viernes, julio 04, 2008

Adiós, Guiñoles.


Tengo que dar una triste despedida. Me acabo de enterar esta tarde, aunque ya me lo imaginaba, de que los Guiñoles se despiden de la televisión después de doce años en la parrilla. Todo un récord, para lo que se suele durar en el mundillo. Por desgracia, este último año les perdí la pista principalmente por un par de razones.

En primer lugar, yo en León veo poco la tele. Ni lo malo ni lo bueno (poco). Y a los pobres muñegotes los habían relegado al programa de Eva Hache, alias Pájara, a funestas horas de la madrugada. Los que estábamos libres de insomnio, quienes teníamos que levantarnos pronto para ir a Lingüística y no enterarnos de la misa la media, por bueno que fuera el resultado final... Pues no podíamos seguir el programa, aunque no me cabe duda de que en los últimos tiempos tenía que estar muy sabroso con el affaire del PP.

Los peperos siempre fueron más divertidos que los sociatas, los Guiñoles alcanzaron su cénit durante el aznarato. En aquella época, incluso yo imité al guiñol de Hilario Pino en las fiestas del colegio. Aquellos programas especiales, los vídeos, los libros... Qué buenos momentos nos hicieron pasar. La decadencia comenzó con el cambio de Canal Plus a Cuatro. Del horario perfecto que tenían, después del telediario de la cena, los cambiaron al contenedor de la Pájara. Yo al principio los veía en Madrid, cuando Nacho y yo alternábamos entre Noche Hache y el no menos humorístico Diario de la Noche de Sánchez Dragó. Pero al venir aquí... En fin. Y eso que Ánsar aún sigue provocando destellos del pasado con su bigote-pelusa.

Dicen que los quitan porque requieren grandes gastos. Pareciera que la crisis ha llegado a Cuatro pero, bah, con la chapa que nos han dado con la Eurocopa.. En fin, ahí se va otro recuerdo de infancia, jeje. Como diría el Hilario muñeco, buenas noches noches a todos todos.

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