miércoles, diciembre 31, 2008

2009 felicidades, 2009 alegrías...


Ya dije que no estaba por la labor de resaltar nada negativo, aparte de que el año ha sido en general bueno... Me gustó el sistema de las doce uvas, pero como ahora mismo estoy soñoliento tras haberme metido la última comilona del año en la colegiata de San Isidoro, tampoco estoy por romperme la cabeza en ello.

Destacaré que estoy contento en primer lugar, como es obvio, porque estamos un año más todos aquí, con un nuevo miembro de la familia y a todos nos va bien má o menos, y eso lo digo también por los amigos. Que así se mantenga...

Y la carrera bien, gracias (aunque no será por lo que estoy haciendo durante estos días); acabé Primero con soltura y Segundo me está gustando más. Respecto a mi vocación, tengo una nueva y casi final versión de los Abrasadores, un puñado de poemas y algún que otro guión o proyecto de serie a medias con amigos y colaboradores.

Me encuentro bien de salud, pese al ligero contratiempo de hace una semana. Por fortuna, me libré ya del quiste asqueroso aunque me costara jorobarme un poco el verano. Me he comprometido con la Wii Fit a bajar seis kilos a lo largo del próximo año (suerte que sea solo una máquina y se la pueda engañar con facilidad...)

Aunque siga echando de menos Madrid, aquí en León estoy bien. Y los viajes a Santander y Torrellas han cundido mucho, abriendo nuevas perspectivas de futuro.

Así que solo me queda desearos feliz año, pronosticar que los que dicen que van a dejar el tabaco seguirán fumando tanto esta noche como mañana, y que bebáis con cierta moderación, ohú, que al menos no haya que llevaros para casa.

Que el gobernador de Libia alumbre este nuevo año 2009.

martes, diciembre 30, 2008

Bon apetit!

Avanti! Vamos a acabar el año con una exquisita comida que tuvo lugar el pasado Día de los Inocentes. Fijáos, hasta con nuestro propio cartel de bienvenida, qué qualité.




Y nuestro propio menú personalizado, aunque no podáis leer un carajo. Por suerte tengo fotos de los platos, que de hecho parecen cuadros. Aunque son mejores de degustar que de ver.




El aperitivo era esta varita de Harry Potter sobre una bola no de helado, que lo parece, sino de queso de cabra. Al lado, caldereta de salmón con cebolla y otros aditamentos.





Aquí tenéis un escabeche dulce con verduras asadas. La salsa creo que sea de caramelo y pringa bastante, lo se porque tuve la torpeza de dejar el cuchillo sobre la misma.



Antes de la carne sirvieron concentrado de crustáceos con vieira confitada. La comí tan rápido que se me pasó el hacer foto. Y no se por qué, la verdad, ya que el pescado no es que me guste mucho. Bueno, tampoco es que fuera un pez, ¿no? Salió de una concha, como Afrodita. Y con furia me lancé asimismo hacia la ternera lechal. Sí, colegas, por ello la veis tan mordisqueada. Esa es la razón de que no pueda hacerme vegetariano aunque quisiera, je, je. Cuasi sangrante, con patatitas y genial. ¿Lo peor? Que ya estaba demasiado lleno como para comerlo todo. ¡La raza, que degenera!




Y no es que sea muy de dulce, pero reconozco la valía de este postre: brocheta de fruta, tiramisú y helado de turrón. Lo de abajo no es una loncha de queso, sino de piña. Curioso, ¿eh?


Y, cuando ya había comido todo, aún me faltó meterme un chupa-chups para hacer la gracia de imitar a mi Mini-Yo, Pablito. Y así se me quedó la lengua...En fin. Si no nos vemos antes, aunque supongo que sí, os deseo que paséis una buena última cena del año. ¡Y cuidadín con las uvas!

lunes, diciembre 29, 2008

Estampas paternales.

Como no todo iba a ser abusar del vicio, esta tarde he estado abusando un poco del ejercicio físico con la Wii Fit, supongo que pretendía aprovechar ya que no la contemplo como regalo de Reyes. Solo espero que en mi inconsciencia no vaya a tener agujetas para Nochevieja... Para ir terminando el año, os dejo tres bonitas y paternales estampas, sacadas de un fin de semana que ha tenido otras tres grandes comilonas familiares; de la última quizá cuelgue también fotos, para incitar al pecado de la envidia. Cierto es que los tres niños no son míos... De lo contrario, muy callado lo habría tenido a este blog, ¿no?





Aquí estoy yo llevando a mi sobrino Marcelo en su carrito.



Y aquí Noa, la hija de mi prima Sara, llevando la famosa gorra de Hitch. Le queda un poco grande pero no desmerece...


Y aquí, lo que parecen ser dos versiones de la misma persona. En realidad se trata de Pablito, el niño de mi prima Noelia. Pero todos están tan anonadados con su parecido conmigo que hicimos esta instantánea para inmortalizarlo, agenciándome yo mismo un chupa-chups y todo. ¡Increíble! Creo que si llego a tener un hijo no se parecerá a mí tanto como este.
Aunque aún es pronto para hablar de hijos, solo soy un neouniversitario con poca experiencia laboral. Pero esta semana creo que sí me han entrado ganas de tener uno. ¿Por qué no? Cosas más raras se han visto... Espero no haber sido poseído por Rouco Varela y su homilía de: Matrimonio es la unión de un hombre y una mujer que se juntan y... ¡dan la vida! Pues para llegar a eso tampoco hay que romperse la cabeza...


domingo, diciembre 28, 2008

Tenemos foto nueva.


Al fin. Ya que los Abrasadores no se reunieron en verano, ahora en Nochebuena hicimos esta foto especialmente dedicada para el blog. El sombrero es regalo de mi hermano Pedro, es sueco y dice: ¡Salud! Salud fue lo que me faltó a mí esa noche, quizá se perciba en mi cara. Ahora ya estoy bien, aunque cansado por un fin de semana en plan saga total, a ver si cuelgo el reportaje fotográfico-gastronómico del hostal de San Marcos. Es lo que tiene la Navidad, pocos días pero mucha actividad dentro de los mismos. Pronto volverá la rutina, por fortuna para mis estudios.

viernes, diciembre 26, 2008

Algunas razones para no ver los Goya...


Antes de que me acusen de antipatriota o reaccionario, procederé a desglosar algunas razones que justifican ese título:

- Javier Cámara, candidato a Mejor Actor por Fuera de Carta (!!!!!!!!!!!!) Quien no haya visto la película no podrá comprender mi enfado. Bueno, yo tampoco la he visto. Es una de esas que tiene la rara virtud de hacerme desistir a los diez minutos. Lo lógico hubiera sido que le nominaran (aunque este sea un término foráneo) por Los girasoles ciegos, pero para esa categoría ya colocaron a su compañero de reparto, ese tío que se parece bastante a un actor colega nuestro. De verdad, no doy crédito. No puedo perdonar tanta osadía. En los primeros diez minutos, asistí a una catarata de chistes sobre mariquitas, tan homófobos como la vieja canción de Martes y Trece, Soy maricón. Y Javier Cámara se limita a sacar pluma (¿natural?) y hacer como si estuviera rodando una telecomedia. Pues no. El cine no es eso.

- El caballero oscuro, candidata como Mejor Película Europea (!!!!!!!!!!!) Vale, son cosas de las coproducciones. Como también pueden ganar la del Ché o esa otra cinta que responde al agramatical título de Vicky Cristina Barcelona. Pero, seamos francos: ¿cuánto hay de Europa en el sexto Batman? ¿Su protagonista? No entraré al trapo de decir si la peli es mejor o peor, pero al menos puede estar de enhorabuena: aunque no la nominaran en los Globos de Oro, aquí en España nos acordamos. Lo más probable es que gane esa peli rumana que está ya muy pasada, la de 4 meses, 3 días, 1 hora o lo que sea.

- No han nominado a Casitas como Mejor Corto de Animación, realizado por la productora leonesa La Catedral y cuyo director ya había estado en la terna por su anterior obra. No se cómo serán los otros, pero yo estuve en su estreno, en el MUSAC, y puedo asegurar que merece muchos más premios de los que hasta ahora ha ganado.

Habrá bastantes más razones, os invito a compartirlas con nosotros. También puede haber cosas buenas, como que Nacho Vigalondo se lleve el de Mejor Director Revelación. O que den un Goya de Honor a un tío que ha dirigido bastante porno. Pero en general creo que, pese al tono de progresía que suele predominar en estos premios, han sido conservadores en lo artístico. Ojalá ganara Álex de la Iglesia, pero lo veo improbable: ¿con una peli rodada en inglés y actores extranjeros? Menos mal que el año que viene parece que vuelve el mejor Amenábar... (y él sí sabe ganar rodando en inglés y con actores extranjeros)

miércoles, diciembre 24, 2008

Vuelve la matraca.

De necios es vanagloriarse, como hice yo el otro día al dar cuenta de que había estado todo el año sin que los virus me atacasen. Sí, claro, esta vez me respetaron la cena de clase, por fortuna. Pero la contrapartida me temo que va a ser la de esta Nochebuena (no tan buena para mí) Como fuera, pueden haber influido varios factores y no todos confesables, el lunes por la noche me dio un ataque de anginas. Y hasta ahora. Ayer por la noche llegué a sobrepasar los 39º, pa habernos matao... Por ello no pude tocar a mi sobrino Marcelo, que llegó anoche al final.
¡En fin! Ya sabéis el dicho: si estás pasando un gran mes, seguro que llega alguna bacteria y lo jode. Dudo que pueda hacer cena, si ya me cuesta tragar mi propia saliva. Y, aunque no haya concursito, los regalos al menos ya los tengo comprados. Qué le vamos a hacer... Si este es el daño colateral que cierra un mes aprovechado al máximo, lo doy por bueno; pero al menos que no me boicotee la Nochevieja, que tengo ganas de ver al buen Buena Esperanza (valga...) tras ocho meses. ¡Feliz Navidad!

lunes, diciembre 22, 2008

Le haré una oferta que no podrá rechazar.


O al menos esa es la frase que me sugiere esta foto. En ella, podría pasar por Jaroslav Leónidas Prietovsky, el poderoso capo albano-kosovar, con su camisa hortera y una pulsera con cuernos y todo. En realidad, yo no tengo el hábito de fumar (y quienes me leéis tampoco deberíais tenerlo) pero, desde luego, llevaba un año entero esperando esta cena de clase, dado que la anterior me la tuve que perder por mi inesperado ataque de gripe. Estar con mis chicos bien merece brindar con una faria.
La noche del sábado fue tan memorable como pudieron serlo las de Torrellas. Menudo último mes del año, es una auténtica traca final. Dicha jornada inspiró a mi maltrecho cerebro una composición de cariz festivo y satírico, confío en colgarla tras Navidad. Si no os veo antes, pese a que tengo algún asunto pendiente, que paséis una buena Nochebuena, valgan todas las redundancias habidas y por haber.
Como dijo Edgar, para mí no solo sois mi Gordo, filologuitos, más bien mi Euromillones, que da premios mucho más gordos...

miércoles, diciembre 17, 2008

La semana en blanco.

¿Creéis en las premoniciones? Yo, en los últimos días, he tenido la impresión como de que canciones antiguas me habían lanzando mensajes sobre los cuales ahora creo entender el sentido. ¡Para que digan que el pop es superficial! En todo caso, puede que no sea más que un fruto de mi imaginación exacerbada. Como, esto sí, dicen los de la Oreja: tengo tantas cosas, tengo todas en mi mente.
Y mucho tiempo para pensarlas, ja, ja. Menuda semanita pre-navideña que nos están dando. Tres horas de clase perdí por la resaca mañica, y tres horas de sueño (por lo menos) me han hecho perder por levantarme para comprobar que no hay clase. Bueno, tampoco es problema, hemos sostenido en la cafetería tertulias muy interesantes sobre el amor y otros demonios. Ahora estoy tan solo a dos horas de unas fiestas que se presentan muy prometedoras. Este año ni siquiera pienso poner doce cosas negativas. Qué coño, hagamos como ZP, pensemos en positivo. Y eso es lo que me encuentro haciendo ahora mismo.

PD- ¡Tranqui, Hopewell, que esta vez no me olvido! Si amáis a este humilde abrasador, votad este vídeo con cinco estrellitas:

http://www.teaserland.com/festival/Salvador-de-almas.html

Y que rule... Gracias sean dadas.

lunes, diciembre 15, 2008

Los lunes a la nieve.


Mea culpa entono por el martes pasado, cuando me quedé dormido reponiéndome de los excesos de Torrellas. Sin embargo, lo de esta mañana no ha sido culpa mía. Se han suspendido las clases, supongo que por los problemas que tendrían algunos profesores y alumnos para llegar con esta nevada como las que hacía tiempo que no se veían. Por suerte hoy estaba descansado, y tras recoger al único filólogo que me encontré por allí nos fuimos a la cafetería a hacer tertulia y observar por la ventana cómo los universitarios se divertían como niños con batallas de bolas de nieve y muñecos enormes. Ahí está la foto de prueba, con el amigo Edgar luchando contra la climatología adversa.
Por cierto, que no se me olvide esta noche colgar unos enlaces de tráilers falsos realizados por Hopewell, a los cuales hay que votar al máximo como si fuera el Chiki-Chiki pero en bueno. Tened buenos y blancos días.

viernes, diciembre 12, 2008

I aniversario blog poético.

Hoy no tengo ganas de hablar, luego que hable la poesía... Os remito a mi blog poético, que el lunes pasado cumplió un añico. Por supuesto que en dicha jornada no estaba yo con fuerzas para nada que no fuera atacar un jugoso costillar de cerdo y pirarme a sobar hasta el día siguiente (fumada de clases incluida)
Por cierto, estuve a punto de colgar el famoso rap del condón del Ministerio de Sanidad como muestra de poesía ¿simbolista?, con fragmentos de esta guisa: como fosos, como pozos, somos dos. Aparte de la aliteración de la letra o, ¿qué coño es esto? Pero sobre todo me gusta la cara del tío, al que parece que le han puesto una fregona en la cabeza. Parece estar pensando: Sí, tú ábrete de piernas y si quieres cantar vete a Operación Triunfo...

miércoles, diciembre 10, 2008

En Torrellas no se censuró Brockeback.


Es noticia ahora que la película de impronunciable título (no se si lo he escrito bien) ha sido censurada por la televisión pública italiana, tan solo en las partes en que la pareja protagonista mantenía relaciones afectuosas o sexuales; por cierto, dichas escenas son más bien breves, pero necesarias. Se que muchos detestáis esa película, pero para mí es como si le pusieran pantalones al David de Miguel Ángel. Es indignante que en un país como Italia, que ha alumbrado a tantos artistas y gobernantes homosexuales y bisexuales, se ofusquen ahora por unos cuantos besos y un polvete. Claro que entre Berlusconi, Benedicto y la Mafia... Pues poca esperanza queda para la bota.

Ironías de la vida, yo en Torrellas protagonicé una versión del filme de Ang Lee, pero más bien pasado por la mirada baturra y surrealista de Luis Buñuel. Se podría contar mucho, pero el evento me quitó horas de sueño, luego no estoy por escribir aquí una parrafada. Me limitaré, por ahora, a comentar un poco de la jornada del domingo, la gran traca. Por la tarde teníamos que rodar un corto, y para ello yo utilicé un sombrero de cowboy de atrezzo que había por allí. Si se llega a colgar, los que echéis de menos Vagos y Maleantes vais a estar de enhorabuena. El disfraz me venía al pelo porque además llevaba vaqueros y una camisa a cuadros (la cual ahora se encuentra en manos de alguien que la sabe apreciar mejor; y yo soy feliz porque lo haga) A la gente parece que le gustó, me veían como una mezcla de chapero, el Hombre de Marlboro y otras referencias.

Si lo que quería era llamar la atención, lo conseguí para bien o para mal. El punto culminante llegó cuando pusieron la canción de un tal Coyote Dax, No rompas más mi pobre corazón (ni siquiera es suya, sino una versión); ahí yo, que suelo reírme de las tonterías que hacen los de Gran Hermano, me convertí en uno de ellos. Había pocos bailongos en la pista, pero yo fui aclamado a salir y danzar al ritmo de ese demoníaco baile de pasito palante, pasito patrás, vuelta, etc. Menos mal que seguía a unas jovencitas que parecían más duchas en el mismo. De lo contrario, el ridículo hubiera sido aún mayor. Pero, bah, lo hice por una mezcla de alcohol, proyección social y felicidad. Sí, muy feliz hay que estar para perder los papeles de ese modo.

Pero en general la fiesta acabó siempre muy desmadrada, como el sábado, patinando por un suelo encharcado bajo los acordes de Queen o demás. No importa. Se supone que cuando uno se hace mayor ya no está para esos trotes, pero yo me vanaglorio de ir a contracorriente. Ahora estoy cansado, y puede que hasta con cierto bajón, pero contento en el fondo. Tuve razón en lo del último post: la fortuna favorece, si no a los valientes, al menos a quienes arriesgan.

A partir de ahora toca ser más valientes.

jueves, diciembre 04, 2008

Post de noche.


Está siendo una semana surrealista y escatológica. Ayer tuvimos que ir a una charla sobre las variedades etnolingüísticas de la lengua gitana en Chile. Dicho así suena muy serio, pero no lo fue tanto. Durante media hora asistimos a la proyección de un reality-show chileno sobre parejas a punto de casarse. Los novios, gitanos, se llamaban Maruzia y Póchula (y este era el tío), de 16 y 17 años. Se vieron los preparativos pero no, porque ya me lo han preguntado varios veces, no se vio la ceremonia de la virginidad con el pañuelito. Eso sí, los gitanos en Chile hablan casi igual que los de aquí. Uno de los puntos culminantes del show era cuando perseguían campo a traviesa a un chaval que corría con un rollo de papel higiénico, gritando: ¡Que exploto!, dando buena fe de la comilona abundante.

La conferencia en sí duró poco, porque después de eso el ponente, Gastoncito (al menos así le llamaban los gitanos), se puso a leerla de modo literal, a velocidad de crucero. Y se supone que nosotros teníamos que resumirla, al menos hasta que los dedos desistieron. Si añado que lo que esto va a aportar a la nota final es un 0,02 por ciento a lo sumo, resulta curioso cuanto menos.

Y esta mañana, en Latín Vulgar, traducimos un fragmento del Satiricón de Petronio. En este, el rico Trimalción proclamaba que cualquiera podía tirarse ventosidades durante su cena, porque los médicos así lo recomendaban y malo era aguantarse. ¡Vaya! Quién fuera romano, ¿verdad? Mejor fuera que dentro. Como simbolismo de los gases, fuera del aula los de Minas tiraban petardos como si tocasen un festival de pedos. Y esta noche, por tomar algo ligero antes del viaje, he escuchado muchas más tracas de esas en la película SuperHero Movie. Qué decir... Que merece la pena solo por ver al genial Leslie Nielsen.

Ahora voy a tratar de ponerme serio, aunque me cueste. Mañana os dejo unos días, en realidad ni siquiera un puente. Es un fin de semana... Volveré el lunes, con la venia del gobernador de Libia. Me ha costado decidirme a este respecto, pero eso no es nuevo. Tuve que elegir entre lo conocido, pero bueno; y lo desconocido, que no se sabe cómo saldrá, si bien apunta maneras positivas. Aunque, ¿por qué elegir? Dentro de un par de semanas tendré lo bueno conocido de siempre, y que mil años dure. Ahora puedo, y casi debo, experimentar, conocer nuevos ambientes y a nuevas personas. No hay un objetivo único que busque en esta sucinta escapada. Bueno, quizá uno sobresalga, pero tampoco me atrevería a decirlo. Perdería el encanto. En verano, mientras soportaba que mis carnes fueran creciendo de nuevo, lancé al aire esas promesas de cambios a mejor que la gente suele reservar para Nochevieja (y no se por qué, si todos empiezan bebiendo y fumando) El comienzo del curso, en todos los sentidos, me está pareciendo mejor que en Primero; pero no es suficiente.

Me dejaré, pues, guiar por mi instinto, venciendo las resistencias que mi naturaleza, que se ha ido haciendo acomodaticia, me impone. Parece mentira, pero ya me resulta raro el coger mi viejo saco de dormir. Y solo pienso en la posible chabola en la que me vayan a meter. ¿Dónde quedó el espíritu de los Abrasadores? ¿Dónde lo que da nombre a este blog? Cuando éramos pequeños, triscábamos por las piedras con total inconsciencia de la peligrosidad de nuestros actos (el gordo ese con las zapatillas se mata...) Por una vez, hago mío el lema del blog de Adri: La fortuna favorece a los valientes. Eso dicen que dijo Alejandro Magno, y Alejandro Magno también tendría acomodo en el sitio hacia al que me dirijo mañana.

Id con Libia.


PD- El más perjudicado de este viaje es el feto de serie que estamos engendrando (no se si la metáfora es muy adecuada) Hopewell y yo, conste que el citado Adri también ha aportado su semillita. Tened paciencia, compadres. Un poco de aire de sierra puede ser bueno para descongestionar las ideas...
PD 2- El domingo 7 se cumplen dos años de la creación de Celluloid Heroes. Oli-Hall, no importa que ahora lo tengas un poco descuidado, ese blog siempre estará en mi corazón. Cuatro blogs, ya sabes la historia.
PD 3- El lunes 8 en principio estaré en León. Por si me pierdo entre las cabras, diré que ese día se celebra el primer aniversario de mi blog poético. Hoy quise colgar algo allí, pero no tuve ganas. Si el lunes no lo hago, al menos quedará Garcilaso, que es un poeta cojonudo. Y yo no lo soy.
PD 4- No, esta ya es de coña.

Post de día.


Cuando observé que en la Fotogramas de este mes salía como portada una foto de Crepúsculo, casi no la compro. Pero tuve que hacerlo, ya es larga tradición. Supongo que no debería juzgar algo que no he leído, pero no puedo evitar odiarlo, al fenómeno en conjunto. Por suerte no tengo que sufrirlo ya como vendedor de libros. Quizá sea envidia. No se. Aún en el caso de que Los Abrasadores jamás se publique, al menos tendré el consuelo de que es más original que esa historieta más vista que el tebeo. Y, como ya le dije a Hopewell, a mí no me interesan los vampiros heterosexuales. En fin, hay dos puntos positivos: 1) Como película, es casi imposible que sea peor que las dos adaptaciones literarias de las Navidades 06 y 07: Eragon y La brújula dorada. Desde luego que apunta maneras. Viendo el trailer, si a mí no me dicen que va de vampiros igual pienso en High Scool Musical. Y está dirigida por una directora de cine indie venida a menos (¿o a más?) 2) Si la piel pálida a lo vampiro se pone de moda, yo solo puedo ser beneficiado por ello

Una saga mucho más longeva, pero que yo solo sigo desde sus últimos cuatro o cinco episodios, tiene un título en cartelera, algo intraducible: Quantum of Solace. (Y no voy a reproducir el bobalicón chiste que publicó asimismo la Fotogramas del pasado mes) ¿Podría hablarse de un efecto Caballero Oscuro para las sagas? Las dos últimas pelis con Pierce Brosnan se estaban saliendo de madre: unos ertzaintzas estupefactos persiguiendo a Bond, una física nuclear (?) llamada Christmas (Navidades) con el rostro (y el cuerpo) de Denise Richards, la presencia de Madonna, un coreano que cambia de piel como Michael Jackson... En fin. Que llegó Casino Royale, una muy buena película de hecho, y se pusieron serios. Echaron a Jhon Cleese como inventor de gadgets, y ahora ya no dice eso de: Bond, James Bond; o: batido pero no agitado, o como leches se diga. Mantiene lo de disparar a cámara, pero lo deja para el final.

Y, ay amigos, la crisis sexual llega también al espía. En Quantum solo añade una muesca a su marcador, y eso con un personaje al que parece que hayan metido en exclusiva para eso. Cierto que la duración no da mucho más de sí: son cien minutos, más o menos, en los que cambian de país como quien cambia de camisa y se suceden un huevo de personajes, cuya presencia en algún caso solo se explica si has visto el episodio anterior. Pero bueno, me gustó en general, sobre todo algunas buenas escenas de acción, que eso es lo que se espera: como la persecución en Sienna o el momento de la ópera Tosca, entre otros. Es una reformulación de James Bond, que gana en realismo si bien no en originalidad, pero cumple.

Bueno, esta noche si puedo escribiré otro pequeño post, hasta entonces si es factible.

domingo, noviembre 30, 2008

Con frío y contra el sida.


Al estilo de célula, cual filólogos, e inasequibles a la climatología adversa, desde la asociación Diversidad León se consiguió ayer concienciar un poco más a los leoneses sobre el problema del sida. El día mundial contra esta lacra se celebra mañana, pero un lunes es poco probable atraer tanto la atención como un sábado, por mucho que en este haga un frío pelón.

Debo agradecer la generosidad de los ciudadanos que pasaron por allí, gracias a la que podrán sanearse un poco las cuentas de una sociedad que no recibe ningún tipo de ayuda ni subvención oficial. Puede que los órganos de gobierno estén en crisis, pero por fortuna hay mucha gente a la que no le importa desprenderse de algún euro para un vino más y en cambio donarlo para una causa que nos afecta a todos y cada uno sin excepción. Y no es algo que tenga que ver necesariamente con la orientación sexual...

Así pues, si mañana queréis ir a vuestros respectivos curros o clases con el lacito rojo, sería un buen gesto; yo lo haría, pero el mío se lo he puesto a la ranita de la suerte que me regalaron los hermanos Amilivia, y la verdad es que me da pena quitárselo.

viernes, noviembre 28, 2008

Los viernes a... la nieve.


El título no suena muy original, cierto; pero hoy, a diferencia del lunes, sí que ha nevado con ganas. El invierno se adelanta, por tanto, este curso parece que lo del cambio climático no se está notando en demasía. Por lo demás, no tengo mucho que decir. Es una tarde triste y plúmbea, ideal para hacer unos deberes tristes y plúmbeos como los que tengo. Debo resumir un texto de Emilio Alarcos Llorac, algo así como el Maestro Yoda de los profesores de Lengua de mi facultad. Son 8 páginas, pero valen por 24. Uno de los riesgos de que medie tanto tiempo desde la Selectividad hasta proseguir la carrera es que las teorías van cambiando. Los complementos directos o indirectos de always ahora se sustituyen por palabros como aditamento, implemento y cosas así. Es lógico. Nadie inventa nada, pero al menos hay que ir cambiando algo para que así los profes puedan vender más libros y torturarnos a nosotros con ellos.
Así que, por el defecto de dejarlo para el final, esa es mi tarea ahora. Quizá luego pueda salir a la calle e imbuirme de espíritu prenavideño.

lunes, noviembre 24, 2008

Los lunes a la lluvia.


¿O a la nieve? Tal vez. A diferencia de otras carreras, nosotros solo vamos a la cafetería cuando el profesor de turno, avisando o ni siquiera, nos abandona en el aula. Aquí estamos casi todos, y yo sacando fotos con el móvil a falta de una cámara mejor. Así las cosas, solo hemos tenido una clase, que encima era la primera, ja, ja. Comenzar la semana madrugando para esto... Pero de buen rollo, eso sí. Por lo menos aquí no jugamos a Yo nunca, como cuando me matriculé de lo mismo en la Complutense.

domingo, noviembre 23, 2008

Hasta nunca, Inferno.

Supongo que este nombre no os dice nada pero... ¿Y si añado que bajo este término se travestía las noches del fin de semana la discoteca madrileña La Riviera? Ajá. Estos políticos, ya se sabe, siempre haciendo las cosas a toro pasado. Yo no me dejé la vida en el clausurado local, pero en los aledaños estuve a punto. Y todo, entre otros factores, gracias a la amable intermediación de los porteros.
Y no es que que quiera yo generalizar con ese oficio, tan mal agradecido, pero al menos esa noche me quedaron claras unas cuantas cosas; no hay mal que por bien no venga. En primer lugar, que mi deseo era regresar cuanto menos mejor a antros de ese calibre. Y mucho menos cuando celebre mi cumpleaños. Sí estoy de acuerdo en que los porteros debieran estar para garantizar la seguridad y no para amenazarla. Yo, hace una semana, me contuve para no sacar mi agresividad ante un claro ejemplo de acoso sexual en un garito decadente (que no conocía, of course). Anda que si llega a ser otro... Por fortuna, la mayoría de las personas salen a divertirse, tal y como hice yo ayer de muy buen rollo.
Lo siento por quienes fueran allí a ver conciertos, pero hasta nunca Riviera (y eso aunque vuelvan a abrirla)

viernes, noviembre 21, 2008

¡Madre mía!


Comentaba ayer que en clase estábamos analizando la Poética de Aristóteles, aplicada al argumento de Edipo Rey. Para el sabio, la poesía, y bajo este término se engloban todos los géneros literarios, tenía que ser forzosamente verosímil, aún cuando aparecieran dioses y temas míticos. Pues bien, me hubiera gustado saber qué pensaría el estagirita al ver esta película ambientada en la Grecia en que vivió; realista, pero con un argumento imposible por los cuatro costados.

Pero, ¡es un musical! La sinopsis es lo de menos. A lo largo de la historia del cine, ha habido filmes de este estilo con guiones más o menos consistentes, pero en este caso me parece más bien la excusa para engarzar canciones de un grupo archifamoso, que aquí es ABBA. A mí me ha gustado en general; ahora bien, hay que entrar a trapo en el juego que propone, y este es hortera a dolor. Es ideal para aquellas personas que no van al cine para sufrir. Cuando acaba la película, todos los personajes son tan felices que casi uno tiene que pedir perdón por no serlo. Requeriría un público cómplice, que incluso se levantara de la butaca en los momentos clave para bailar y cantar. No en vano, creo que ahora en Madrid la han reestrenado con versión karaoke. Ja, ja. Ya me imagino una sesión golfa a lo Rocky Horror Picture Show.

La película no es una tragedia griega, desde luego. Más bien una comedia de enredo, con algunos leit-motivs de culebrón. Tiene hasta su propio coro, que en este caso se forma de campesinos, viejas de anuncio de yogur y alguna que otra cabra. El paisaje desde luego es precioso, así como en general todos los aspectos técnicos: fotografía, vestuario, las coreografías y por supuesto la música. Otro aliciente es ver cómo han escogido a actores, en teoría, serios para que se desmelenen y nos salpiquen desde la pantalla con ríos de lentejuelas. A este respecto recomiendo que os quedéis hasta los créditos finales, merece la pena: allí veréis al antiguo 007, prototipo de la masculinidad más rancia, embutido en un traje que da sonrojo verlo. Y todos bajo el delirio final de la inevitable Waterloo, esa canción que fue escogida la mejor de cuantas habían pasado por Eurovisión. (Ese festival ha caído, aún más, en desgracia para mí desde que supe que Los trenes de Tozeur de Franco Batiatto se había ido de vacío)

Al final se pone en solfa hasta al propio Olimpo, y no diré a qué me recuerda esa explosión de la fuente de Afrodita para que no se me tache de obsceno. Yo recomiendo esta peli como divertimento sin complejos y, si además os gusta ABBA, pues tanto mejor. A mí sí y, a falta de haber visto el musical de Mecano, espero que dentro de un par de décadas (si es que no siguen en activo) hagan uno sobre la Oreja. Aunque, ¿qué sería más interesante? ¿Uno sobre la historia del propio grupo, o una narración ajena ambientada con sus canciones, como esta? Voto por lo primero, ja, ja.

jueves, noviembre 20, 2008

Generación Teta.

Salía hace poco en el telediario la noticia de un plan para frenar el abandono escolar en nuestro país. La ilustraban, entre otros segmentos, llevando la cámara hasta un centro de Formación Profesional. Uno de los chavales se justificaba diciendo que en esas clases había más acción, más movimiento; en resumen, mucho menos aburrido que ponerse a leer un libro en clase. Por Libia, tiene toda la razón. El matiz es que el aburrimiento es muy relativo. A él le aburriría desmenuzar el argumento de Edipo Rey, tal cual hemos hecho hoy; a mí me aburriría, aparte de que me llevo muy mal con las máquinas, hacer piezas de coche como ellos, por otro lado un negocio en bastante declive.
La ministra de Educación (esa que tiene el pelo como Zerolo; no hablaré de la ministra fashion bajo cuya malhadada competencia están las universidades) pretende que quinientos mil alumnos regresen al cole para alcanzar el carro de Europa. ¿Querrán ellos? Yo lo tengo claro, que vaya quien quiera. Pero que vaya motivado. No tiene sentido forzar a personas que luego solo van a entorpecer, por no decir otra cosa, la clase. Eso es como cuando a mí me obligaron a seguir cursando Matemáticas más allá de sumar, restar y multiplicar, que es lo único que se me ha quedado (me olvidé de dividir, pero para eso está la calculadora) Si de verdad quieren alcanzar a otros países europeos, primero que cambien la mentalidad de la nación en sí...
Pero bueno, a falta de conocimiento uno siempre puede centrarse en el exterior. Como la polvareda que ha levantado la disco Pachá en Valencia anunciando el sorteo de una operación de aumento de pecho en una fiesta. Al final lo retiraron, pero es que era publicidad engañosa. No eran 4.500 euros para poner más tetas, sino de cirugía estética en general. Y lo de poner el título de Homenaje a la mujer tampoco es muy lúcido. Yo no me considero feminista (ni machista), pero hombre, digo yo que hay mejores maneras de homenajear a la mujer que exaltando sus pechos. Quizá todo esto sea una consecuencia indirecta del éxito de Sin tetas no hay paraíso.
Por lo que a mí respecta, hago propio la variante que lanzó un escritor hace unos días: Sin letras no hay paraíso. Para tetas ya tengo yo las mías, que según me han dicho son tan grandes o más como las de algunas féminas...

martes, noviembre 18, 2008

¿Cómo te llamas? AMAIA


Al margen de este chiste privado, que solo tiene sentido desde el punto de vista fonético, diré que hoy sale a la venta el primer disco en solitario de Amaia Montero. Ahora mismo me encuentro escuchando El viaje de Coperpott, y no hay color con su primer single. No es la Oreja, desde luego. No es que quiera restar importancia a Quiero ser; es una canción pegadiza, tanto que me he sorprendido a mí mismo entonándola en falsete. Que nadie se escandalice, yo por lo menos no idolatro a Mariah Carey, como ciertas personas que he conocido...

Pero no es la Oreja. Allí componían todos, algunos más y otros menos, pero tienen un estilo característico que ella, supongo que a sabiendas, rompe al menos en este primer tema. Esos aires flamenquitos me hacen pensar en una actuación de casino, estilo Celine Dion, con la gran diva embutida en un vestido ajustado, ahora que ha perdido quince kilos. Vamos, que va camino de convertirse en una gran dama de la canción española, pero no es la Oreja, por Libia. La canción es muy bonita, sobre todo para escucharla con la parejita, tumbados en la playa... A la verita tuya... Ja, ja.

Leyendo algo de información sobre el disco, veo estupefacto que dicen que ha dedicado una canción a sus antiguos compañeros. Y no es de esperar que los ponga a parir. Como yo tampoco puedo esperar a (censurado) el disco en cuanto pueda y desatar ese lado femenino tan aletargado. ¡Nos vemos en el karaoke!
PD- Vaya foto que he escogido... ¿Es como un éxtasis de Santa Teresa o que tenía a alguien debajo?

miércoles, noviembre 12, 2008

Spam literario.


El domingo pasado, con un poco de retraso completamente justificable, terminé de repasar la tercera versión de la novela que da nombre a este blog. No se si, como ciertas teorías que salieron en clase sostienen, el autor ha muerto; pero yo tengo claro que me debo a mis lectores, por pocos que estos sean. De ese modo, envié el borrador, no definitivo pero ya más a mi gusto, a una serie de amigos, familiares y compañeros; algunos de los cuales son parte activa en el libro, je, je. Por supuesto que yo no obligo a que se me lea. Nadie perderá mi afecto por no hacerlo, y comprendo que no todos tienen la suerte de tener tanto tiempo libre como yo. Es una novela, ya no novella al itálico modo, de 237 páginas más o menos; como dije en referencia al libro virtual, no estoy acostumbrado a leer en la pantalla. Estaré dispuesto a hacer excepciones, como con esa obra de Hopewell que confío podamos ver pronto impresa. En el caso de los Abrasadores, me conformaría con varios supuestos; por ejemplo, que los que hayan leído la primera versión ojeen los nuevos capítulos (el problema es que también en los viejos hay unos cuantos cambios); que quienes entren por primera vez en el universo abrasador se miren el episodio-prólogo a ver si les ilumina lo del Glory, Glory, Aleluya; y, quienes dispongan de impresora en casa, siempre pueden sacar algo merced a la versión Borrador, esa que no gasta mucha tinta pero da un resultado óptimo. Yo, por cierto, aún no tengo ese aparato en casa, aunque quizá pueda recibirlo en los próximos meses de parte de las siempre pías manos del periódico ABC.

Y, como la iniciativa creo que sea buena, voy a repetirla en otro ámbito, de menor esfuerzo en general. Excepto, eso sí, en comprensión. Seleccionaré algunas de mis poesías, tampoco es que haya mucho donde elegir; no quiero decir que sean las mejores ni las más representativas, pero tampoco deseo cansar ahora con un corpus extenso. También me gustaría enviarlo, por probar nada se pierde, a revistas de creación poética y cultura en general, webs, incluso presentarlas a un profesor de la carrera que es el crítico de poesía del Diario de León, y ha editado un ejemplar con los poetas cazurros jóvenes más prometedores, a su juicio claro. Y que nadie lo tenga por un intento de hacer la pelota, que su asignatura no es precisamente de las difíciles...

Para celebrar el fin de esa corrección, vuelvo a colgar la foto oficial del blog. Recordaré que este verano estuvimos a punto de renovarla, pero falló la pequeña abrasadora Espe, que tenía que batallar contra los exámenes de septiembre, algo que recomiendo poco tanto a mí mismo como a quien se halle en la tesitura.

martes, noviembre 11, 2008

... Y la otra.


Ahora que he acabado al fin de revisar la novela que da título a este blog, puedo proseguir con el comentario de esa película, aunque no será tan vívido como lo hubiera sido cuatro días atrás.

Hacia rutas salvajes, mucho más preferible el original Into the wild, está basada en un libro que a su vez se inspira en hechos reales. La verdad es que resulta complejo hablar de esta historia sin mencionar su desenlace, pero lo intentaré. Chris MacCandless (o algo así) era un joven de buena familia y mejores estudios que, en un momento dado, decidió donar veinticuatro mil dólares del ala para beneficencia y salir a recorrer el país con la sola ayuda de algunos libros, entre los que curiosamente no se hallaba ninguno de Kerouac o los beatniks, y una meta obsesiva en la cabeza: llegar a Alaska para vivir cual Cromagnon, eso sí, alfabetizado.

Solo con leer eso habrá quien deduzca que estaba pirado, aunque en realidad se trata de un personaje con matices. ¿Loco, iluminado, consecuente con sus ideas, hippie, Jesucristo? O quizá suicida en potencia, conscientemente o no. Por lo que se supone del relato, en realidad el detonante de tan drástica decisión fue el enfrentamiento con unos padres cabreados entre ellos y acostumbrados al materialismo, que no quieren (o no pueden) comprenderle. De esa manera, no sería tan en plan Jack London, sino la necesidad de huir hacia un lugar en ninguna parte, una especie de descenso a los infiernos que ni siquiera los melenudos de la vieja escuela con los que se topa son capaces de entender.

La figura del protagonista posee un aura de fascinación, no en vano él sostiene el dilatado metraje del filme junto a la aparición de un buen puñado de secundarios. Quizá Sean Penn, que ya tiene buena experiencia como director, podría haberse distanciado más del mismo, y no dejarse llevar por una mirada compasiva que en el tramo final se exagera un poco. A fin de cuentas, es un personaje con claroscuros: egoísta porque poco le importa el sufrimiento que está provocando a unos familiares hacia los que ha negado el perdón; que trata de ayudar a las personas a las que se encuentra en el camino, pero luego las abandona. Como un monje budista, tal vez, rechaza el apego humano y solo busca la compañía de una naturaleza salvaje que no necesariamente está dispuesta a protegerle.

El mejor fragmento, creo yo, es poco antes del final: su encuentro con un anciano, un senex que está ya de vuelta de todo. En el momento de su despedida, pretende adoptar al joven como si fuera el nieto que nunca pudo tener. El momento, de una tristeza desoladora, resume bien el destino final que ha escogido el vagabundo. Por cierto, por ese papel Hal Holbrook estuvo nominado en la misma terna que Bardem (y en un rol que es la antítesis del suyo...)

Y, bueno, no voy a hablar de la majestuosidad de los paisajes en los que transcurre la película, que ya por sí solos recomiendan su visionado. Y, en su compañía, tenemos fragmentos sueltos del propio diario de Chris, citas literarias y canciones de Eddie Veder que jalonan este viaje iniciático. Aunque no sea perfecta, es de lo mejorcito que se pudo ver en la última edición de los Oscar, y una pena que se marchara de vacío. Esto seguro de que, ahora que ya lo tiene como actor, Sean Penn acabará uniéndose al club de gente como Clint Eastwood, Mel Gibson, Robert Redford y demás intérpretes con buen tino para la cámara. Y eso pese a ser un grano en el culo para los académicos más carcas. Tiempo al tiempo...

sábado, noviembre 08, 2008

Una de cal...

Por fortuna, la visión de una película mentalmente subdesarrollada se puede compensar con la de un drama existencialista. No dije en vano lo de mi recomendación en negativo: no veáis El gurú del buen rollo, a menos que queráis ver cómo ha decaído la comedia en Estados Unidos. Si a una como Supersalidos se la considera una obra maestra, imaginad las peores...
No es que Austin Powers fuera una maravilla, pero alcanza categoría de clásico en comparación con esta sandez absoluta. Creo que Mike Myers debería replantearse su carrera, una comedia no puede basarse en una sucesión interminable de gags sobre penes y pelotas (me hubiera gustado contar el total) En manos de otro tipo con humor menos infantil, esta peli podría haber sido una pulla brutal contra esos charlatanes que venden espiritualismo de fast-food. Aquí no, la trama es de un idiota que no se puede sostener, y encima ambientada en el mundo del hockey sobre hielo, algo que no tiene mucho auge en este país.
Ni siquiera Ben Kingsley se libra de chistes de pedos y cosas así, ¿y sabéis cómo se llama su personaje? El gurú Tócamelapinga. Oh, ja, ja, qué agudo. La culpa la tengo yo, por ver eso pese a que estaba advertido de lo mala que era. Ni siquiera voy a molestarme en buscar una foto suya. Prefiero esperar a que os hable de la siguiente película, que esa sí merece la pena y podría verla dos o tres veces, pese a su longitud: Hacia rutas salvajes, de Sean Penn.

miércoles, noviembre 05, 2008

Cumpleaños abrasador.


Aunque quede poco del día 5, no quiero pasar por alto el felicitar a la jefa de todos los Abrasadores habidos y por haber, mi prima Car. Seguro que el gobernador de Libia acompañará sus pasos allá por esas tierras sureñas a las que espero poder ir este año que viene para tomar un té moruno y seguir batiendo récords del Wii Fit.

Happy Birthday, Tis y Car forever!!

lunes, noviembre 03, 2008

Innecesario epílogo.


Como no pertenezco a ninguna secta friki, no necesito ser ortodoxo y afirmo que el episodio tercero de Star Wars, La venganza de los Sith, no solo es un gran colofón a la saga, sino la mejor y más madura película de todas. No llego a comprender, supongo que serán motivos económicos, por qué The Clone Wars se ha estrenado en cines si parece más un capítulo de TV alargado. Como sea, no es tan mala como dicen pero no aporta nada nuevo. Es innecesaria, y demasiado infantil sobre todo comparado con su predecesora.

Cada vez que intentan meter a algún personaje para atraer a los niños, hay que echarse a temblar. La padawan Ashoka Tano, que debiera llamarse Masoca, es algo menos pesada que Jar Jar Binks, pero aún así irrita lo suyo, con sus palabros como Pestosito, Erredosito, etc. ¿Y qué decir de Jabba el Hutt Jr.? Ja, ja. ¿Y el tío de Jabba? ¿Puede haber homosexuales en esa especie? El monigote de Anakin, eso sí, es mono, no tanto como el actor original. Las escenas de acción son buenas pero se echa de menos, como fondo, la música de Jhon Williams. Solo se recuperan unos pocos temas suyos, y de forma distorsionada.

Así que no hay mucho más que decir. Que se puede ver, pero que es totalmente innecesaria. Ya que Lucas no quiere hacer la tercera trilogía, espero que la próxima vez que rueden algo de esto para el cine, si es que llega ese momento, merezca la pena. Que el chicle no se puede estirar tan hasta la saciedad.

domingo, noviembre 02, 2008

Foto Latín Vulgar



Quaeso ut dicas mihi si imagines discipulorum cum magistro bene recepisti.Omnia tibi prospere procedant. Vale et salve.
(Nota- Para la traducción, se recomienda utilizar un diccionario de latín. Yo todavía estoy en ello, supongo que porque me he levantado algo espeso y de un humor lamentable. Esta es la célula filóloga, falta Santi, pero bueno, me lo sabrá perdonar. ¿No es entrañable? Podríamos hacer una especie de Latín Vulgar Musical...)

sábado, noviembre 01, 2008

Horror adolescente.



Ayer por la tarde, la cosa empezó surrealista. Estaba yo en los soportales donde la catedral, a resguardo de la lluvia, cuando un grupo de niñas pintadas, más que disfrazadas, con motivos de Halloween vinieron hacia mí. No querían hacer el típico ¿Truco o trato?, sino bailar alrededor de mí El corro de la patata. Pues menuda gilipollez, ¿es que no ven películas americanas? Supongo que las brujitas del pasado habrían bailado alrededor de un macho cabrío o un falo...


Por la noche, fuimos a un sitio llamado, valga la redundancia, El sitio. Estaba decorado con telarañas y algún bicho de goma, amén de una camarera vestida como la Bruja Mala del Oeste. Nos pusimos a jugar al Monopoly, algo que no recuerdo cuándo fue la última vez que lo hice. Era versión ciudades de España; León no aparecía, pero el escalafón más bajo correspondía a Ceuta y Melilla. Y, de hecho, esas fueron las únicas ciudades que tuve en propiedad. No os riáis, creé un imperio norteafricano con sendos hoteles, digamos el Meliá Don Pepe y el Meliá Don José, y ay de quien cayera allí sin tener patera con la que escapar. Pero bueno, bien es sabido que ese juego es interminable, así que me quedé sin saber si podría convertirme en todo un especulador y aprovecharme de las hipotecas de los otros.


Al volver a casa, decidí ver una película de terror. En mala hora, porque hay algunas series B que al menos entretienen; pero esta ni eso. El argumento era demencial: unos murciélagos, tan de goma como los del bar, que mordían a la gente y les convertían en ¿vampiros? o ¿zombis? En fin.


No se por qué, me levanté pronto y tuve una experiencia mucho más terrorífica, asistiendo a la catarata de tópicos y moralismos de High School Musical, la peli que pusieron en Cuatro, en teoría para niños. De entre los múltiples temas y subtemas que se plantean, todos desde un ámbito conservador (no en vano está rodada con el apoyo del estado de Utah), me hizo gracia el de enfrentar la educación física, el gran pilar de la educación nazi, con el mundo del arte. Claro, hay que ponerse en situación: el niñato ambiguo y maquillado, teniendo que decirles a sus compañeros del equipo de baloncesto, una versión light del San Luis Gonzaga, que se va a poner a cantar baladitas. Eso sí, al final todos tan contentos, ya sean más buenos o más malos.


Creo que Paco tiene razón, hay que encontrar a un nativo yanqui, a ser posible, para que se encargue de la traducción de El diez por ciento. Podría tener éxito allí, aunque nadie cante. Si alguien conoce a algún candidato, que me lo diga por favor. Salvando las distancias, noté algún paralelismo entre el argumento de la peli y aquel curso mío en Maristas, en el que triunfé haciendo de Julito Iglesias (y de Bill Clinton, y del guiñol de Hilario Pino...) Claro que eso tenía menos gracia, porque era play-back. La espina que se me quedó clavada fue no haber ganado también en el Trivial. Pero eso no fue culpa mía. San Marcelino Champagnat se hubiera horrorizado de haber visto cómo el nombre de ese juego era prostituido con la complacencia del hermano Salva. Y, en vez de mostrar nuestra sapiencia, quisieron que nos encestaran gominolas en la boca y paridas semejantes. Y, lo peor de todo, hacían preguntas sobre el colegio. ¡Y a mí no me tocó la de cómo se llama el profesor José Ignacio Maés Domínguez! En fin. Quizá en otra vida pueda ganar, y también mover las caderas con mi pelo recién planchado por los duendecillos mágicos.














viernes, octubre 31, 2008

Fin, por ahora.


He terminado, un mes después de lo previsto, de escribir la nueva versión de Los Abrasadores CBP. El retraso es justificado: una operación con un largo post-operatorio, estancias en Madrid para preparar la mudanza, el comienzo de las clases con sus jornadas partidas... Bueno, tampoco se puede decir que hubiera prisa. Pero es bueno ponerse plazos, de lo contrario la pereza se hace fuerte.

Bueno, he terminado entre comillas. Falta, en lo esencial, la corrección del último capítulo, el más largo, creo, y también el más fantasioso. He creado ahora un clímax que considero que se adecua a lo que estaba buscando. Luego ya está en manos de quien se lo lea el juzgarlo, aunque para ello tenga que gastarme en fotocopias toda la pasta de la que hablaba el otro día. Por lo menos ese es un gasto que merece la pena.

Y ahora os dejo. Hace un tiempo muy desapacible, muy de Halloween, je,je. Saldré un rato esta tarde y por la noche está por ver, en todo caso a partir de ahora espero diversificar un poco mi escritura y, aparte de la poesía que sigo colgando, meterme en renovar asimismo viejos guiones y probar con el relato.

Arriba cuelgo la foto de una película que vi ayer y me gustó, que no se diga que todo el cine español es igual.

jueves, octubre 30, 2008

Queen.

Yo no creo que la gente se sorprenda de las declaraciones que ha hecho la Reina sobre los gays. ¿Qué esperaban? ¿Que se pusiera una bandera del arco iris a modo de capa y se subiera junto al Rey y Hugo Chávez a una carroza del Orgullo a desmelenarse? Lo que sí sorprende es que las exponga en público, cuando siempre había tenido fama de discrección, a diferencia del marido, tomado cuando menos por crápula (un alcalde republicano dixit, y por ello lo han llevado a jucio esta misma semana) No soy yo de los que van quemando efigies de los reyes, gesto de dudoso gusto pero que no debiera estar penado, sin embargo veo curioso este hecho: si pusiéramos de presidenta de la República a Ana Botella o Esperanza Aguirre, no habría mucho cambio.
Y eso que la Reina es de Grecia, ¡cómo ha degenerado ese país! Hace unos 7000 años, la homosexualidad debía ser como una asignatura más del cole, aunque luego se casaran. Claro que su misoginia rampante ayudaba mucho a esa consideración. Les molesta mucho el uso del palabro matrimonio, pero no se dan cuento de esto: el significado de las palabras también evoluciona. Probad a ver, si no; coged un diccionario de los años 50 y otro actual... No hace falta irse a echar la siesta a las clases de Semántica vespertinas para saber eso. Tampoco ser ducho en Latín para deducir que matrimonio viene de mater, pero esta etimología no tiene por qué atarnos. Las palabras no son más que una mera convinción, un pacto que mantenemos los humanos. Y si tres cuartas partes de la sociedad no ven problema en llamar matrimonio a la unión entre dos personas del mismo sexo, pues oye...
Lo que la Reina está mereciendo es que alguno de sus nietos o nietas quiera usar precisamente ese derecho al matrimonio. Y que ella viva para verlo, claro. Pero lo dudo. Aunque así sucediera, ya se ocuparían de taparlo, que para ello tienen toda una cohorte de jueces pelotas y políticos cómplices. Pero bueno, me da igual, no pienso leer su libro. Prefiero leer los de sus paisanos, esos filósofos maricas de hace varios milenios.

miércoles, octubre 29, 2008

Libros electrónicos.



Salió en el telediario de anoche, el de Iñaki, una noticia acerca de libros electrónicos: según las inevitables encuestas, dentro de diez años se venderán más ejemplares de este tipo que los de papel de toda la vida (bueno, de toda nuestra vida, porque en el pasado fueron de papiro, piel y otros materiales) Cuesta creerlo, pero quién sabe; mirad lo que le pasó al VHS, del que aún almacenamos decenas de cintas.


A mí me gusta llevar un libro físico como compañero de viaje: cogerlo, ojearlo, tirarlo por ahí cuando ya estás harto. Incluso cuando ya es viejo o desgastado, el color y la textura que va adquiriendo tienen un encanto espacial. En fin, supongo que soy un romántico a ese respecto.


Pero, eso sí, soy consciente de las ventajas que tendría ese sistema. Para empezar, aligerando espacios; y, en las mudanzas como la última que llevamos a cabo, no tendríamos que deslomarnos transportando tochos. También es cierto que así tendrías más variedad de lectura. Al poder almacenar cientos de libros, si te apetece leerte un cuento, o luego una poesía, quizá un capítulo de novela... Todo es posible. Y en vez de los 20 euros de marras, algo más económico y con mayor capacidad de selección.


Lo que pasa es que, romanticismos aparte, yo aún no me acostumbro a leer libros en pantalla. De lo contrario, ya habría hecho lo propio con la novela que me envió Hopewell. Conste que la leeré, de un modo u otro. Ahora bien, para quienes queremos ser escritores (de manera profesional, me refiero) esto puede venirnos muy bien. Fijáos, ahora tengo casi 250 páginas de la nueva versión de Los Abrasadores. Luego tendré que sacar fotocopias si quiero que la gente me de su opinión y esa gente no está acostumbrada a leer en pantalla como me sucede a mí. Por no hablar de si quiero enviarla a alguna editorial... Con los libros virtuales, adiós papel y sobre todo adiós gastos de ese tipo. Por lo tanto, no voy a hacerle ascos no sea que mi futuro dependa de ello...

lunes, octubre 27, 2008

La película del conejo.


Que nadie piense mal, no me refiero a Diario de una ninfómana, sino a Donnie Darko. Si hablo de esta peli es porque en su primer visionado no la entendí, y ayer pues un poco más. Es enrevesada, críptica, todo lo que queráis, pero no creo que eso la haga mejor. Claro que hacer películas raras tiene sus ventajas. Ante las críticas, el director puede blindarse alegando que los espectadores son tontos y por ello no han llegado a entenderla. Tiene un aire a lo David Lynch, lo único que Richard Kelly todavía no ha llegado a la categoría de genio del cine. Tras hacer este clásico de culto, con todo lo que ello conlleva, dirigió una peli que parece aún más rara, y aquí ni siquiera se ha estrenado.

En realidad, es inclasificable. Pese a sus guiños a Stephen King, Posesión Infernal y Halloween, no es de terror. Habrá a quien le asuste, pero todo se limita al mal rollo del tío disfrazado de conejo. Quizá un thriller, pero a mí me aburrió. Vale, no ayuda el que anoche tuviese algo de sueño atrasado. Tiene sus cosas de ciencia ficción, de viajes en el tiempo y esas disquisiciones que invitan, a quien le interese, a un segundo o tercer visionado. Funcionan bien, a mi gusto, los elementos de sátira, sobre el típico colegio americano y la típica familia americana, el típico charlatán americano , bla, bla. Demasiados ingredientes en la coctelera, imagino.

Pero bueno, quizá me equivoque yo, como en la peli de Batman, aunque lo dudo. Cada vez que me acuerdo de los parlamentos del Joker (La locura es como el caos en el mundo que cae en el aire de no se qué leches), más me acuerdo de Tim Burton. Aunque, ¿quién de los dos vaqueros mariquitas estaba más pasado? ¿El rubio este, o el moreno haciendo la de Donnie Darko? Habría que analizarlo. Como sea, no creo que lo intente por tercera vez. De hecho, creo que si no fuera por el conejo gigante ni siquiera me acordaría de ella. Ja, ja.

viernes, octubre 24, 2008

Cumplir un año menos.


No, ese es el título de una canción del último disco de LOVG. En realidad, es cumplir un año más, y eso es lo que he hecho esta semana pero ni me he enterado. No lo siento, desde luego. Ni física ni mentalmente, aunque el número siempre impone. Tampoco es que haya tenido mucho tiempo para reflexionar, dado que han sido unos días bastante cargaditos tanto de clases como de conferencias que no son sino apéndices de las clases, sobre las diecisiete variantes de un proverbio tuareg o la evolución lingüística en Guinea Ecuatorial.

Este fin de semana, en un primer momento, pensé en pasarlo en parte en Madrid. Pero, cuando ya empiezo a dudar bastante de que me llamen para el concurso, no me apetecía regresar en un nuevo viaje relámpago, por mucho interés que tuviera en la causa que me llevara. Además, en el último mes ya me he saturado un poco de capital y algunos de mis compañeros de allí han decidido venirse a León estos días... Ayer ya estuve con el pronto colega bloguero Josh Royal viendo un concierto de una nueva banda que promete pegar mucho, Russian Red. Y en el Albéitar, así que yo asistí por la jeta o quizá no tanto, que el dinero de la matrícula lo justifica. Es mi recomendación de la semana (sí, se que hace bastante que no las actualizo)

De momento aquí no me estoy aburriendo, en tres semanas he salido con tres grupos distintos y confío en que con los filólogos vuelva a quedar pronto, porque lo pasé muy bien y espero que ellos también. Si la última vez puse una foto nuestra de cara, ahora pondré una de... espaldas, jeje. Nos la tomaron por traición cuando bajábamos a la Santa Sed, creo. Me hace gracia, parecemos la Resistánce filóloga marchando hacia un futuro incierto. ¿Quién sería el/la bromista?

domingo, octubre 19, 2008

Y, esta vez, virus.


La primera vez que los compañeros de clase quedamos para salir, tuve que excusar mi presencia por culpa de una gripe que me pilló nada menos que en el centro de las Navidades. ¡Pues ya es mala idea! Tengo unos virus muy diligentes, todo hay que decir. Como no quieren que me pierda clases, siempre atacan en fin de semana o vacaciones. Por suerte, no pudieron boicotear la salida filóloga del viernes pasado. Y confío en que tampoco fastidien mi cumpleaños, ya que parece que mañana estaré mejor.

Ahí os dejo la foto que da fe del evento. Es en la Santa Sed, ese lugar donde las mujeres siempre me ganan a beber torres. ¡A practicar se ha dicho! (Pero hoy no...)

martes, octubre 14, 2008

Contrición.


Estoy leyendo un libro de Stephen King, se llama precisamente Mientras escribo, que es el estado en el que me encuentro yo ahora mismo. Y es un gran libro, no importa lo que digan por ahí, Hopewell y yo sabemos que King es un buen autor. Y esto no es una novela, sino una recopilación de vivencias de su formación como escritor, etc. Dice que, pese a los mitos, ser alcohólico no ayuda a la creación, y él sabe de qué habla. Sin llegar a tanto, yo sí me arrepentí un poco de los excesos del pasado sábado, todo sea cierto que tan solo fue una excepción, y no la norma general. Como el curso aún lleva poco y puedo aprender de mis errores, he hecho acto de contrición confiando en que en lo sucesivo utilice más la Vía del Medio, incluso en esas previsibibles visitas a Casa Benito. Eso sí, cuando de verdad me llegue la foto de la party la colgaré.

El libro también habla de métodos de escritura. Yo creo que voy a iniciar uno la semana que viene. Ayer quise escribir en el blog, pero no estaba de humor. Los martes y miércoles (aunque hoy no) me veo forzado a regresar a la facultad a las cinco, para una clase que no es de mi especial predilección, y que repite casi al dedillo muchos conceptos ya aprendidos en el curso pasado. Si a mí no me gusta ir a clase después de comer no es que porque me eche la siesta o me quede viendo Lalola, sino porque ya en verano me acostumbré a escribir (o repasar lo escrito) a esa hora, y ahora me encuentro en el capítulo final de Los Abrasadores que me gustaría acabar este mes. Como la opción de pirársela solo es posible por causas de fuerza mayor, creo que lo mejor será que coma allí, algo ligerito, y luego me quede a esbozar en los cuadernos cosas para pasar luego a limpio; a saber, pues escaletas de guión, diálogos, poesía o demás. En llegando los exámenes, también me será útil ese rato. Y, pese a que no me gusta mucho trabajar en biblioteca, quizá me vea forzado a tenor de algunos humanoides que andan sueltos por el campus pero no desentonarían en un zoo.

