sábado, junio 15, 2019

3 HPs.

Este título puede parecer una broma pero, si lo fuera, me ha salido cara. Aprovecho la escritura de esta entrada, de hecho, para ir practicando con el teclado de este, sí, de este tercer portátil HP del doctorado (y, presumiblemente, el último). Esta semana, la gran noticia de que, al fin, la Comisión Académica ha aprobado mi tesis, se vio algo enturbiada por problemas informáticos que se hubieran evitado si, hace dos años, yo hubiese estado menos cutre a la hora de pillar ordenador nuevo. Si he tenido que comprar el actual, por otra parte, supongo que tengo que agradecérselo a otra comisión, la del doctorado en general, y su PDF editable del infernal Cuaderno de Actividades, que no había manera de bajar a menos que me descargara el Adobe Reader. Se puede imaginar cuán precario sería el almacenamiento de mi anterior (y todavía operativo) portátil, que no me dejaba ni descargarme ese ligero programa. Pero no había otra, por lo que tuve que borrar el Office con el único fin de rellenar el puñetero PDF sin el que no iban a dejarme defender la tesis. Y luego, voilá, ya no pude volver a instalarlo, había crecido en tamaño, tanto como mi cabreo. 
Como no quería cutreces ya a punto de finalizar el doctorado, me he visto forzado a adquirir y estrenar hoy este cacharro, que parece ir bastante bien, pasando de los miserables 30 gigas petados de actualizaciones de mierda a un tera, que no falte. Por el camino, un par de días perdidos, pero eso no me detiene. Todo lo contrario, esta semana, además de la hazaña que, de por sí, supone que la Comisión me haya dado el visto bueno, he asistido a cómo un quinto artículo consecutivo era aceptado (siempre con enmiendas) en otra publicación de la Universidad de León, y me ilusiona porque aborda el tema de la bisexualidad. Debo estar muy sobrado porque ni siquiera he leído los informes, basta saber que eran cuatro líneas y todavía tengo todo julio para corregirlo. Ya solo queda esperar a la burocracia del CIP para ver si la tesis finalmente se deposita antes de ser defendida. Para llegar hasta aquí, el viejo HP el Gris ha mutado en HP el Blanco, pasando por un estado intermedio azul que ya guarda poca relación con Tolkien. Larga vida al Blanco, color de esperanza, de la esperanza que he albergado durante todo el curso y que, al fin, ha prevalecido. Ahora toca recuperar un poco el tiempo. Y esperar al último filtro. 

No hay comentarios: