lunes, noviembre 28, 2016

Pavos y falos.


El Día de Acción de Gracias del pasado año se formó una curiosa amalgama de gente nativa de Estados Unidos, Japón y España en el piso de Palmira Villa. De hecho, no hubo pavo (al menos no aquella noche), sino un taller de sushi con la posterior cena. Una experiencia a recordar, sin duda. Por lo que respecta al de la semana pasada, mi compi americana esta vez se fue a celebrarlo a Madrid. Yo, por mi parte, me limité a asar un par de jamoncitos de pavo con puré de patata. No me quedó tan bien como a alguien con más experiencia en estas lides pero lo disfruté y la foto al menos salió resultona. Por lo que respecta al fin de semana, vine a León, ayer se celebraba la clausura de la exposición sobre Feminismos León en el Musac, con una performance a cargo del colectivo Pelos Feministas. Como sea que en el último mes he conocido a una integrante del mismo, estaba al corriente del acto y no nos perdimos la cita. Eran cuatro fragmentos interpretados en el vestíbulo del museo, acerca de la violencia obstétrica, el tratamiento en los medios de comunicación de las noticias relacionadas con la violencia de género o con las mujeres en general, la subversión de los roles establecidos y el tabú de la menstruación. Por lo que toca a los temas que estoy tratando en la tesis, el tercer episodio fue el más cercano en espíritu, incluyendo un lanzamiento de falo que no causó ningún accidente. Tampoco, pese a los temores previos, fuimos rociados con la mezcla que hacía las veces de flujo menstrual. Por si acaso, yo fui de rojo. Al acabar, tapas enfrente y luego cena con pizzas de la Competencia. Este grupo, que no conocía hasta hace poco y de cuya existencia me alegro, realiza tertulias, charlas y eventos similares casi cada semana, yo me he comprometido (una actividad complementaria para el doctorado pero me hubiera comprometido igual aunque no fuera así) a preparar una ponencia-debate sobre algunos de los asuntos ya tratados por mí en el máster o el doctorado de Género: postporno, queer, etc. Dado que diciembre es un mes plagado de festivos y que me gusta preparar bien cualquier ponencia que hago por breve que sea (en colaboración con el colectivo, por otro lado), considero que después de las fiestas será el momento apropiado. Es lo mínimo que puedo aportar a una iniciativa tan loable. Lo lógico sería que en Oviedo, donde hago la tesis, me surgieran también oportunidades de este estilo pero, claro, la lógica no suele cumplirse. Y menos en este demencial año que pronto termina.



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