La estupidez es la base de una buena y divertida película que vi anoche para olvidar la Semántica: se llama Idiocracia, y dirige el creador de aquellos monigotes, Beavis and Butt-Head. La trama es que un soldado, no muy listo, es hibernado y despierta dentro de 500 años, donde todo el mundo es gilipollas integral y, por tanto, él un genio. Quizá, en esos tiempos muertos entre clases, desarrolle yo alguna idea parecida. Por ahora, acabaré de una vez con la novela.

domingo, octubre 12, 2008

Si esto es un hombre...


Aquí estoy, con mi pijama, que no es a rayas pero sí azul. Es una desgracia tener que aguantar estos días, cuando necesitas dormir y no puedes. Hoy me desperté escuchando cómo la pareja de enamorados otoñales de abajo ponían el coñazo de desfile ese. Por ello, mi deshidratado cuerpo os escribe unas líneas para celebrar que este fin de semana inaugura el nuevo curso social en León. Mi resaca ha vuelto de vacaciones, y con ella algunos excesos que deben de ser limados. Claro que iba sobre aviso. Se sabe cómo se entra en los cócteles entre amigos, pero no cómo se sale...

Ahora siento una rara sensación de nostalgia post-coital, así que lo mejor será vegetar hoy en la medida de lo posible y ya mañana organizar este piso que gobierno durante pocos días. Por cierto, si me llegara alguna foto en la que salgo con una guirnalda de flores postizas del chino en la cabeza, con una resemblanza al Baco de Caravaggio (y como tal bebí), supongo que tendré que colgarla, aunque no salga tan en plan modelito como en las anteriores. Era una fiesta hippy, en teoría, aunque fuera con flores del chino. ¿Para cuándo una fiesta de togas, como en el clásico Desmadre a la Americana, ese que aún no he visto? Habida cuenta de que la anfitriona era americana, todo es posible.

En fin, será mejor que deje esto antes de que diga algo que no quiera confesar. Ayer no era mi cumpleaños, pero lo será pronto, aunque ya me estrené en ciertos sentidos. Hum... Quizá me sentó mal ese bizcochito con una extraña crema blanquecina en su interior. Me las piro, que ya voy a decir cosas inconfesables.

viernes, octubre 10, 2008

Apuntes literarios.


¿Alguien conoce a ese autor francés que ha ganado el premio Nobel? A mí no solo ni me suena, sino que ni siquiera se escribir su nombre. Supongo que porque presto más atención a los autores muertos antes que a los vivos... No se, la verdad es que me importa más bien poco ese premio, ninguno de los autores a los que sigo lo posee. A quien es probable que no se lo concedan, de seguir ese camino, es al escritor de El niño del pijama a rayas.

Una de las críticas que se hicieron a Los Abrasadores fue la de que no estaba muy claro a qué público se dirigía, entre el infantil-juvenil y el adulto. A decir verdad, esa duda la he creado yo, y a conciencia. Me gustaría, puestos a pedir, que lo leyeran desde niños con nivel de lectura algo avanzado hasta viejos jubilados con mucho tiempo libre. Aunque, claro, si he de escoger un público potencial, diría el de los adolescentes como los que protagonizan el libro. Claro que hay niños que, en vez de Harry Potter y las vampiras de los huevos, leen a Sartre o a Marx. Cada uno con su grado de madurez...

Solo me hace falta ver esa nota del editor en la contraportada, tan en plan buenrollista (estimado lector, estimada lectora...) para saber que algún tipo de engaño hay. Dice: "Este libro no es solo para adultos, también es recomendable que lo lean niños a partir de trece años" ¿Cómo? No es que sea recomendable, es que este libro es para niños de trece años. Es juvenil, tirando a infantil. Que no os engañe el hecho de que, allá por Madrid, podáis verlo en manos de ejecutivos trajeados. Yo no soy tonto, que dirían. Por tanto, me sobra este otro comentario: "Creemos que es importante empezar esta novela sin saber de qué se trata" Eso valdrá para niños de ocho años como el que la protagoniza, pero un lector con cierto bagaje cultural, al ver el título, la portada y el hecho de que se desarrolla en Berlín durante los años 40, ya sabe de qué va el rollo y quizá incluso cómo puede concluir. Luego aquí hay un engaño por parte de los de Salamandra para vender más (cosa que han conseguido) Esta novela-cuento debería ser vendida en el virreinato en el que Oli y yo gobernamos durante algunos meses, sin necesidad de que algún padre censor fuera a meter sus narices en el libro (tan solo hay un caso de adulterio, pero ni se percibe)

Porque, sí, es un cuento: con su didactismo, su moralina, sus personajes arquetípicos a los que no se molesta en poner nombre (Padre, Madre, Abuela) y ese previsible final infeliz. Es sencillo deducir el secreto de su éxito: ligero de peso, letras grandes, capítulos cortos, facilidad de lectura. Todo ello lo hace perfecto para leer en el metro o en el tren. También ese desenlace que provoca un pequeño malestar en el lector, para que luego vuelva a las preocupaciones de su rutina diaria. La verdad, yo no se si existe una fórmula infalible para un best-seller o es algo que va por modas. El tema del Pijama no es nuevo. Recordemos las bufonadas de Roberto Benigni en La vida es bella, etc. Lo que me sorprende es que a ningún escritor español se le haya ocurrido alguna idea tipo El niño maqui o algo por el estilo... Ja, ja. Vendo la idea.

Así pues, vosotros mismos. Si queréis leer el libro, no perdéis nada. Incluso alguien que no lea jamás podría hacerlo con gusto. No es una mala historia, pero tampoco una obra maestra, como no suelen serlo por regla los números uno del ranking de más vendidos. Quizá sea yo que no soy lo suficientemente... sensible. Je, je.

miércoles, octubre 08, 2008

Casting.


En estos casos primerizos toda precaución es poca, por ello llegué con tres cuartos de hora de adelanto a la estación de José Isbert en Ciudad de la Imagen. No confiaba en la ligereza que demostró, valga la redundancia, el Metro Ligero; tuve que pagar un euro de más por un trayecto de apenas cinco minutos, en fin... Durante ese lapso, aproveché para repasar mentalmente aquellas preguntas que pensé podrían preguntarme, aunque no acerté mucho.

En el edificio de Europroducciones, la primera remesa de aspirantes fuimos conducidos por una simpática, jeje, ayudante de producción hacia una salita para rellenar formularios. Yo tenía el numerito 4, así que pasé con mi compañera de fatigas 3 a hacer el casting. La verdad, creo que ella se llevó la peor parte. A veces es difícil distinguir un casting de una entrevista de trabajo (comparten esencias comunes), y a ella la conminaron a que se vendiera, por así decirlo, como aspirante al concurso. Y, encima, la hicieron cantar, y yo ya estaba temblando. No es lo mismo imitar los gorgoritos de las Orejas Leire-Amaia en tu soledad que ante tres féminas desconocidas.

Pero no, amigos. Yo confesé que no había estado en ningún concurso, aunque mi familia sí que tiene experiencia en ganar premios. Hay cierto tipo de preguntas retóricas que me tocan los huevos. ¿Que si me pondría nervioso en el concurso? Pues claro, como todos, pero mucho menos que durante el casting. Al fin y al cabo, al concurso ya vas con la seguridad de estar admitido y, en el peor de los casos, por lo menos tienes los quince warholianos minutos de fama. Yo alegué, y es cierto, que la vergüenza la he ido perdiendo poco a poco a través de cortos, vídeos de Youtube, ejercicios de la escuela de cine, etc. Y que me gusta la mecánica del concurso porque requiere una buena base de vocabulario y la agilidad mental necesaria para saber usar cada término en su momento oportuno. A mí solo me preguntaron que si me atrevería a contar un chiste en el programa. Y sí, claro que podría. Solo que tendría que aprenderme alguno bueno, o improvisar alguna imitación de Chiquito de la Calzada. No creo que valga el del perro Mis Tetas que sugirió Santi...

Eso sí, acerté las cuatro palabras del Password. Mi compañera solo acertó una, no se si es que yo me expliqué mal. En todo caso, juzgad vosotros por mis pistas:

Extremadura-Ciudad-Capital-Teatro

Ciudad-Musulmana-Islam-Orar

Lluvia-Mojarse (no recuerdo qué mas dije, hum... ¿Objeto?)

Quien acierte se lleva una bolsa de Jumpers.

En fin, que tendré que estar al loro. Para ser mi primer casting de concurso, no salí disgustado. Y ahora, ahí os cuelgo otra foto del pelo-cazo, recién mandada desde el país de los duendecillos peluqueros.