro de la cadena con el dinero de la matrícula dentro, un dinero que no me pertenece. No he aprendido. Si aprobé dos, ahora cojo cinco. Y por culo me la hincan, claro, porque tras abandonar a las bravas el Corte, en León empiezo a leer unas aburridísimas novelas hispanoamericanas, y finalmente paso y me pongo con algo tan poco intelectual como Vagos y Maleantes. Me prometo a mí mismo, y esas son las peores promesas, que si vuelvo a esa endemoniada carrera, por la vía que sea, me lo tomaré en serio.
9) Llegamos hasta el día de hoy, y la enésima cara de tonto que se me queda tras una visita para conocer los plazos, replazos, papeles, vueltas y permisos que requeriría para, una vez más, ser el paleto que llega veinte días tardes a pedir los apuntes de una asignatura en la que ya me haya matriculado tres veces.
10) Conclusión: A quienes leáis el blog, aunque no me dejéis comentario, eso poco importa, prefiero de motu propio: ¿creéis que perdí la cordura definitivamente tras lo de Ponferrada? Yo no tiro la toalla. En absoluto. Es más, creo que cada vez escribo mejor. Y no solo escribir, quiero conocer otros campos del conocimiento artístico, como el dibujo o la música, y tengo la suerte de tener una creatividad inagotable, otra cosa es que eso de para comer o no. A mí no me interesa hacer novelas como Castillos de Cartón de Almudena Grandes o Contra Natura de Álvaro Pombo, por poner dos ejemplos de literatura española contemporánea que no he podido terminar. Quiero hacer cosas que me gusten. Si para llegar a eso me toca tragarme algún culebrón o ser el negro de César Vidal, valga que me exploten, pero al menos que lo hagan en mi campo. Y para ser escritor, ahora mismo no se me ocurre ninguna carrera mejor que esa. Si al final voy a León, eso no quiere decir que vaya a terminar allí. Pero si el medio de sacarse la carrera es ese, pues allá vamos, y que el espíritu cazurro que ha parido tantos buenos escritores en esa tierra me inspire.

Si esa es mi decisión final, solo quiero entonces disfrutar de esta también magnífica ciudad este año, cuando pueda entre pizza y pizza.

miércoles, septiembre 05, 2007

Intermezzo- Martes Loco.


Antes de presentaros la segunda y última parte de mi desquiciado periplo universitario, un par de apuntes acerca de este martes. Tras esbozar un par de notas para posibles secuencias del guión con psicópata a bordo, decidí volver al fin al proyecto pre- viaje USA, como supondréis se trata de los Abrasadores pero, una vez delimitadas ya las siete sinopsis que conforman el esqueleto de la serie, me tocaba regresar al segundo libro, Guardianes del Umbral. Ya os dije que este será más largo, quizá el doble, y que por ello no tengo prisa en terminarlo, para el próximo año si acaso. Ha sido tan solo releer las cincuenta páginas, tres capítulos, para volver al mono. Me quedo con ganas de más, y solo en mis hombros recae la responsabilidad de continuar. Es como si me observara al espejo diciendo: Vamos, capullo, sigue, que quiero ver qué pasa. ¡Y eso que yo ya lo se!

Mientras vivo para ver si llega el día en que esos libros me den dinero, hay que currar, aunque sean cuatro horas, que en determinados momentos pueden cundir como ocho. Era un Martes Loco, y eso se explica porque la pizza está a mitad de precio, y teniendo en cuenta lo cara que, a mi juicio y el de la mayoría de gitanos que vienen, es, deberían mantener siempre ese precio si no fuera porque entonces no saldríamos de allí ni a las tres de la mañana. Locos casi acabamos todos los que curramos allí. Pero bueno, a ver si mañana regreso con mis pequeños héroes que, acabe donde acabe, seguro que me acompañan...

lunes, septiembre 03, 2007

Deja Vú: Crónica del disparate universitario. (1ª parte)


Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, aunque por lo que a mí respecta, podría caer cinco, seis, siete, las que hicieran falta. Cuando esta mañana visité el campus de la universidad Complutense, me dio la sensación como que esa película ya la había visto, más joven. Y es la pura verdad. Allí estuve matriculado hace bastantes años, y me reencontré con escenarios imborrables de mi memoria, como la facultad de Ciencias de la Información, en la cual no fui admitido pero al menos solía pasar allí a comer. La única novedad es que ahora han montado un comedero nuevo, al cual, según un edicto popular, están invitados todos los miles de homeless que pernoctan como pueden en Madrid. Es una iniciativa dentro de la acampada que se ha hecho en los jardines cercanos al metro, en protesta por la falta de acceso a una vivienda digna, y que aún sigue allí tras las amenazas de desalojo de este fin de semana. Mi meta final era la secretaría de la facultad de Filología, testigo de mis numerosos errores burocráticos, como el que hoy ha ido a engrosar la lista.
Porque mi intención primera, tras el naufragio de la UNED, era dar una segunda chance a la manera tradicional, con apuntes, clases y bla bla. Y lo sigo pensando. En lo que discrepo es en que sea esta la ciudad adecuada. Analicemos la situación. Ahora estoy en un Telepizza que me paga unos 230 euros al mes, sueldo que por cierto voy a tener que esperar cuarenta días hasta que me lo den desde que firmé un contrato que, ¡pardiez!, ahora que recuerdo tampoco he pedido. Muevo hilos para ver si me readmiten tan solo de sabadero en el Corte, no por nostalgia, sino por un estipendio más magro. Si yo quiero vivir con 230 euros al mes en Madrid, lo mejor será que me agregue a la comunidad de los No vas a tener casa en la puta vida en los jardines complutenses. Así que creo que voy a esperar un último curso, hablando en términos académicos, por si me surgiera algo de verdadera enjundia que justifique el altísimo alquiler de esta capital. Y si no, mejor la termino en León y, si quiero regresar, al menos que lo haga como licenciado, y si luego tengo opción de seguir con locuras audiovisuales, pues tanto mejor. Ya estoy cansado. Han sido ya casi una década de dimes y diretes estudiantiles a lo largo de tres ciudades, algo que intentaré exponer a groso modo, no apto para estómagos sensibles.

1) La gran puta de la selectividad me arruinó desde el principio. No diré que 7,3 sea mala nota, pero podría haber sido mejor. Yo he sacado siempre sobresaliente en Inglés, he estado en Inglaterra y Estados Unidos y ahora mismo estoy leyendo un libro en inglés. Pues la primera vez que suspendo es en selectividad. Si esto fuera un país civilizado, serían las propias universidades las encargadas de delimitar sus pruebas de acceso.
2) ¿El cursillo de guión de Septima Ars? Bueno, no estuvo mal para empezar. Que queréis, para 300 horas, que ni siquiera llegaron a cumplirse íntegras. Pero a mi juicio fue una buena toma de contacto con el audiovisual.
3) Amenábar me jodió a la manera inconsciente, porque de lo contrario mí no poder comprender cómo es que la nota de corte de Comunicación Audiovisual de la Complu se puso en 7,6, fue su efecto de niño prodigio ( y sobrevalorado) el que ha hecho daño a toda una generación de ilusos. Esto no lo digo yo, lo dijo Gonzalo Suárez o algún otro jerifalte de la inexistente escuela. Por tres míseras décimas me quedo fuera. Y otro patinazo me impide acompañar a Hopewell en la misma carrera en Aranjuez. ¿Opción? Filología, comenzando cuando el curso ya lleva veinte días.
4) ¿Me quedé allí a seguir la carrera con el alegre grupo de Juanis que tenía por compañeras? Saqué buenas notas, pero no. Quería insistir en Comunicación, esta vez en Fuenlabrada, la Rey Juan Carlos. Obtuve plaza. Y ocurrió. En la terrible residencia del barrio de Salamanca en la que malvivía, un poltergeist se apoderó del aparato de radio y, mediante la transmisión de Luis del Olmo me informó de la creación de una escuela de cine en Ponferrada…

sábado, septiembre 01, 2007

Esta rata me la pido yo.


Hace cosa de un año, sucedió en este piso una de las historias más surreales que recuerde, una plaga de ratoncillos que se colaban por los conductos de aire acondicionado y que, para colmo, resulta que venían del Telepizza que tenemos justo debajo, huelga recordar que es en el que yo trabajo.

Tras ver la película de nombre tan complicado de escribir, la verdad es que siento un poco de lástima aunque comprendo por qué Víctor y Adri tuvieron que ejecutar a escobazo limpio a aquellos roedores. Ya lo decía el padre de Remy a su hijo, el mundo de los humanos está lleno de peligros. Yo era muy escéptico con esta película. Tras el bodrio de Cars, vi que otorgaban muy buenas críticas a esta, y pensaba que estaban sobrevalorándola. Pues no. Es tan genial que nos reconcilia con el género ratuno y, de hecho, para mí quisiera tener bajo la gorra del Telepi a un roedor así que me guiara los pasos cuando se forma un caos tan grande como el de ayer. Un compañero parece que se ha despedido de nosotros de manera tan francesa como la ambientación del filme, por ello hubo momentos en los que no dábamos a basto. En fin. Que yo sepa esos locales tampoco son frecuentados por críticos gastronómicos...

Tras ver la peli, me entraron ganas de cocinar eso sí. Nacho y Víctor, os espero como conejillos, que no ratas, de Indias. Y, como hacía Rambo, yo al menos ya no podré decir eso de ¡Odio las ratas... las odio!!