domingo, octubre 14, 2018

Atípica visita a Oviedo.

Pues sí, atípica. De hecho, ni siquiera hice fotos con las que pueda ilustrarla. Fue todo tan rápido, tan bien aprovechado... Como debería ser siempre, por otra parte. Por primera vez ni hice fotos, ni pasé por la calle Gascona, la catedral o el casco histórico, ni siquiera visité librerías donde adquirir algún manga o algún ejemplar adecuado para la tesis, de esos que aquí me cuesta bastante encontrar. Y tampoco puede hablarse de visita exprés, porque sí que me quedé a dormir, en el aparthotel junto al campus que ya he visitado en otras ocasiones por sus facilidades logísticas. 
¿En qué se gastó el tiempo, pues? Bueno, estuve toda la tarde en mi facultad, lo cual concordaba con el motivo esencial de la estancia. Un par de horas de reunión para las jornadas de Humanidades Médicas de finales de noviembre, y luego la ansiada tutoría personal, en la que recibí mi chute de motivación y nuevas instrucciones y deberes para sacar adelante el proyecto. No solo yo estoy cabreado por el tema de las publicaciones, mi directora también. Lo más humillante de esto es que ese requisito es bastante reciente, a la reunión asistió un antiguo doctorando suyo que leyó su tesis sin haber publicado ni media línea. Así que, en fin, una vez más tuve la sensación de haber llegado tarde a todo. Pero albergo confianza, se solucionará de un modo u otro. Al menos esa es la percepción que me dio ella y con la cual salí del campus. Terminada la sesión, ya pude disfrutar de unas cañas con Juanjo por la zona de vinos, y vuelta a la habitación. Sin trasnoche, dormí bastante bien teniendo en cuenta que no siempre sucede así en hoteles. Imagino que estaría agotado, o que hubo más silencio del habitual. A la mañana siguiente, antes de ir la estación, inesperada sesión de recuerdo del pasado por mi barrio, muy necesaria y evocadora de buenos momentos por allá, que también los hubo y para elegir. 
Así pues, la próxima visita parece evidente que coincidirá con dichas jornadas, en las que yo presentaré una comunicación, al igual que la que voy a leer en León a primeros de mes. En noviembre acabo ya con ese tema, y por narices habrá que avanzar en el otro. Eso no impedirá que antes, en la barrera simbólica de mi cumple, continúe con fastos ya iniciados esta semana.

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