miércoles, marzo 21, 2018

Día Mundial de la Poesía.

El invierno no ha defraudado, ni en lo personal ni en lo climatológico, al menos para aquellos como yo, que gustamos de un invierno que haga honor a su nombre, que deje frío, nieve, que llene los embalses y cubra la cumbre de las montañas. No quiero ponerme demasiado poético pero es que me he enterado de que hoy es el Día Mundial de la Poesía y no faltan motivos para celebrarlo. Nunca me consideré, per se, un poeta, quizá debería replantearme el hecho porque tengo un poemario publicado, otros dos escritos en borrador y digital, amén de numerosos poemas no adscritos, bastantes de los cuales podéis ver en el otro blog. Así que, en general, puedo decir ¡felicidades! 
Si no hay cambio de planes, esta semana volveré a ver esas montañas que me inspiraron el penúltimo poemario. De promedio, aunque no es una regla exacta, he ido a Oviedo una noche por mes desde la mudanza. En esta ocasión, la visita iba a ser meramente de placer, aunque al final (eso espero) se ha colado una muy necesaria tutoría. La visita pretende ser un desagravio, por así decirlo, y confío en que lo sea. En realidad no es que hace un año yo estuviera agraviado, pero por desgraciadas circunstancias acaecidas (una vez más) en marzo, se me hundió un plan y el otro lo tuve que hacer en solitario. Toco madera para que este mes de marzo lo recuerde, tan solo, por hechos positivos como alguno de los que he podido disfrutar. El plan hundido fue, dentro del festival de cine SACO, una fiesta de ambiente; el plan solitario (bueno, me acompañaba Yoda), la Cometcon, como escribí aquí en su momento. 
Lo cierto es que la Cometcon este año estuvo a punto de no celebrarse, finalmente ya tengo entradas para mi amigo y para mí este viernes. A la noche, hay fiesta del SACO en La Caja, el pub que descubrí hace un mes, con DJ Paco Clavel. ¡Nada menos! Es justo lo que necesito ahora, un corto y variado viaje que me saque de la rutina, puesto que la Semana Santa será, a priori, rutinaria, y espero que bien aprovechada para el doctorado.  Ya narraré la breve escapada, si es que este portátil, que con un año cumplido se quiere jubilar, me deja. Obsolescencia programada o simple estafa...

No hay comentarios: