jueves, mayo 31, 2007

Moleskine de un viajero en USA. Episodio XV


WHASINGTON DC: RATA DE MUSEO.

Mucho me va a costar escribir esta cronica, no tanto por pereza como por el hecho de que es la ultima que voy a relatar desde aquí, a menos que algun cataclismo no deseado me obligue a permanecer mas, factor que me desagradaria ya que el viaje ha sido perfecto hasta ahora y no hay ninguna razon para alargarlo, maxime cuando por azares de la vida voy a poder extender mi ociosidad por un mes en mi ciudad natal, y eso si que me satisface bastante.
Nadie espere tracas y fuegos en mi despedida, porque en el par de dias de los que he dispuesto a nuestro regreso de SF, me he limitado a hacer la misma ruta que tantos y tantos turistas que llegan a la capital del interior en pos de los monumentos de patriotica visita, o de todos esos autobuses amarillos que escupen a escolares de la misma manera en la que a nosotros nos llevaban a ver el museo del Prado o el cine IMAX en Madrid como si fuera el colmo de la modernidad. Mi primera jornada se baso mas en lo que se denomina el Federal Triangle, posiblemente el triangulo con mas poder del mundo. Y he de reconocer que al menos desde el punto de vista arquitectonico si que impresiona.
Comence por el obelisco en memoria de Whasington, hay que detallar que Estados Unidos es una nacion fundada en su mayoria por masones, no es dificil encontrar numerosos signos misteriosos y arcanos en los billetes y por todas partes, como este gigantesco pilar de reminiscencias egipcias que podria bien erigirse en vertice del triangulo. Hacia un lado se vislumbraba al fondo el memorial de Lincoln, separado por la piscina reflectante. De estructura parecida al Partenon, es solemne de austeridad y por la fuerza que desprende la majestuosa figura del presidente sentado, no se si se basarian en el Moises de Miguel Angel para esculpirlo, pero se diria que va a girar el rostro para observarnos de frente. Complete la triada de presidentes ilustres con el Jefferson Memorial, en forma de templo redondo hacia el cual se llegaba bordeando una laguna. He de remarcar a todo esto que hacia un calor mucho mas sofocante que en California, que a fin de cuentas tenia un clima mas mediterraneo, y la explanada del Mall, pese a las hileras de arboles plantados, no propiciaba mucha sombra a la cual resguardarse. Las distancias entre un monumento y otro eran mayores de lo que podria deducir del mapa, por lo cual tenia ya ganas de meterme en algun lugar fresquito. Al volver pase a cierta distancia de la Casa Blanca, aunque no me interesa mucho ni ella ni quien alli vive, y luego cogi la avenida de los museos, estrenando el momento Smithsonian. Mi primera parada fue el museo nacional de arte africano, en el cual destacaba una colección perteneciente a la Walt Disney Company con varias mascaras y figuras inquietantes cuanto menos. Luego rodee unos jardines de escultura al aire libre, y no precisamente de donnadies, sino que alli a la intemperie estaban plantadas como setas obras de Picasso, Miro, Rodin y un largo etcetera. No salia de mi asombro, pero aun me faltaba un edificio ilustre, ese que suele ser utilizado de fondo en los telediarios cuando realizan la conexión con esta ciudad, el Capitolio, hogar del Senado y la Camara de representantes, hacia alli me acerque, hasta las escaleras porque estas estaban cortadas salvo para grupos acreditados. A mi lo de andar me va por momentos, y aprovechando que pese a irme arrastrando estaba en racha, tire hacia arriba, para descubrir el downtown de la ciudad y coger algo de comer que mas bien iba a ser merienda. En un Starbucks estaba disfrutando de mis primeras zanahorias desde que me vine aquí, cuando, como una vision de futuro sin bola de cristal ni nada parecido, me vi aislado entre un grupo de colegiales multietnico que se puso a jugar a dar palmitas y otras cabriolas. Llegue hasta Dupont Circle y ahí ya cogi el metro hasta Bethesda, pero no seria mi ultima contacto con la capital, porque luego Paco me llevo, en coche claro, a visitar Georgetown y su universidad, donde el buen amigo del presidente, quien le bautizo como Ansar, suele dar una conferencia magistral de vez en cuando. Tambien paseamos por el puerto deportivo, no de mar sino del rio Potomac, aunque con tanta animacion como una version en miniatura de Fisherman’s Wharf. Tanto nos enrollamos que al volver a la ciudad nos habian cerrados todos los restaurantes, poco me importo porque yo ya no tenia donde caerme muerto y las ventajas de la pasta instantanea siempre son bien recibidas en esos casos.
Ayer volvi a introducirme en mi maquina del tiempo, pero esta vez no retrocedi diez anyos, sino quince. Estuve en cuatro museos, pero la mitad de ellos, pese a la seriedad que su misma designacion conlleva, podrian haber pasado por Disneylandia. Especialmente el de historia natural, pero es obvio. Animales y dinosuarios, un parque jurasico de huesos en el cual pude comprobar si los topicos sobre colegios yanquis eran ciertos, y entre aquellas manadas, todos con la misma camiseta de Trip to DC o algo asi, podian rescatarse varios prototipos que reconocia de haber estado toda mi vida expuesto al colonialismo cultural via TV primordialmente. La cosa no era muy diferente en del aire y el espacio. Ya para rematar fui a comer a McDonalds, por una cuestion pragmatica mas bien, queria comida que llenase sin entrar en cavilaciones sobre de que estaria hecha. No me dio vergüenza ajena el ir alli, si el observar a un abuelete encorvado que deberia estar en una merecida jubilacion y sin embargo ahí llevaba la gorra con los aros, menudo anacronismo, iba arrastrandose cogiendo vasos y yo recogi mi bandeja, aunque lo hubiera hecho de todos modos. Digamos que en los museos tambien se aprende de la cultura actual del pais... Mas que aviones y cohetes, entre los que ando muy verde, me intereso una reducida pero interesante colección de tesoros de la historia americana, rescatada de un museo que ahora mismo esta en obras, que atravesaba diversas epocas a traves de objetos iconicos, desde el sombrero de Lincoln hasta la rana Gustavo, pasando por simbolos cinematograficos como los chapines de rubi del Mago de Oz y los maduritos androides de Star Wars, cuya foto adjunto. Como sea que aproveche hasta las cinco y media, hora de cierre de todo el sistema Smithsonian, aun estuve por dos museos interconectados, las galerias Fleer y Shackler, especializadas sobre todo en arte asiatico, ahí como solo eran vasijas y cosas parecidas no es que hubiera muchos colegios desde luego, y por ello me permiti un respiro.
La cena de despedida en Bethesda se llevo a cabo en Mon Ami Gabi, un restaurante frances, casualmente cuando hoy vuelo con Air France y tambien podre degustar de una cena gabacha en pleno vuelo. Pero nada comparado con esa, con las mejores patatas fritas vistas por aquí, no en vano las llaman french fries, y un par de buenas tajadas de pollo, se que esto no tiene gracia excepto para ciertas personas que se reiran bastante, pero bueno, fue un excelente colofon, y ademas con perspectiva de futuro, ya que Paco y yo comentamos la ya estudiada posibilidad hacer una traduccion de mi novela El diez por ciento al ingles, que posiblemente iria bastante bien en una ciudad como San Francisco. No es que desee alcanzar el american dream, pero hay que explorar todas las posibilidades asi que Oli, si lees estas lineas, que sepas que tienes parte en el negocio. Finalmente, tras la cena dimos una vuelta por Barnes and Noble, una librería de cuatro plantas enfrente del restaurante, con el resultado de una buena adquisicion cada uno, tengo bastantes libros en ingles almacenados, me alegro por ello ya que voy a hacer efectivo mi boicot a la FNAC y necesito reservas.
Y se acabo. Pense incluso en aprovechar hasta el ultimo momento e ir al zoo a ver los osos panda, pero bastante sensacion de leonera ya me da esta habitacion cuando la observo, asi que aquí hemos terminado amigo mio se acabo. De capital a capital, y luego a la capital del antiguo reino. Espero que me perdoneis si os abandono, pero me queda una buena sesion de cabalgada encima de la maleta.

martes, mayo 29, 2007

Moleskine de un viajero en USA. Episodio XIV


ENTRE COPAS Y CURVAS: UNA DESPEDIDA DE ALTURA.

Llega el triste momento de decir Goodbye California, y un espero que solo Hasta la proxima, San Francisco. Escribo ya en la paz del despacho de Paco, que he recuperado en mis ultimos dias de regreso a Whasington, tras el peregrinaje por las tres residencias del viaje, y a la tercera fue la mas ruidosa, debido a un equipo juvenil y femenino de softball, que es un deporte como el beisbol pero en soft. Debido a las orgias que montaban en la habitacion contigua, me dieron ganas de reescribir mi novela El diez por ciento, pero cambiando el sexo de los deportistas que se estrellan en pleno con su autobus. A juzgar por las maneras de algunas de esas lozanas muchachotas, en algun caso ni siquiera seria necesario cambiarlo. No seguire por ese camino, que ya la serie Vagos y Maleantes ha sido acusada de machista, aunque en el caso de ayer la paliza con bates de softball hubiera estado del todo justificada.
Lo que importa es que ayer cerramos con un broche de oro nuestra aventura californiana, a la que solo resta ya el apendice de este par de dias en la capital para conocer lo basico. Al comienzo lo tuvimos complicado. Hoy se celebraba el Memorial Day, por los caidos en todas las guerras que han tenido y por desgracia siguen teniendo los Estados Unidos, quien leyera las noticias al margen de las elecciones de ayer comprobaria que no solo causan victimas americanas. Pues eso, la gente estaba de puente, y encima se inauguraba un nuevo parque de atracciones a las afueras, el Discovery Kingdom, y cual manada se lanzaron todos en pos de unas montanyas rusas que me revolvian las tripas solo de verlas. Al principio atasco por ello, que se disolvio cuando entramos en el valle de Napa. Nosotros, que tenemos familia con tradicion en los vinyedos, y familiares con propension al buen vinillo, nos sentimos muy apegados a la vid, planta que se encontraba por millones alli, cubriendo campos y campos de extensas winerys, la mayoria de las cuales podia visitarse para una catar, comprar o hacer un recorrido guiado a traves de ellas. Las de la carretera principal estaban bastante masificadas, quiza en ello influya que el turismo crecio mas aun, al igual que nos sucedió a nosotros, por imitacion de la pelicula Entre copas, cuyas localizaciones no logre identificar porque no la tengo muy reciente, pero que sin duda era un estimulo. Escogimos una que estaba mas aislada, fue la unica que visitamos pero, sin lugar duda, debe de estar entre las mejores, si no la mejor.
Se llama Clos Pegasse, y es al mismo tiempo un vinyedo y una galeria de arte. No exagero. Su propietario es un millonario que por amor al vino decidio armar todo eso, con lo cual no obtiene ganancias. El disenyo de las instalaciones se hizo en concurso a traves del SFMOMA, y al mismo concurrieron arquitectos reconocidos de todo el mundo. Y no solo el edificio principal. El patio, el atrio, todo esta lleno de esculturas y estatuas tanto modernas como tesoros del pasado, obras que tienen como tematica, no podia ser de otro modo, un canto al vino y al hedonismo, con muchos Bacos alegremente borrachos y lujuriosos. Tuvimos suerte tanto al descubrirla como al pillar la ultima visita guiada, por un entusiasta empleado que daba sus explicaciones tan de carrerilla que mas bien podria decirse que rapeaba. Nos bajo por las cuevas subterraneas donde reposan los toneles, y aquellas galerias tambien estaban trufadas de relieves grecolatinos, originales o replicas, llenos de efebos desnudos y figuras mitologicas. Un oasis de arte y vino, dos factores que hacen que la vida sepa mucho mejor. Porque tras la charla vino la cata, en total siete variedades, con el consiguiente riesgo de control de alcoholemia. En fin, la suerte que nos acompanyo en todo el viaje tampoco fallo en esa ocasión, y degustamos las dos listas de caldos, una de selección y otra de reserva, yo intente parecer profesional, no se si en la foto se nota, tened en cuenta que el nivel de calidad de mis vinos se remonta al tintorro del barrio Humedo, pero habria que no tener sentido del gusto para no notar que estos eran de nivel mucho mayor. Paco se llevo una botella y todo.
El vino sin comer deja algo mareadillo, por desgracia nos pasamos la otra vinateria en la que ibamos a parar, una estilo villa italiana, y por ello salimos del valle de Napa para ir a descubrir el de Sonoma, mas escondido y que tiene menos vinyedos, alli el interes principal recae en la propio ciudad, de significado historico. En su ayuntamiento ondeaba una bandera de Espanya que solo tenia el escudo de Castilla y Leon, id a saber por que. Tras tapear algo en un mejicano, fuimos a dar a San Franciso la despedida que se merecia. Fue emociante porque no sabiamos que ibamos a entrar por el Golden Gate Bridge, y la puerta dorada nos acogio en menor tiempo y sin la epica que llevaba impresa la trayectoria en bicicleta. Aprovechando que teniamos el Mustang descapotable, el ultimo destino alli seria una ruta panoramica, siguiendo tanto la guia como un documental que vi, elegimos la calle Lombard, conocida como la calle con mas curvas del mundo, y puede que sea cierto para tan solo de un breve trazado en toda su longitud. No eramos los unicos con esa idea, porque Lombard Street subia una pendiente muy empinada en la que una interminable cola de coches se iban dejando los neumaticos y los frenos mientras esperaban el turno para arrivar a la cima de la colina sin saber, tontos al igual que nosotros, que por calles paralelas podria llegarse desde arriba en linea recta, al igual que el tranvia. En fin, vale que solo fueron cuatro o cinco curvas, bastante cerradas, pero merecio la pena. Y, ohu, que es San Francisco, vete a saber si volveremos algun dia, espero que si.
Regresamos por el puente de Oakland, fue inevitable la gracieta del juego de la oca: De puente a puente... Pero no nos llevo la corriente, que de eso ya tuvimos bastante en el rio Merced, sino que llegamos al hotel justo a tiempo para la fiesta del pijama.
Bueno, Frisco, alla hemos ido, y de alli hemos venido.

Moleskine de un viajero en USA. Episodio XIII


RIO ABAJO: CRONICAS DE YOSEMITE. (AND TWO)


Insisto en que no estoy comiendo demasiado durante mi estancia, y si cuando lo hago es en pequenyas y grasientas proporciones, al menos luego intento bajarlo rapidamente. Tampoco es conveniente pegarse una caminata sin las suficientes calorias, ademas no podia irme de Estados Unidos sin tomar un desayuno tipico, y posiblemente mejor que aquellos que nos daban en Inglaterra, cuando los huevos fritos parecian tan planos como los que venden los chinos de broma. Asi que mas huevos, pero revueltos, salchichas, bacon, y... un cuenco con fruta. Que carajo, habia que llegar hasta las secuoyas. Y no lo pudimos hacer en coche, porque al ser sabado la zona se habia masificado un tanto, y nos permitieron ir alli en un autobus hibrido, mas ecologico, pero el sitio merecia la pena. Mariposa Grove es el hogar, aunque no el unico, de las secuoyas gigantes, los organismos mas longevos del planeta, enormes arboles tanto a lo alto como a lo ancho en los que sin duda se inspiro George Lucas, natural del estado, para crear la luna de Endor y sus persecuciones en El retorno del jedi. Por cierto, que manyana se cumplen treinta anyos desde el estreno de la primera (o cuarta?) parte de la saga. Una pena que no estemos en Los Angeles, igual hasta desfilan tropas imperiales, pero bueno, snif, todo lo bueno acaba, George, comprendo que no quieras devanarte los sesos en hacer tres episodios mas, la verdad es que el ultimo ya era el mejor broche.
Pero bueno, la ruta nos dejo momentos estelares y al regresar por camino poco transitado pudimos descubrir el bosque en si, con multiples ardillas y me voy sin haber visto ningun oso, si acaso a lo lejos, casi mejor asi. Digamos adios a Yosemite, ha sido breve pero muy sustancioso el estar alli, me quedo con ganas de haber hecho alguna excursion de las clasicas, de aquellas en las que yo siempre acababa detrás y con la lengua fuera y ninguno sabiamos a ciencia cierta el destino final.
Pero habia que volver a la civilizacion, esta vez el GPS, un invento que nos esta ahorrando mucho tiempo y gasolina, habla incluso, nos indico un regreso por donde antes no habiamos estado, para que se vea la cantidad de ecosistemas que se pueden alternar en el mismo estado, a veces nos recordaba un poco a Espanya, campos de golf junto a zonas deserticas, avenidas de palmeras junto a casas residenciales de hispanos, granjas de vacas al mas puro estilo de la America profunda...
Aunque en principio dije que regresabamos a Oakland, en realidad ha sido a una poblacion cercana, Hayward, un lugar que parece bastante aislado, mas bien de paso, como lo es este hotel, que se diria del tipo de los que frecuentan personas de negocios, aunque esta tarde lo habia tomado una tropa de zagales que celebraban un cumpleanyos, por suerte parece que hace poco se han calmado o les han calmado, porque esta cronica esta llegando a su fin y, si bien hoy no nos hemos dado mucho tute, el kilometraje a mi siempre me cansa y este domingo de elecciones en la patria natal, en las que no voy a participar y de todos modos no creo que mi voto cambiase nada, parece que iremos al valle de Napa o alguna zona circundante de vinyedos, siempre he tenido ese gusanillo desde que vi la peli de Entre Copas, aunque no tengo ni pajolera idea, Paco siempre puede darme unas nociones y si no, siempre cabe la opcion de hacer como que se sabe y luego soltar una frase recurrente... Ligeramente afrutado o algo asi.
Bueno, ya veremos si manyana hay cronica desde Falcon Crest.

lunes, mayo 28, 2007

Moleskine de un viajero en USA. Episodio XII


RIO ABAJO: CRONICAS DE YOSEMITE (ONE)

Lo que me gusta mas del rio es que nunca es igual que ayer, sus aguas siempre corren sin descanso, si en paz deseo yo vivir un precio he de pagar, no saber lo que este rio esta ocultando. Rio abajo lo vere...
Me ha parecido lo mas apropiado comenzar asi. Con la primera estrofa de la cancion Rio abajo, por estos lares Just around the riverbend, de la pelicula Pocahontas, que nunca ha sido bien entendida y supongo que por ello en una reciente encuesta de personajes populares sobre filmes de Disney tenian la desfachatez de colocarla en ultima posicion. Pero yo si comprendi su mensaje, quiza demasiado turbio para la audiencia infantil, y cuando descendiamos por las aguas del rio Merced me venia al casco esta tonadilla, en un doble sentido, primero por la evidente semejanza fisica de la situacion, todos podriamos ser la princesa india, cambiando Virginia por California, paleando el agua si bien mejor preparados y descontando al mapache. Y, en sentido metaforico, la letra habla del doble camino entre la estabilidad y el riesgo, colocarse en posicion acomodaticia o aventurarse por los rapidos del rio aun a riesgo de ser engullidos por la corriente. Si hay que hacer una correlacion respecto a la vida, yo disfrutaba cuando la lancha mas violentamente era zarandeada por las olas, mientras que cuando el cauce se estabilizaba, me entraba una cierta modorra, hasta el punto de casi cerrar los ojos para disfrutar de una placida siesta amarrado al remo.
La idea era excelente desde luego, tuvimos suerte de descubrir ese lugar que nos daria la oportunidad de hacer rafting por un rio salvaje de aguas tan pristinas que en muchos lugares se veia el fondo. Yo tampoco estaba muy seguro de cómo saldria la ruta. Mi experiencia era mas bien poca. Di paletadas en mi ultimo viaje al extranjero, en Finlandia, en una barquita sobre un lago. Lo mas parecido a lo de ayer fue en el populachero descenso del Sella, junto a mi tia Luisa, pero aquello era mas en plan romeria, como llevando la tortilla de patatas en el compartimento de la piragua, la cual volcamos un par de veces, por lo cual era un mal antecedente. Ademas, tendria que coordinarme y recibir instrucciones tanto de companyeros como de monitora que hablaban un ingles cuyo dominio por mi parte no deja de estar en el nivel de turista en viaje de dos semanas. Todos mis temores, al igual que en el puente, se disiparon en el momento de la accion, y fue una travesia del todo inolvidable, que quedara ademas inmortalizada porque, precisamente debido a ese estar lost in translation, no me entere de que una nayade acuatica, rubia y con tanga sobresaliendo (las chicas y chicos de la montanya son los mas guapos), nos iba sacando fotos, en la mayoria de las cuales salgo con los ojos cerrados, incluso en una, que obviamente no voy a colgar, mi rostro alcanza un nivel tan inhumano de contorsion que se diria se ha convertido en El grito de Munch. Solo era la emocion...
Aun faltaba el Yosemite Park en si mismo. Hay que reconocer que los yanquis cuidan bastante de sus parques naturales, y este es verdaderamente asombroso, no solo por los pinos y las cascadas, que aunque hermosos se pueden encontrar en otros paisajes, quiza en la propia Leon sin ir mas lejos, pero el sello distintivo de Yosemite son los enormes bloques de granito, mazacotes formados por el desprendimiento de un glaciar hace miles de siglos, que se muestran de manera majestuosa como gigantes comtemplando su territorio. Antes de llegar a ellos, sin embargo, volvimos a la maquina del tiempo de Tis, nada mas entrar en el parque y ver la primera cascada, que ni siquiera era la mejor, con el aire oxigenado se nos metio en vena un chute de espiritu abrasador y comenzamos a triscar cual cabras, saltando de piedra en piedra para intentar alcanzar mas de cerca el salto del agua, hasta un punto en el que el raciocinio que aun de ninyos nos ha salvado de rompernos la crisma en todas las excursioncitas nos advirtio de que nos dieramos la vuelta para continuar el resto del viaje en coche, con unas quince o veinte paradas en total, desigual duracion, porque era la unica manera en la cual abarcariamos la ruta trazada hasta el final. Comenzamos primero por unas cascadas de bastante mayor altura que las primeras, luego atravesamos el impresionante Capitan, la mayor mole en granito del mundo, y luego comenzamos a subir hacia la zona de miradores, en concreto el objetivo final del Glacier Point, un lugar desde el cual se dominaba toda la zona, otra prueba a riesgo de vertigo.
Aun nos quedaba un rincon por descubrir en Yosemite, que dejamos para la excursion matutina de hoy. Incluso la cena tuvo el mismo sabor de aire libre que el resto del dia, porque fuimos a un lodge que estaba situado mas rayando la entrada al parque que el nuestro, y alli pedimos un menu muy de la tierra, pizza and beer, que no obstante en una mesa de la terraza, contemplando esa naturaleza agreste que no todos los dias se ve, nos supo a menu cinco estrellas. This is life, amigos.

domingo, mayo 27, 2007

Moleskine de un viajero en USA. Episodio XI


REGRESO AL DEPORTE, ROAD TRIP Y CAMBIO RADICAL (AND TWO)


El estado de California, empero, no se termina alli, por lo que nos dispusimos a realizar un road trip en toda regla por la nacion mediterranea en direccion norte, hasta Yosemite National Park. Para darle un tono mas mitico, un Mustang descapotable rojo nos esperaba en el aeropuerto de SF. Pronto abandonariamos la sofisticacion urbanita por monotonos paisajes de granjas y cultivos, la America profunda, llena de iglesias que parecen centros comerciales y territorios baldios de esos en los que, según una buena dosis de imaginacion estimulada por el visionado de cientos de peliculas la mayoria de serie Z, podriamos avistar un OVNI si fuera de noche, o caer pasto de una horda de zombis paletos o mutantes canibales. Hicimos una parada en el pueblo de Merced, donde estaba el centro de turismo en el cual abastecernos de mapas del parque nacional y confirmar la ruta que estabamos siguiendo. Habia que llegar hasta Mariposa. Si el nombre os parece curioso, es porque aun no os he dicho que antes pasamos por un tal Manteca. Aeropuerto de Manteca? Nada mas cierto. De hecho, Mariposa era el ultimo atisbo de civilizacion antes de entrar en los adelanyos de Yosemite. Tras eso, tan solo habia aislada tienda de comestibles que, supongo que por ser consciente de su condicion exclusiva, se puso el simple nombre de The Market. Suerte que el Cedar Lodge tenia mejor pinta de la idea mental que me habia formado, con un aspecto tan rustico y todas esas estatuas de osos, visitantes ocasionales del lugar con los cuales espero no tener el gusto de cruzarme. A pesar de que yo, con la resaca del bike trip, podria haberme echado a dormir justo despues de la llegada, aun salimos a dar un breve paseo por los alrededores, Paco vio una serpiente, motivo de pensarnos bien donde pisar. Al pasar habiamos visto un lugar donde se concertaban excursiones para bajar el rio Merced haciendo rafting, y por tener una experiencia mas, que no se dijera que el ferry fue nuestro ultimo contacto con la navegacion, fuimos a reservarlo para por la manyana. No habia ya mucha gana de ir a cenar a alguno de los pueblos de los alrededores, por lo que tomamos algo en el mismo Lodge, muy oportunamente porque asi pude comprobar como se esta en un verdadero dinner americano, con su estilo retro anyos cincuenta, de esos que tienen sillones acolchados de rojo, maquinas para poner musica, aunque la nuestra no funcionaba, billar en el cual varias jovenes lugarenyas con aspecto de pocas luces estaban jugando, y un camarero rubio y con tatuajes. La comida? Hamburguesa, patatas y cerveza, faltaria mas. No se si la digestion me sentara muy bien. Pero bueno. Voy a dormir como cualquiera de tantos y tantos troncos de los que nos rodean. Ni siquiera puedo colgar estas cronicas, pero en un par de dias volveremos a Oakland y desde alli la aventura de la vida agreste se dara por concluida. Por ahora, vayamos a pelear con los rapidos.

Moleskine de un viajero en USA. Episodio X


REGRESO AL DEPORTE, ROAD TRIP Y CAMBIO RADICAL (ONE)

Escribo esta cronica, en el limite de mis fuerzas y sin una conexión wireless mediante la cual pueda colgarla instantaneamente, en la habitacion de un motel de carretera en plena montanya, el Cedar Lodge. Estamos en las puertas del Yosemite National Park, y hemos pasado de amanecer en la suite del Galleria Park de San Francisco a pernoctar en este establecimiento con cierto encanto, no tan cutre como imaginaba en principio, bastante mejor que cualquier lugar en el que Abrasadores y demas realizamos nuestras excursioncitas en los montes de Leon, aunque no menos cierto es que esta perdido en medio de la nada, el pueblo mas cercano se llama El Portal y de hecho si acaso puede que disponga de un portal para los escasos habitantes que alli moren cual eremitas. Esto si que es un cambio radical y no los del programa de la cirugia estetica, pero al menos un viaje contrastes es un viaje que permite ver multiples facetas del lugar visitado, y en este caso lo estamos consiguiendo.
Que nadie me juzgue mal. Yo soy un apasionado del campo y la naturaleza. Yo idee las excursiones de primos mientras pudieron realizarse. Yo iba a realizar un documental en el Puerto de San Isidro, y aun no descarto un proyecto similar. Yo siempre busco, y no suelo encontrar, gente que quiera echarse la tienda de campanya a la espalda y liarse a andar, sin machacarse desde luego, que al menos yo suelo tener actividades sedentarias y si salgo a disfrutar un poco el aire fresco me traen al pairo las prisas. En este viaje que ha hecho de la variedad su principal estimulo, ha habido un punto de giro, tras la jornada de ayer que podria resultar de hecho climatica.
Comencemos por ahí. Cierto que la actividad matutina no pudo resultar mas sosegada, en cinco dias ya habia condensado casi todo lo que me resultaba basico de visitar, tan solo faltaba la guinda del pastel, la joya de la corona, y podria seguir con estas comparativas hasta el infinito, solo digo que si se dice en voz alta el nombre de San Francisco la mayoria pensara en el Golden Gate Bridge, y ese era el objetivo para la tarde. Hice bien, pues, en relajarme antes. En los Yerbabuena Gardens me tome un picnic sobre el cesped mientras me empezaba las Tales of the City de Armistead Maupin, unas cronicas, tal como pudieran ser estas, que se publicaron inicialmente en el San Francisco Chronicle para luego reunirse bajo el formato de varias novelas. Me gusto reconocer lugares de la accion que si las hubiera leido antes me sonarian como algo extranyo. A las tres regresaba el hotel para inicar junto con Paco, que ya habia terminado su congreso, y Katya, una companyera de currelo rusa, el bike trip que me hizo retroceder diez anyos en mi vida, no solo por rejuvenecer, sino porque mas o menos esa era la epoca que recuerde que cogi mi ultima bici, creo que en Finlandia. Es realmente necesario que me vaya al extranjero para montarme en ese cacharro? Puede. Me las veia muy felices yo pensando en que podria atravesar ese simbolo a pie, algo factible aunque poco probable tras llevar cinco dias de subidas, bajadas y rules en general. Las piernas tampoco iban a descansar, pero al menos optamos por otro medio desde el cual se gozaba de una sensacion mucho mas reconfortante.
La bici, si. Fuimos a una empresa muy organizada que se encargaba de todo, alquiler, mapas, luego vuelta en ferry. No recordaba mucho de bicicletas. La ultima por la que tenia un carinyo especial fue una que fue llamada porqueria, pero al menos gozaba de un sillin bastante mas comodo que este gracias al cual me acuerdo cada vez que me siento, si, para tener un culo dolorido no hace falta visitar Castro. Yo no es que desprecie el deporte, pero aparte de que no estoy acostumbrado, creo que tengo un problema de resistencia. Con excepciones, he visto a lo largo de los anyos como tanto en el colegio como en el ultimo campamento de trekking en el que me enrole, conseguia todas las metas, pasito a pasito, pero a mi ritmo y siendo adelantado incluso por personas con el doble de grasa en el cuerpo que yo. Bueno, no es algo que me averguence. Mi carrera de deportista profesional fue la primera que deseche. De todos modos, teniendo en cuenta que llevaba casi una semana de caminata intensa y poco acostumbrado a esas lides, creo que no se me dio mal. Mi ruta en bici por la bahia solo tuvo ciertas trampas cuesta arriba, por aquellas traicioneras colinas que no subi a pedal sino a pata, con la bici a cuestas y a mi bola frente a todos los mailots que me adelantaban. Eso si, el puente lo pase completo sobre ruedas. No me hubiera atrevido a permanecer mucho tiempo de pie alli. Impresiona. La caida hacia al oceano debe ser tremenda. Un lugar muy atrayente para suicidas, de hecho en el siniestro ranking de lugares para despojarse de la vida, ocupa el numero uno. Eso pensaba yo mientras circulaba por alli, y algun alma en pena debio sentir telepatia hacia esas cavilaciones, porque en ese mismo momento decidio engrosar la estadistica poniendo fin a una existencia a la cual no debia otorgar mucho valor. Si, un suicida se arrojo desde el puente, aunque yo por suerte no contemple la escena, fue Paco quien casualmente observo el momento fatal, el y al menos dos testigos mas que llamaron a la policia para confirmar su testimonio. Una nota macabra para una travesia que estaba resultando un canto a la vida y a la libertad, y es que no todos los dias se recorre el Golden Gate Bridge con el viento de la bahia refrescandote la cara. Born to be wild. Juro que, si este verano me toca servir sandwiches o vender cuadernillos a la gentuza de turno, tratare de revivir esa escena como el contraste entre una existencia que se apaga y otra que no piensa en el miedo, en el vertigo, solo en seguir hacia delante sin mirar atrás y pensando en la meta.
Y aquella fue Sausalito, el primer pueblo nada mas cruzar el puente, abundante en galerias de arte y anticuallas que recorrimos en mas bien poco tiempo, ya que debiamos coger el ultimo ferry que nos llevara de nuevo al puerto de San Francisco. Era uno de los pocos medios de transporte que no habiamos utilizado en este viaje, via maritima, y eso es raro en una ciudad costera, asi que cumplimos y terminamos en el muelle uno de la calle Embarcadero, por la que nos subimos con las bicis el paseo hasta regresarlas al garaje para luego cenar una vez mas en Fisherman’s Wharf, y aunque se barajo un retorno a la Boudin Bakery, ya fuera por no repetir o porque un viaje tan prodigioso como ese necesitaba de un sitio a la altura, fuimos a un restaurante de mayor categoria, el Gamurro’s, italiano con especialidades de la bahia, aunque Paco y yo pedimos el plato tipico durante toda mi estancia aquí, la pizza, aunque la mia con langostinos, que no se diga. La cena y nuestra ultima noche en el Galleria Park fue decir adios al lujo y hola a la aventura, lamente de veras tener que despedirme de esa ciudad de la que se dice que todo el mundo se enamora, y yo no soy ninguna excepcion. Suerte que en pocos dias he podido descubrir muchas de sus maravillas, pero se necesitaria una vida complementaria para desarrollarla alli.

miércoles, mayo 23, 2007

Moleskine de un viajero en USA. Episodio IX


EL ESPERPENTO NACIONAL (DE CALIFORNIA), POR REESE LEON. (TWO)


Hoy desayunamos en McDonalds, un par de hashbrown, no se si lo he escrito bien por cierto, una especie de filete de patata empanado. El inexistente sistema de seguridad social yanqui, que estos dias Michael Moore critica en Cannes con su documental Sicko, lleva a la paradoja de que, como me explico Paco, haya ancianos en puestos que se asocian a los jovenes, sirviendo Happy Meals y cosas asi. Penurias americanas, otra es la obesidad morbida, habia un par de personas afectadas de esta enfermedad, epidemia en breve, que aun asi seguian desayunando y no precisamente zumos. Aunque es triste, no pude evitar pensar en el potorro...
Por aquel entonces no sabia que iba a recordar, y de muy buena manera, como se cocina en mi tierra, aunque algo en mente si que tenia planeado, porque mi primera parada era el barrio latino de Mission, en concreto la Mision Dolores y luego Valencia Street. La primera es la unica que queda de las misiones fundadas en California por Fray Junipero Serra, colonizador espiritual de estos lares. Como dije antes, las iglesias me dan mal rollo, pero admire su belleza exterior. Luego continue hasta el Dolores Park, muy agradable, gente tirada en la hierba tomando el sol en banyador. Tambien habia un par de tios dandose el lote, signo de que iba en buena ruta hacia Castro. Envidia sana y verde como el entorno. La calle Valencia, cuyo nombre ya declara intenciones, no solo tiene muchos establecimientos latinos e hispanoparlantes, sino tambien varias librerias de clara vocacion progresista, academias de artes, tiendas hippies y un amalgama muy estimulante. Yo fui a la Casa del Libro. No, no es una sucursal de la cadena de librerias en la cual no me cogieron de currante. Es una pequenya tienda que vende libros en espanyol y tambien funciona como galeria de arte. La llevaba una mujer con aspecto yanqui pero que hablaba castellano perfectamente. Compre un par de libros a la irrisoria cifra de un dólar cada uno, y ella me dio una informacion que no se pagaba con dinero, la de recomendarme el restaurante Esperpento. Fui alli, y por solo 24 pavos pude llenarme tanto como no recordaba desde las tapas de Semana Santa. Racion de campinyones al ajillo, tortilla de patata, pan tumaca por hacer un guinyo al amigo catalan, y regando con Estrella de Galicia, con dos balls. Las camareras hispanas muy majas. Ya se puede quedar Dios en el cielo que yo lo encontre alli. Hablando de Dios, mi viaje a la nueva Sodoma coincidio con la muerte de una de sus mayores bestias negras, el telepredicador Jerry Falwell, famoso por sacar del armario al teletubbie Tinky-Winky. En Castro le han dispensado burlescos epitafios. Alli tenemos pesos pesados que no le van a la zaga, como Cesar Vidal. La comida, tras lo de Picasso y Cervantes, ya me puso del todo patriotico, y de buena gana, poniendome el traje de Martin Cortes, me hubiese echado a la calle con Acebes, Zaplana, Vidal y Rouco, ellos con la rojigualdas y yo con una de la republica que vi en un escaparate, y por las calles de Castro hubiesemos hecho un remedo de la gloriosa manifestacion del 18-J, pidiendo papa y mama hasta que nos cosieran a hostias.
Si, nuestros pais necesita menos politicos como los anteriores y mas como Harvey Milk, el primer miembro del ayuntamiento que declaro publicamente su homosexualidad y fue asesinado junto al alcalde George Moscone. Hay una plaza en su honor a la entrada de Castro. Por cierto, en el cruce de Market con dicha calle esta izada la bandera del arco iris mas grande que he visto nunca. Pero no solo esa, tambien se ve colgada de todas las farolas de un amplio trecho, incluso en las papeleras. En Chueca no han llegado tan lejos desde luego. Habia muchos gays con perros. No exagero. De hecho, creo que vi un certamen de fotografias de gays con perros. Baje junto al Castro Theater, que es un precioso edificio que organiza ciclos de cine, revivals de filmes clasicos y proyecciones interactivas. Habia varios carteles de pelis de Hitchcock, y tambien una sesion programada de Grease con un sistema de subtitulos para que el publico cante las canciones... Ja, ja. Ya me gustaria verlo. Fui a la Different Light Book Shop, una librería de ambiente con un cuarto de siglo de solera. Alli hice la compra mas abultada en toda mi estancia, pero no me arrepiento. Solo se trataba de los libros que traia apuntados y otro que no habia manera de encontrarlo en Espanya. Comparando el precio en euros, salgo ahorrando bastante. Y de todas maneras, tras el dispendio, buen yantar y buen leer, regrese a la vida barata no sin antes tener un curioso episodio de Lost in translation. El barista del Starbucks al que ya he ido un par de veces entendio bien mi pedido, pero cuando me pregunto el nombre, le dije Luis. No es tan raro no? Aquí hay un San Luis, o quiza podia haberlo entendido en su version anglofila de Lewis. Pues va el tio y me pone Reese. Pero ese no es nombre de tia? Yo el unico que conozco es Reese Witherspoon. Broche esperpentico para un dia de tal manera. Espero que os lo hayais pasado bien. Lo que es yo, aunque cansado como siempre, lo he hecho.

Moleskine de un viajero en USA. Episodio VIII


EL ESPERPENTO NACIONAL (DE CALIFORNIA), POR REESE LEON. (ONE)

Aclaremos un poco el titulo, avanzando sobre el terreno. Veamos, si alguien hace del esperpento uno de los pilares de su creacion, incluso llamando a una de sus novelas, inedita, El esperpento nacional, y luego viaja a un pais extranjero, cuantas posibilidades hay de que el unico restaurante de comida tipica de su pais se llame, precisamente, El esperpento? Una entre un millon? Pues, de una manera a su modo tambien esperpentica, en mi se ha dado. Y vale que luego por dentro habia flamenco, guardias civiles y mantones de Manila, pero quien le dio nombre al establecimiento al menos digo que yo que conoceria la obra del gran Valle-Inclan.
Antes de llegar al suculento almuerzo, debemos pasar una jornada campestre dentro de la ciudad, un dia de campo podria decirse remedando el titulo del relato de Guy de Maupassant que lei de hecho ayer, gran escritor que he descubierto en mi estancia aquí. Mi meta era el Golden Gate Park. Paco estuvo el dia anterior en la meta final del Bay to Breakers, y llego hasta la playa del oceano Pacifico. Yo no hice tanto, luego veremos por que, pero esa gran arteria verde que ocupa una extension considerable dentro de la ciudad era uno de mis objetivos estrella. Para llegar hasta alli, atravesaria otro de esos lugares con encanto de los que SF esta llena, y si antes hablabamos de los beatniks de North Beach, pues al parque se puede llegar atravesando la calle Haight, que en su cruce con Asbury da nombre al barrio hippie vestigio de los sesenta, si, la decada de If you come to San Francisco be sure to wear some flowers in your hair. Colores chillones por todas las fachadas, flower-power, murales, muchisimas tiendas de fumetas, recuerdos, abalorios, papel higienico con la cara de Bush, librerias anarquistas... Un barrio de buen rollo, con algunos ancianos de luenga barba que quiza hayan sobrevivido a la epoca, o no sean mas que otra faccion de homeless trasladados a un sitio que acoge a colgados de variada catadura.
Nada mas llegar al parque hay una colina, Hippie Hill, que recuerda aquellos dias en los que se retozaba escuchando a Janis Joplin o Jimmy Hendrix, pero yo pase directamente hacia la unica zona que tenia especificada como apetecible de visitar en la guia. Por alli esta el museo californiano de ciencias, pero estaba en obras. Habra elecciones a la vista? Atravese una plaza en la cual habia un anfiteatro de estilo griego que supongo se utilizara para conciertos, y rodeandola numerosas estatuas de carácter cultural, entre ellas una de nuestro Cervantes con Quijote y Sancho Panza, que si a Shakespeare le dan todo un jardin, en el cual estuve mas tarde, que menos que un buen busto que le recuerde. Llegue a la Japanese Tea Garden, creo que no requiere traduccion, un jardin pequenyo pero precioso, de estilo no se si japones o chino, que de eso sabe Paco mas, pero abundante en pagodas, detalles zen, bonsais y arroyuelos. Una delicia poder contemplar ese paisaje tomando un te verde helado, o de jazmin. Yo asi lo hice, cuando aun tenia pensado llegar bastante lejos. Como rinconcito prefiero ese, aunque mucho mas espectacular y variado era el jardin botanico, un verdadero bosque para perderse, de hecho yo me perdi en un par de ocasiones, delimitado por zonas geograficas, con especies de cada pais y tambien de la zona de California, algunas secuoyas de tamanyo normal, las gigantes las veremos en Yosemite. Este sitio, junto al anterior y el Shakespeare Garden, constituyo el triangulo verde en el que me movi ayer. Peque de un par de errores. El mas obvio fue desorientarme claro, pero tampoco tenia vituallas como para hacer un almuerzo en la arena, porque crei que el sitio seria como el Retiro, con sus puestos de barquillos y churros, y alli no habia nada de nada, por lo que tuve que volver a la casita del te a comer lo unico consistente que tenian alli, Doritos y Chetos. ¡Que recuerdos a mi juventud de buscador de tazos! En el fondo no me importo, porque el sitio me habia enamorado, y en una segundo recorrido pude ir perdiendome en detalles que antes no habia captado. La cultura oriental se basa en ellos... Asi que te y literatura de calidad, un binomio que me ha otorgado muchos placeres este anyo, y si encima es en plena naturaleza, suenen seraficos clarines. Dejemos la playa quiza para cuando visitemos el Golden Gate Bridge, y si no pues oye, siempre nos quedara la de Gijon...

Moleskine de un viajero en USA. Episodio VII


SUBIDAS, BAJADAS, AULLIDOS Y TRANVIAS. (AND TWO)


No estoy acostumbrado al ejercicio fisico, andar ando mucho pero lo de correr es otro cantar, sin embargo si me hubiera gustado participar, junto con Paco, aunque solo fuera por curiosidad, en la casi centenaria carrera Bay to Breakers, un recorrido que atraviesa la ciudad, pasando por el Golden Gate Park hasta llegar a la playa del oceano Pacifico. Hasta ahí todo normal. Pero no es que tenga la solemnidad de unos Juegos Olimpicos... Mas bien, se distingue porque los corredores suelen ir disfrazados de manera cuanto mas estrafalia mejor, e incluso muchos llevan cacharros realizados con carritos de la compra a la manera de los Autos Locos. Vamos, como Carnaval pero a ritmo mas ligero. Hasta ahí se notaba la influencia hispana con esas cuadrillas directamente llegadas de una suerte yanqui de los sanfermines, quiza habian leido a Hemingway, pero los carros-toros eran geniales. Otros iban directamente casi en pelotas, quiza trasladando el espiritu del proximo Gay Pride hasta aquí. Todo un show, vaya. No se si sera solo esta ciudad, pero parece que los yanquis saben pasarselo bien. No seria la unica nota surrealista de la jornada. La siguiente iba a ser del todo inesperada, porque fui a acompanyar a Paco al Moscone Center, y fui a comer a los Yerbabuena Gardens, que circundan el centro de convenciones. Alli habia una explanada de cesped con un escenario, y multitud de gente espatarrada en la hierba creando una pequenya version del Woodstock que se estaria viviendo en el Golden Gate Park tras la carrera. Se trataba de un festival que se celebra en los jardines, del cual no estaba informado, y mi mayor sorpresa fue ver el grupo que tocaba, una de esas mezclas imposibles que solo pueden funcionar en este pais. Black Majal, como en parte su nombre hace suponer, es un grupo de cantante hindu, con su turbante y mostacho a lo Sandokan, que hace un estilo que se define en el programa como Punjab Funk. Que eso pueda resultar raro solo puede suceder para quien no lo escuche, porque a mi la fusion de ritmos tradicionales indios con el funky y el hip-hop de un negro que aportaba una nota aun mas exotica, la verdad es que me convencio, y me tumbe en el cesped como uno mas, dando cuenta del bocata mientras disfrutaba del concierto.
No suelo tener mucho interes en visitar lugares religiosos, y cuando lo hago es mas bien por admirar un exterior de gran impacto artistico, como el de nuestra catredral de Leon, que le da mil vueltas a la Grace Cathedral, un remedo de la Notre Dame de Paris que ha salido de buena factura, pero lo que mas me llamaba para ir alli era un detalle muy curioso que bajo ningun concepto se hubiese esperado de ningun templo catolico espanyol, ni casi se diria del resto de Estados Unidos. Nada menos que una capilla especial dedicada a la memoria de las victimas del SIDA, que en vez del San Pancracio habitual tenia como objeto de veneracion un mural realizado por el artista pop Keit Haring, que era homosexual y murio de la misma lacra al poco de terminar la obra. Me quito el sombrero ante los feligreses de San Francisco. Rompi otra costumbre, y deje un par de pavos en el cepillo. La causa merece la pena. Creyentes o ateos, es algo contra lo que se ha de luchar.
Y tras la espiritualidad, contracultura. Tocaba ir hasta North Beach y seguir en parte la ruta de los beatniks, aunque a decir verdad mi cansancio pasaba factura ya un poco por la resaca de la Coit Tower y otras cuestas que debi subir para llegar a Nob Hill, la colina de casas pudientes donde esta emplazada la catedral. Como sea que a mi siempre me sobran libros para leer, y prefiero seleccionarlos bien antes que tener un monton de los cuales vaya a desechar la mitad, apunte tan solo tres titulos para este viaje. Un par los tenia reservados para la jornada de Castro, mientras que el otro lo consegui, como tenia pensado, en ese barrio, si bien no en la librería mitica en la cual se imprimio, la City Lights Book Store, sino en el Beat Museum, que es un apendice de la anterior, con recuerdos de aquella generacion y obras de sus autores, por lo cual era como si lo hubiera adquirido en la misma. El libro en cuestion se llama Howl, Aullido, es de Allen Ginsberg y es un pequenyo poemario que en proporcion armo un enorme escandalo alla por los anyos cincuenta, cuando fue tachado de obsceno y fue perseguido con dureza, abriendo el terreno a toda una serie de movimientos contraculturales de los cuales el mas puntero fue el beatnik, del cual se considera a Ginsberg como uno de sus progenitores.
Resulta complicado leer poesia en una lengua diferente a la tuya, pero la primera impresión de Howl, sentado en un butacon del Starbucks, fue de una fuerza y un poderio que justifica sin duda el impacto en aquella sociedad aun secuestrada por la Caza de Brujas. Ya habia leido una de las composiciones del poemario en castellano, lo cual gana en comprension pero pierde los matices del texto original. Si al llegar mis ultimos dias veo que aun hay dolares que gastar, lo hare en libros, desde luego, y si puede ser de aquellos autores que tienen mas dificil traduccion en nuestro pais.
Yo no me considero un beatnik, desde luego, y tampoco se muy bien bajo que faceta clasificarme. Pero lo que si comparto es el amor por la creacion sin ninguna barrera que sentian aquellos pioneros. Truman Capote ridiculizo a Kerouac, diciendo que no escribia, sino que mecanografiaba. A mi ambos autores me complacen, supongo que porque mi propio estilo es un poutpurri que no hay por donde cogerlo... Pero al menos espero tener un estilo propio, aunque se vaya metamorfoseando. Inspiracion no me falta, y esta viaje me ha dado mas. Hay cierta idea que no se si me atrevere a llevar a cabo...

martes, mayo 22, 2007

Moleskine de un viajero en USA. Episodio VI


SUBIDAS, BAJADAS, AULLIDOS Y TRANVIAS (ONE)


Que es un turista sin un museo? Le quitas eso y la camara, y entonces las senyas de identidad se desvaneceran. Pese a todo, yo solo tenia uno en la lista, el SFMOMA, es decir, el museo de arte moderno, tan solo superado por el de Nueva York. No abria hasta las once, asi que por hacer tiempo me baje Market Street, que es la arteria principal de la ciudad, hasta el Civic Center, donde esta el ayuntamiento y los principales edificios de gobierno. Quiza fuera porque era aun pronto para un sabado por la manyana, la cuestion es que nada mas abandonar el segmento de calle que se englobaba dentro de la zona financiera y exclusiva donde esta situado el hotel, tan solo se veian vagabundos, pero no de manera aislada, sino que, gregarios o solitarios con su casa – carro a cuestas, extendian su territorio de homeless a lo largo y ancho de la acera, de vez en cuando alternandose con las tipicas pandillas que salen en las peliculas, de jovenes negros con estetica rapera, conste que es un mero apunte sin animo de xenofobia. La otra cara de America, inevitable comentario. Hay que senyalar que estos sin techo han dado muestras de ser bastante inofensivos, y si alguno me abordaba yo hacia como si entendiera aun menos el ingles de lo que lo hago. Llegue a United Square, la unica plaza que he visto dedicada a algo por lo general tan inutil como las Naciones Unidas, y segui el paseo hasta el City Hall, ayuntamiento para entendernos.
Tocaba momento cultural, y me vi gratamente sorprendido al ver que la exposicion temporal estrella del SFMOMA era una retrospectiva acerca de Picasso y su influencia sobre los pintores americanos contemporaneos y posteriores a el. Fue de hecho lo que mas aprecie en el museo, sin quitar por ello importancia a su colección permanente, con buenas muestras de artistas como Matisse, Klee, Miro, Warhol, Pollock y Diego Rivera entre otros. Orgullo patriotico en el extranjero, al menos en el terreno del arte. Ver como todos esos yanquis abarrotaban y admiraban la obra de nuestro gran genio de la pintura del siglo pasado, hacia el cual se rindieron sus compatriotas como bien se exponia en las frases encomiasticas estampadas sobre las puertas, me henchia el animo pese a encontrarme yo solo alli.
Tras el museo, el espiritu culto get fucked, a menos que se entienda como cultura culinaria propia del pais el visitar sus establecimientos clasicos de comida rapida, tan arraigados a la tierra que ni siquiera han llegado aun a nuestro pais. Comi en Del Taco, puro tex – mex. ¡Andale! Ahora que lo pienso, no estoy comiendo tan mal en mi estancia. De hecho, en algunos momentos ni siquiera como, o lo hago picando. En cambio, hago jornadas a pie tan largas que valen por todo lo que no he caminado en varios meses. Y si solo fuera andar en terreno liso, valga, pero es sabido que San Francisco es una ciudad con colinas, y la vista mas panoramica de la ciudad y la bahia se encuentra en una de ellas, Telegraph Hill, hogar de la Coit Tower, hacia la cual dirigiria mis pasos por la tarde, no sin antes haberme desplazado en otra de las atracciones clasicas de San Francisco, el tranvia, en concreto el tradicional de madera, mas orientado hacia visitantes, que sale del cruce de las calles Market y Powell. Es un rincon muy animado ese. A veces se ponen chavales negros a bailar break-dance, y de continuo hay un hombre viejo del mismo color que lleva un cartel diciendo que Jesucristo nos ama, sin mayor informacion. Lo mejor del tranvia, mas alla de estar montando en una reliquia, es comprobar con que pericia sube las calles, de tortuosa ascension, pese a ir cargado hasta las trancas. Por lo demas, no tiene mucho misterio. Aunque ayudo bastante el remolque, aun me quedaba un buen repecho hasta llegar a la torre. Mereceria la pena. Desde lo alto de Coit Tower se divisa completamente toda la ciudad, pudiendo apreciar asi mejor sus contrastes. Bien lo saben quienes explotan el edificio, porque cuatro dolares y medio por subir en ascensor un minuto resultaria ridiculo de no ser por el privilegio de dominar todo San Francisco de un vistazo. Luego los pies se iban solos cuesta abajo, desde luego, pero aun era poco el uso que habia dado de ellos.

Moleskine de un viajero en USA. Episodio V


DE LA SUITE AL MCDONALD’S, UN MILLON DE CHINOS Y YO, MARINERITOS EN TIERRA. (Y DOS)


Desayunamos en el hotel, luego Paco marcho al Moscone Center, el palacio de convenciones, y yo pues hacia un rumbo incierto, porque en principio queria ir hacia Embarcadero, la calle que bordea el puerto, pero acabe en una zona bastante mas cercana, Chinatown. La reconoci por su famosa entrada en forma de puerta con dos leones chinos custodiandola. No es que tuviera pensado comenzar por ahí, pero callejeando me vi sumergido en una marea asiatica, porque era temprano y me meti por Stockhom Street, alli compre mis primeros souvenirs, tambien una pulsera con moneda china de la suerte para mi, y mas adelante tope de lleno con los mercados de Stockhom, un bullicio de puestos y cientos de habitantes del barrio, una especie de China dentro de la propia ciudad, tuve la impresión de ser el unico turista, y no cambie de idea hasta llegar a la calle Grant, que era donde estaba situada la puerta pero yo la cogi bastante mas arriba. Esa si es una avenida orientada hacia los visitantes, con todos esos bazares, hermanos mayores de aquellos que estan proliferando tanto por mi ciudad natal, y que para el viajante de presupusto escaso es buena excusa para atiborrase los bolsillos de baratijas que llevar a modo de souvenirs, aunque la verdad es que yo todavia no he adoptado del todo esa estrategia. Estaba esperando a los ultimos dias, no sea que la inspiracion me permita encontrar obsequios economicos pero no de naturaleza tan evidentemente cutre. Lo que si queria era encontrar la fabrica de galletas de la fortuna, originarias de San Francisco aunque tambien cuenten con descendencia bastarda entre nuestros chinos nacionales. Para llegar a ella, debi utilizar ya desde la primera jornada el sentido de la orientacion con mapa adosado, y no se me dio mal porque la minuscula fabrica esta situada en un callejon lateral, pero es tanta su fama que pronto se lleno de foraneos. Pille una bolsa, que seria mi unica comida, aunque dudo que las fortune cookies se puedan convertir en penitencia de una hamburguesa. Los mensajes de dentro, que por un lado tienen una serie de numeros como si fuera la Primitiva, por el otro muestras sentencias supuestamente profeticas, que en algunas cosas aciertan pero otras resulta inteligible del todo. Como una que me decia que voy a pasar por una experiencia divertida a traves de dunas del desierto. Querra poner en evidencia que nos vamos a perder?
Involuntariamente me meti luego por una calle llena de locales de strip – teases, sex – shops y demas parafernalia decadente, no se llamaba calle Montera sino Broadway, y estaba situada en North Beach, la zona beatnik cien por cien, pero a esas horas y sin bombillas de neon resultaban de lo mas inofensivo, y mi objetivo primigenio al cual me dirigia era el puerto. ¡El mar! Cuanto tiempo ya sin posar mis ojos sobre el. Y alli estaba en todo su esplendor, con el puente hacia Oakland cruzando el horizonte. Embarcadero es un paseo que bordea todos los muelles, hasta llegar a uno de nombre famoso, el Pier 39, hogar tanto de los conocidos leones marinos como de un centro comercial que semejaba una Disneylandia marinera. Una zona turistica a mansalva. Pero merece la pena, aunque solo sea por ver a esa colonia de enormes bichos que crean un efecto hipnotico hacia un espectador que no esta en un zoo ni un acuario, sino contemplando a unos animales que han elegido instalarse alli sin necesidad de ser alimentados ni de hacer otras monerias que no sean su propio comportamiento, tumbados a la bartola sobre las plataformas como enormes salchichas de foca, que luego en cambio son capaces de nadar y saltar agilmente del agua hacia la madera, y de pelearse entre ellos a empujones por asentarse en la mejor parcela. Si, como si fuera un infante, reconozco que me quede embobado durante un buen rato, convencido de que el espectaculo de la naturaleza en su propio estado no se puede comparar en absoluto al oropel con el que se adornan centros comerciales como ese, trampas para pudientes que desde luego a mi no me atrapo, porque me fui con mis galletas a otra parte, recorriendo un poco mas de Embarcadero hasta que regrese al hotel para esperar a Paco, habiendo localizado ya un sitio para una cena mas decente que la anterior, algo mas alla del Pier 39 habia una fabrica de pan de larga tradicion, la Boudin Bakery, que tambien servia platos tipicos de San Francisco y otras variedades. Asi que, aunque termine algo harto de la calle, alli regrese, seguian en forma los leones marinos y todo, yo queria tomar un Chowder Claim, que es un mendrugo de pan abierto y usado de cazuela para una salsa con almejas. Tomo el mundo lo pedia alli. Supongo que fue eso lo que me llevo a comerlo, el borreguismo, teniendo en cuenta que a mi el sabor a pescado nunca me ha gustado demasiado. No podia comprender como en el camino nos habiamos encontrados tantos potes de pan vacios, abandondas a su suerte tras haber alojado el viscoso mejunje. Necio pensamiento. Yo tambien me deje medio recipiente. En efecto, sabia demasiado a pescado. Pero al menos me dio fuerzas para retomar los pasos en el cuarto en un dia y confio ultimo paseo por Embarcadero desde Fihserman’s Wharf. A la vuelta tambien pasamos por Broadway, y como era de noche si vimos de todo, incluso furgonetas con gente llegando para ver a las nude dancing girls y un hombre en sillas de ruedas, mecanica desde luego, remontando la colina para internarse en el barrio, quiza tambien quisiera tener una racion de contemplativo pecado. En fin, como podeis comprobar, es un viaje compacto en una ciudad compacta. Todo no lo veremos, pero vamos a aprovechar hasta el ultimo segundo. Aunque nuestros pies nos supliquen, nuestro nivel de grasa vaya aumentando peligrosamente hasta convertirnos en Leones marinos, y en mi caso me haya puesto tan colorado por el traidor sol californiano como uno de esos cangrejos tan tipicos tambien de aquí.

domingo, mayo 20, 2007

Moleskine de un viajero en USA. Episodio IV


DE LA SUITE AL MCDONALD’S, UN MILLON DE CHINOS Y YO, MARINERITOS EN TIERRA. (PART ONE)

Por donde empezar, por donde... Por el principio he de suponer. Poco me importa ya que pueda haber no no lectores receptivos, porque mas que para un publico me he comprometido para conmigo mismo a terminar estas cronicas que de momento no deberia seguir llamando de Moleskine, aunque asi lo haga, porque las teclas para mi siempre han sido mas veloces que la pluma y el numero de acontecimientos a detallar en la ciudad motor de este viaje van siendo demasiados, y con los suficientes matices como para echarlos a perder con un par de comentarios inanimes. Quien sabe, puede que corregidas y aumentadas puedan constituir una humilde aportacion al genero de la literatura de viajes.
Por el momento me conformo con dar constancia de ello. De nuestra salida de Bethesda al aeropuerto de Dulles, y el consiguiente vuelo de cinco horas costa a costa, amenizado por un programa de selección de peliculas con audio hispano mas que espanyol jaja, de calidad desigual, daba la impresión de que fuera un programa doble de la sesion Mayores de Cine en la cual todos los ancianos de Madrid se apretujan por un euro: El velo pintado, que al menos tenia cierta calidad, y Miss Potter, o Miss Cursi seria un titulo mas apropiado. Al menos cumplieron la funcion de hacer menos pesado el trayecto, hasta poner los pies en suelo californiano. A partir de ahora es cuando la envidia comenzara a corroer conciencias y nos lloveran epitetos de burgueses para arriba, perfectos candidatos a la guillotina. Confio en que la foto que he colgado me salve. Porque, como por otra parte es logico en un director de laboratorio que asiste a uno de los congresos medicos mas grandes del mundo, teniamos a un apuesto chofer caucasico esperandonos con un cartelito donde las maletas, que nos llevo hacia Frisco en un coche de cristales tintados que, sin ser una limusina, si tenia bastantes comodidades. El hotel desde donde redacto esto fue la meta de llegada, el Galleria Park Hotel, en Sutter Street, que os sonara tanto como le puede sonar a uno de aquí Alfonso V, pero esta en el Financial District, o lo que es lo mismo, rascacielos a mansalva. Nuestra suite esta dividida entre el dormitorio y un saloncito con mesa de trabajo y un sofa-cama que hubiera sido mi destino natural de no ser porque motivos de la convencion me otorgaron la posesion de una enorme cama de matrimonio, de esas en las que solo me faltaria una belleza al lado y un cubo de... ¡Champagne for everyone! Pero que nadie se lleve a enganyos. Este es un viaje de contrastes, casi podria decirse que los propios que tiene la sociedad estadounidense. Pero no es necesario ponerse tan profundos, en realidad es solo una cuestion circunstancial, que ahora la pompa proceda del generoso presupuesto de una empresa yanqui, y cuando el congreso termine ya sera otro estilo, si bien por pocos dias.
Ademas, cualquiera nos veria esa noche pelando langostinos, cuando la realidad fue otra. No tanto por estirar el dólar como porque eramos unos recien llegados sin idea de la ciudad, cenamos en el primer sitio que habia cruzando la acera. Y cual pudo ser ese? Lo habeis adivinado, un McDonald’s. Bueno o malo, ir a USA y no comer alli es como si un ingles en Ibiza no se pusiera hasta el culo de pintas. Y una buena comparativa con nuestro pais, porque, en efecto, aquí los hispanos tambien copan el porcentaje de dependientes de la tienda del payaso. Tratare de no sentirme culpable, amigos. A fin de cuentas, tanto el horario como el modus vivendi que estamos desarrollando aquí son propios de la gente mas sana. Ya hemos podido comprobar, aunque sea de pasada, que San Francisco es una ciudad de alboratada vida nocturna. Pero Paco ha venido a currar, y yo pues... Salir? Beber? Lo mismo de siempre? No por cierto. No he venido aquí a hacer las mismas cosas que llevo haciendo desde (y sobre todo) el dia uno de enero. La rutina es acostarse a las doce y levantarse a las seis y media. Tampoco es que sea una ciudad de grandes distancias, al menos no en las zonas de mayor interes turistico.

sábado, mayo 19, 2007

Moleskine de un viajero en USA. Episodio III.


WHASINGTON DC'S FIRST CONTACT


Ayer por la tarde hubo una gran tormenta, me produjo un deja vu puesto que era una posibilidad que me habia planteado que sucediera y a la que no hice el menor caso. No fue la lluvia el factor que nos asustara a la hora de, con chuleria madrilenya, despegar la capota del coche para asi tener una mejor perspectiva de la inagotable profusion de monumentos y museos que ofrece DC. Mas o menos podria decirse que era una visita guiada a cuatro ruedas como anticipo del tour que yo mismo realizare, o al menos la parte que me de tiempo en mis ultimos dias, cuyo grueso mayor englobara el Mall, una explanada gigantesca cuyos limites podrian estar, si bien no del todo exactos, enmarcados entre dos representativos edificios, el Capitolio en el horizonte y al otro lado el Lincoln Memorial, partiendo el espacio a la mitad el obelisco en homenaje a Whasington. Todos ellos bastante mas grandes que la impresion que se me habia quedado de tantas y tantas peliculas. Sin embargo, el Mall esta casi por completo dedicado a una serie de museos que se engloban bajo el nombre de Smithsonian Fundation, demasiada mole para un turista fugaz, Paco ya me iba diciendo sus favoritos, que espero lo sean tambien de este pequenyo padawan en el arte del vagabundeo.

A la hora de cenar barajamos algunas opciones, Paco se decanto por un sitio que aunaria el alimento fisico con el espiritual, la Kramerbooks, situada en Dupont Circle, el barrio gay, chic y mas bien blanco de Whasington. El sitio es un establecimiento con 30 anyos de historia, por eso estaba abarrotado, tanto la tienda como el restaurante adosado. Yo reserve mis adquisiciones para SF, Paco pillo un par de libros marcianos cada cual a su manera, uno de estramboticos, pero reales, inventos japoneses y uno de David Lynch, que ya solo por su nombre lo es pero resulta interesante. Me gusto mucho que en el mostrador hubiera una gran cantidad de libros anti-Bush, pues por lo visto en la ciudad en la que reside la mayoria de la poblacion es democrata. Sobre todo uno que versionaba a Donde esta Wally? pero con Bin Laden. Tambien recogimos un ejemplar del Whasington Blade, el primer periodico gay de la ciudad, de mayor interes que las revistas petardas de nuestro pais.

La cena fue servida por una camarera muy simpatica que, fijandose imagino en la camara de fotos, nos tomo por extranjeros. Ja, ja, las senyales nos delatan, aunque en Whasington hay mucho turismo interno. El servicio suele ser muy bueno porque viven de la propina que deja el cliente, entre un quince y un veinte por ciento de la cuenta, a menos que lo haga rematadamente mal. Bueno es saberlo, aunque yo a lo sumo quiza visite alguna cafeteria...

Ya ahora os dejo, que en breve iremos al principal destino de este viaje. Ahora si, y de una vez por todas. Vamos alla, alla vamos.

viernes, mayo 18, 2007

Moleskine de un viajero en USA. Episodio II.


16 - 5 - 07


JORNADA DE REFLEXION


Ya que yo no tendre elecciones, anuque tampoco es que las echa demasiado de menos, he decidido meditar hoy, al menos durante la sobremesa, pues me hallo justo en el instante en medio de dos grandes travesias aereas, si bien la de manyana sera directa y no tan desesperante como la de ayer.

Si, amigos, muy felices me las veia cuando ayer os deje a eso de las tres, pero cuando ya llegaba la hora del vuelo de conexion, momento que no se me hizo liviano de esperar, y veia que de las siete y media se iba retrasando hasta un tope de las nueve de la noche, la desesperacion iba haciendo mella ya no solo en mi, que al menos razones tenia, sino en el resto de pasajeros que formaban aglomeraciones, ecos de las imagenes de Barajas que nos ponen todos los anyos cerca de estas fechas, sintoma de que la precariedad aeronautica es patrimonio mundial. Al fin nos metieron en una cafetera con alas que solo requeria el cuidado de una azafata, valida por dos, la segunda hombruna de la jornada, da la impresion de que por estos lares tienen mas en cuenta la profesionalidad que el atractivo fisico. La aeromoza se sentaba al principio del pasillo, entre dos filas de asientos, y no pude evitar que me pareciese el patron de un barco negrero. Todo fue bastante comico en ese vuelo, porque el avion primero aceleraba, aceleraba, y luego frenaba en seco, en una especie de marcha atras que me daba ganas de decirle: No pares, sigue sigue. Pero estaba esperando el turno de depegue, y cuando asi lo hizo ni me entere de que habiamos llegado a Dulles, y pude respirar de alivio al llegar al Baggage Claim y ver a Paco, algo habre heredado yo tambien del espiritu de Paconcio el Vagabundo, pues no se me dio mal el viaje.

Ya en coche y con la maleta intacta llegariamos a Bethesda, en las cercanias de Whasington DC, una pequenya y acogedora ciudad que mezcla las viviendas unifamiliares con edificios altos, tan altos como este atico en el que me encuentro, la planta 12 de un edificio con nombre de teleserie, The chase. Al ver el piso de Paco pense que me habia equivocado de profesion. O que, ya de escribir, al menos podria hacerlo con el afan ladrillero de una Danielle Steele, por ejemplo, cuyo mansion supongo que vere en SF.

En analogia al mayor y el menor de los hermanos, el mayor y el menor de los pisos. Parece mentira que en el mismo dia pasara de mi pocilga matritense a este amplio, luminoso, pulcro y muy bien decorado apartamento, que ademas tiene una vista excelente sobre la zona, bien lo se porque anoche, gracias al buen clima que habia predominado durante todo el dia, cenamos en la terraza, mucho era mi jet lag como para tomar nada fuera, me conformaba con lo ideal de la escena y el sabor a mision cumplida, de nuevo pizza congelada a regar eso si con licor muy especial, pues se trataba de una cerveza que habia sido elaborada de manera artesanal por Paco, sin duda la mejor aportacion leonsea al dorado elemento desde la Coronita, por ello brindamos y mi caida al futon fue aparatosa.

Pero mi descanso fue bueno y hoy pues me he dedicado a estas florecientes cronicas y a discernir entre los multiples mapas de Paco a ver que rutas me trazo no solo para SF sino tambien para cuando regresemos a The Chase, en el par de dias que tendre antes de mi retorno, y a visitar bien DC y quiza ir a despedir a Bush II, que tantos buenos momentos ha dado a la historia del humor. Por el momento, esta noche parece que iremos a la capi a cenar, pero no precisamente a The Withe House...

miércoles, mayo 16, 2007

Moleskine de un viajero en USA. Episodio I.


15 - 5 - 07


BREVE, SI BIEN NO TAN BREVE, ESTANCIA EN NUEVA YORK.


Nota- Estas cronicas van a tener faltas ortograficas que no son debidas a mi incapcacidad para terminar la carrera de Filologia, sino a que este teclado yanqui no me admite gramatica espanyola (como bien se puede ver utilizo terminos en catalan)


15:15 - Hora de Nueva York.


Mas vale prevenir que curar, bien cierto es, pero la estancia de hoy en New York City, que no tiene mucho que ver con la faceta que de ella reflejaron Truman Capote o Woody Allen, se alargara mas de lo que quisiera, verbigracia de unos controles que no han sido ni de lejos tan fieros como pensaba. Cuando uno realiza su primer vuelo intercontinental, y ademas lo hace solo, que menos que ponerse en lo peor cuando le dicen que mejor esperar cinco horas por si hay colas, o que si se debe coger un trenecito que te lleve por las entranyas del JFK. Nada mas aterrizar, todos esos mitos se han desvanecido con la misma potencia del Boeing que nos trajo hasta aca.

Porque la funcionaria de Inmigracion , una rubicunda mujerona que creo respondia al nombre de Jane, de esas que parece que te van a meter en el cuarto oscuro para inspeccionar agujeros de droga, me dejo pasar casi sin informacion, quiza porque sabia que era la primera vez que viajaba alli y le enternecia mi aspecto de joven yuppie descorbatado. Fotocopias de vuelos, papel mojado. Mas esteril fue aun la pesquisa acerca de la aduana, me pregunte durante el vuelo que tendria que declarar. Aunque vaya a una suite de hotel, viajo con el presupuesto de un beatnik, y mis posesiones son tan poca cosa que si al final me pierden la maleta via Whasington tampoco se habra perdido mucho.

Asi que todo tipo de inutiles disquisiciones me llenaron un vuelo de ocho horas, porque a decir verdad, hacer no hice nada. Ni dormir, ni leer, ni ver las peliculas que no nos dejaron elegir por ser de la clase cutre. Bueno, algo si hice. Comer y beber sin parar. Cuando parecia que habian pasado el carrito, de nuevo tenia las ruedas chirriando cerca de mi. Pizza, helado... Y mi primera compra en dolares ha sido, producto patrio, una Diet Coke. Sospecho que en este viaje habra mucha Coke y poca diet...

Para ser un diamantino iceberg, en NY hace un calor de mil demonios. Poco mas de dos horas, seguiremos informando...

martes, mayo 08, 2007

Gracias y hasta pronto


Queridos amigos y familiares,


os quiero agradecer el apoyo que me habéis prestado durante esta Semana del Orgullo Bisex con la que he querido recuperar la ilusión en el blog, y creo que lo he conseguido. Curiosamente me dijo mi hermana Claudia ayer que a partir de ahora la Federación de Gays, Lesbianas y Transexuales lo será también de bisexuales, así que de FLGT pasa a FLGTB, vaya sopa de letras no? Esta semana no haré entradas en el blog porque tengo tres asuntos pendientes, como el último por el momento rodaje de Vagos y Maleantes, el almacenaje de mis cosas para ponerlas a salvo de las obras del piso en el próximo mes, y desde luego el viaje. Confío en que desde el hotel de San Francisco pueda colgar alguna crónica.

Que el Governator de California os acompañe.

viernes, mayo 04, 2007

La bisexualidad clásica según Hollywood. (Segunda parte)


Para finalizar la semana, ahí os dejo las dos. Hablaremos ahora de una de cal y... Habéis adivinado. En realidad nunca entendí esa frase, no si la cal es lo positivo o lo negativo, pero aquí tenemos dos peliculas mediocres, aburridas ambas, pero que tienen al menos diferencias en cuanto al respeto por la historia y las costumbres de la época.

Es lo que diferencia a un artesano de un director competente pero desigual. La primera, Troya. Brad Pitt, el ídolo de quinceañeras y octogenarias, ¿iba a hacer de gay, si al menos bisexual? De eso nada. Poco importa que hasta la saciedad, en la Ilíada y en miles de poemas antiguos se hable de su relación con Patroclo, y de la furia que le embarga cuando asesinan a su amante. En el filme de Wolfgang Petersen, Patroclo es primo (?) de Aquiles. ¡Pardiez! A esto se le llama ahora ser primo. Luego meten un par de escenas de Brad retozando con alguna compañera, en las cuales se intuye su trabajado pandero, y que arda Troya.

En contra, Alejandro Magno tiene un enfoque distinto. Tanto, que un grupo de abogados griegos amenazó con querellarse contra Oliver Stone por dar una imagen bisexual del personaje (¿qué documentos sostendrían los leguleyos para afirmar la contraria?) No obstante, tras ver el filme, una hazaña porque es un ladrillo de tres horas, el grupo de letrados, quizá una versión helena del Foro de la Familia, quedó en calma. Ya no es lo chistoso de ver a Colin Farrel con peluca rubia y faldita, ni a Angelina Jolie como su madre. ¿Le engendró a los cinco años? Pero al menos Stone, siempre habituado a la polémica, insinuó de manera bastante efectiva la relación de Alexander con su amigo, sea cual sea la semántica de este término, Hefestión, así como unas lecciones iniciales del propio Aristóteles justificando esas costumbres de ostras y caracoles. Cuando Alejandro va a yacer con la princesa (¿Roxana se llamaba?) parece que lo hace a punta de pistola.

En fin, que aún falta hacer el Brockeback Mountain de la Grecia clásica, y que estos dos bodrios no pudieron tener la cualidad del filme anterior, que al menos me provocó muchas carcajdas, quizá involuntarias, con ese jorobado de Notre Dame con gorro de pitufo.

Acaba la semana del orgullo bisex. ¿Conclusiones? Acostaos con quien os de la gana.

La bisexualidad clásica según Hollywood. (Primera parte)


Ayer al fin conseguí ver los 300 de marras. En conjunto, me pareció una divertida y entretenida tomadura de pelo, blockbuster bizarro para adultos y niños despistados. Al principio me pareció fascista, pero luego llegué a la conclusión de que era solo maniquea, en la línea clásica de vaqueros contra indios, fachas contra republicanos (y conste que soy republicano) y todo lo demás, personajes de cómic porque a fin de cuentas se basa en un cómic. ¿Filogay u homófoba? He ahí el quid de la cuestión. Por un lado esos soldados en taparrabos, viriles, musculosos, megamachos... Incluso quien sacara suspenso en Griego sabrá que ahí había tema. Y por el otro los persas amanerados con la famosa carroza de la reina Drag Queen y esas cortesanas lésbicas... Bueno, en el fondo lo que es es políticamente incorrecta, lo cual no es que me parezca mal, sino todo lo contrario. ¿Que desprecian a los atenienses por pederastas? Bueno, pues como si ellos no lo fueran. Desde luego que la historia recordará bastante más a Aristóteles, que con su Poética dictó las bases de la construcción de un filme salvo a David Lynch y otros grillados, que a ese Leónidas asaetado como un San Sebastián en otra de las tronchantes, quizá a su pesar, secuencias del filme.

Ayer comí en un buen restaurante, y acabé empachado de chuletillas de cordero, pero eso no es nada comparado con la carnicería que iba a soportar. ¡Menuda empanada de monstruos, orcos, jorobados, deformes, bichos, mutantes, ogros y demas parafernalia! ¿Pero esto qué es? Me lo imagino: El señor de los anillos + Gladiator (esos trigales...) - cualquier referencia historica creible = 300. El que vaya a verla, que sepa que es cine palomitero sin pretensiones, o lo pasará mal.

Yo la verdad es que he disfrutado. Aunque de haber nacido en Esparta quizá me hubieran arrojado por un acantilado...

En general, cuando Hollywood se acerca a la Grecia cláscia, o a la Antigüedad clásica, es para echarse a temblar. Daré más ejemplos...

martes, mayo 01, 2007

Elegía por Britney Spears


Como esto aún es la semana bisexual, pues si el último día íbamos con un rubio, pues ahora con una rubia, aunque parezca que se haya rapado, no solo la cabeza, un penoso ejemplo de descenso a los infiernos de alguien que en su día me provocaba, a mí y a unos cuantos más, sentimientos bastante inconfesables, y ahora... Para qué hablar. Hablaré mediante otro poema, dado que el anterior os gustó, a ver este qué tal, aunque sigo pensando que en ese género no seré recordado. Sea como fuere, dejadle algún mensajito al pobre Ludwig, aunque a él no tengáis el gusto de conocerle, que si no mantengo la amenaza de dejar el blog en stand by...


ELEGÍA POR BRITNEY SPEARS


¡Oops...! Ubi est Britney?

Ídolo de agua y oro

en tardía post-adolescencia.

Nos alumbró el año en cresta

si acaso cincuenta y tantos días

excedo a tu uterina expulsión.

Te miro y creo a mis ojos

hechizados por espejo cóncavo.

Dime si te perdiste en el callejón

donde acabaron los héroes de Valle.

Tú mi heroína caucásica,

reina de un mundo de ensueño

proclive a la lubricidad.

¡Quemaré tus posters, baby!

Si hubiera llegado a colgarlos.

Pero solo existían en mi mente

confusa y desorientada,

que se tragó tu imagen de marca.

Barbie a escala natural.

Colegiala lolitica, némesis

de toda la púber zafiedad

que en mis babeos perseguí.

Virgo inalcanzable,

remedio a mi anormalidad,

hija bastarda de Mickey Mouse,

delirio sáfico de pajilleros,

Lady Madonna de la era Bush,

dualidad modelo de pícara

y sumisa a un tiempo,

muñeca sobreexpuesta

que ha terminado estallando

como estallaría tu faldita

de teenager si la apretaras otra vez.

Insuflaste en mi ser

deseos pederásticos

que se han vuelto gerontófilos.

¿Quién es esa gorda rubia?

¿Mae West criogenizada?

No me digas que eres tú.

Quebrarás con dolo los restos

del joven iluso que fui,

los últimos años tras el velo,

mi novia ideal e inalcanzable,

ahora envejecida paridera.

¡Miss cheerleader, lea a Garcilaso!

Su tierna primavera

pasó hace tiempo, anegada

por riadas etílicas

que vaciaron su cuerpo

de cualquier esencia pasada.

No te preocupes, Britney,

ya formas parte de mi

con tu firma en mis hormonas

guardo tu imagen congelada,

ahora afronta el destino

que te depara una industria

que te vomitó y deglutio a la vez.

Putón discotequero de cierta

mediana edad, reina de locas

que nunca, como yo,

quisieron estar dentro de ti.

Britneys ha habido miles

me quedo con la que fuiste

y por fuerza no volverás a ser.

Toxicómanas ilustres hay

cuyos pasos reandar.

Nunca serás una Marilyn,

pero acaba con dignidad.

Eres puro condimento,

pero me harté de ti.

Habrá quien me insulte por ello

mas el barniz coloca.

Adiós, Britney,

no quiero volverte a ver

el pelo o la calva tanto da

reside en mi ideario hetero

con tu azúcar musical.