domingo, octubre 21, 2018

Cumpleaños salchichero.



Llevamos dos años seguidos celebrando la versión casera del Oktoberfest, con gran alegría al precio de una importante orgía calórica. ¡Carpe diem! Es solo una noche al año. Y, esta vez, coincidió justo con mi cumple. ¿Cómo resistirse a convertirlo en un dos por uno? Además, Claudia me regaló una colección de mostachos fiesteros del Tiger, por lo que el alma bávara al menos se recogería bien en fotos como la que he incluido aquí. Al igual que en la edición pasada, la fuente de salchichas resultaba una absoluta desproporción para cinco personas (una de ellas vegetariana), a menos que hubiéramos dispuesto celebrar una especie de suicidio ritual y colectivo. Yo tomé cuatro, bien regadas, con chucrut para digerir y, de aperitivo, un pastel de puré de patata con, sí, más salchichas que el chef Ricardo nos había preparado. Y lo que le sobrará... 
Estoy muy contento con todo el transcurrir del fin de semana, también con los regalos recibidos, entre los que hay variedad y calidad: un libro de relatos de horror de Ligotti, un diccionario de cultura japonesa, una hermosa libreta para apuntar sueños, un juego de mesa como los que nos gustan, una novela de George Eliot y, como broche, un retrato de mí mismo transformado en Poe. Este último, obra de Antonio, luce tan bien que le tendré que buscar un lugar con más espacio. Ahora me encuentro, en cierto modo, digiriendo todavía no solo la cena sino buena parte de las sensaciones y vivencias de este aniversario. Durante el que, ya es casualidad, vino a León mi autora analizada, Beatriz Gimeno, pero reconozco que pasé bastante de ir a verla. La tuve muy en cuenta, eso sí, para enviar la corrección de la reseña que dijeron que me publicarían con modificaciones. Esperando a ver si es verdad, la próxima semana, aparte de las sesiones de gimnasio con las cuales diluir la grasa salchichera, voy a continuar con los artículos, verdadera pesadilla de este doctorado. Habrá que confiar en que, siguiendo todos los brindis del día de ayer, realmente este nuevo año que empieza para mí sea bueno. ¡El comienzo lo ha sido! 

domingo, octubre 14, 2018

Atípica visita a Oviedo.

Pues sí, atípica. De hecho, ni siquiera hice fotos con las que pueda ilustrarla. Fue todo tan rápido, tan bien aprovechado... Como debería ser siempre, por otra parte. Por primera vez ni hice fotos, ni pasé por la calle Gascona, la catedral o el casco histórico, ni siquiera visité librerías donde adquirir algún manga o algún ejemplar adecuado para la tesis, de esos que aquí me cuesta bastante encontrar. Y tampoco puede hablarse de visita exprés, porque sí que me quedé a dormir, en el aparthotel junto al campus que ya he visitado en otras ocasiones por sus facilidades logísticas. 
¿En qué se gastó el tiempo, pues? Bueno, estuve toda la tarde en mi facultad, lo cual concordaba con el motivo esencial de la estancia. Un par de horas de reunión para las jornadas de Humanidades Médicas de finales de noviembre, y luego la ansiada tutoría personal, en la que recibí mi chute de motivación y nuevas instrucciones y deberes para sacar adelante el proyecto. No solo yo estoy cabreado por el tema de las publicaciones, mi directora también. Lo más humillante de esto es que ese requisito es bastante reciente, a la reunión asistió un antiguo doctorando suyo que leyó su tesis sin haber publicado ni media línea. Así que, en fin, una vez más tuve la sensación de haber llegado tarde a todo. Pero albergo confianza, se solucionará de un modo u otro. Al menos esa es la percepción que me dio ella y con la cual salí del campus. Terminada la sesión, ya pude disfrutar de unas cañas con Juanjo por la zona de vinos, y vuelta a la habitación. Sin trasnoche, dormí bastante bien teniendo en cuenta que no siempre sucede así en hoteles. Imagino que estaría agotado, o que hubo más silencio del habitual. A la mañana siguiente, antes de ir la estación, inesperada sesión de recuerdo del pasado por mi barrio, muy necesaria y evocadora de buenos momentos por allá, que también los hubo y para elegir. 
Así pues, la próxima visita parece evidente que coincidirá con dichas jornadas, en las que yo presentaré una comunicación, al igual que la que voy a leer en León a primeros de mes. En noviembre acabo ya con ese tema, y por narices habrá que avanzar en el otro. Eso no impedirá que antes, en la barrera simbólica de mi cumple, continúe con fastos ya iniciados esta semana.

viernes, octubre 05, 2018

XII Aniversario del Blog.

Llego a este aniversario (solo llegar ya es un mérito, al menos certifica que no he abandonado este espacio, que la obsolescencia no lo ha sacrificado al olvido) en bajo estado de forma física y ni me tomo la molestia de buscar una imagen que pueda concordar con el mismo. Resulta indiferente, por otro lado; esto no es Instagram, aquí siempre predominó la palabra. La lengua castellana, con su gramática, que estoy repasando ahora de cara a dar clases. Sigo sin estudiantes, claro, ya lo había señalado en mi último texto aquí. 
Cuando comencé este blog sí tenía trabajo, y buena parte de su contenido se basaba en las disparatadas peripecias por las que pasaba en el curro. Resulta inútil elucubrar qué hubiera sido de mi vida si hubiese permanecido allí. Las cosas como son. Me largué porque no lo necesitaba. Y sigo sin necesitarlo de manera imperiosa, es por ello que estoy dedicando el tiempo a poner unas líneas aquí en vez de navegar por páginas de empleo o sitios similares. Así que por supervivencia no, claro, pero seguiré a la búsqueda de un modo u otro, adaptando además mi estilo de vida y mis gastos según cómo vaya el proceso. Nada de adquisiciones chorras en sitios como el mercado medieval de estas fechas y, si la semana que viene voy a Oviedo, todavía no tengo claro si me quedaré a dormir allí. 
¿Detalles positivos de este comienzo de mes? Los hay, y variados. Ha nacido mi cuarto sobrino. Me he apuntado a clases de expresión artística, en relación con mi proyecto de Hitch, ese que de forma bastante esporádica voy actualizando en el otro blog. He ayudado en la reconversión del piso franco, antiguo estudio de rodaje, en vivienda de uso turístico, lo cual, en cierto modo, ya es un trabajo de por sí y en el futuro, con suerte, traerá beneficios. Me contestan por una reseña que envié a la misma revista que me había rechazado un artículo, y ha pasado de no publicable a publicable con modificaciones. Eso es todo un avance de por sí. Y dentro de un mes, congreso en León con una comunicación mañanera a la que iré con tanto sueño (o más) que el que tengo ahora, y eso que es mediodía. Así pues, buenos indicios, o puntos de partida. 
Me imagino que, cuando celebre el XIII aniversario, lo haré con mayores novedades que contar. El trece no suele connotar mala suerte para mí, 2013 fue un año muy significativo y fechas como el 13 de septiembre marcan objetivos logrados. Cada pequeña meta ya es un logro. Terminar hoy esta entrada ya me ha supuesto un logro, por absurdo que suene. Tenía que hacerlo, tenía que ser hoy y lo he hecho. Esa es la mentalidad para otras lides, supongo. Brindo por otro año más en vuestra compañía aquí.