miércoles, junio 22, 2011

El milagro de San Luis.

Ayer, día de San Luis, llegó al fin la nota de ese examen de Gramática que, tras una temblorosa ejecución por mi parte, me dejó bastantes dudas sobre hacia dónde apuntaría. No se si sería porque la profesora me vio con mala cara, y me lo hizo notar, el caso es que ha acabado en un notable rozando el sobresaliente, algo impensable para mí y que se queda cerca de la predicción que hizo Oli, por ello se lo agradezco desde aquí. No fue la única sorpresa agradable de ayer porque en Comentario Semántico y Pragmático, una optativa que ni siquiera tenía previsto coger, alcancé una nota incluso mayor. Ya se ve, los caminos de la filología son inescrutables. Y me he quitado el sabor de boca un poco amargo que la Semántica me dejó en Segundo...
En fin. Mi última parada es el 30, voy en camino aunque ni el tiempo ni la temporada festiva acompañen. Ayer fue un día bastante feliz y, si bien yo no soy un santo ni creo en mi patrono, asistí a algo que consideraba un milagro y, posiblemente, sea la superación del último escollo de proporciones en esta carrera.

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