domingo, febrero 21, 2010

Pequeños proyectos.

Soy el primer sorprendido pero, pese a que las circunstancias no han acompañado del todo, el cuatrimestre anterior acabó con resultados óptimos. Métrica fue el último, con sobre, ya sacar matrícula estudiando el día antes hubiera sido una coña que no me merezco. De cara a mantener, en la medida de lo posible, este rumbo hasta el fin de la carrera, me dispongo a hacer algunos dolorosos si bien necesarios sacrificios.
He decidido posponer mis proyectos literarios hasta entonces, con tres excepciones: este blog, la poesía y mi diario personal (¿he dicho que tengo diario personal? Borrad esa información de vuestras mentes...). De la poesía hablaré en su apartado, el blog poético. Y también podría añadir una cuarta excepción: ayer estuve meditando junto a Alejandro el traspasar la escaleta de guión titulada Los cerdos a novela, como hice en El diez por ciento. Lo he pensado por varias razones. En primer lugar, para guión me resulta un tanto larga, con más de cien secuencias, algunas de considerable extensión. En segundo, tiene ciertos comentarios subjetivos, algo que un buen guión, en principio, no debería tener. Tercero y último, considero, al menos a priori, que como novela podría tener más posibilidades de éxito. La idea es tener estos dos proyectos paralelos al menos hasta el fin de la carrera, irlos desarrollando sin prisa pero sin desgana. Por supuesto que me encantaría seguir con la saga de Los Abrasadores, pero su imaginario es más extenso y quizá debiera esperar a tener más tiempo y un empleo más o menos estable. Eso sí, jamás abandono ese proyecto, está dentro de mi cabeza y va madurando al tiempo que yo mismo lo hago.
La filología me entusiasma, pero no puede sustituir a mi pasión por la escritura, solo complementarla. En cierta proporción espero poder hallar espacio para ambas. Y que vosotros lo veáis...

1 comentario:

El vagabundo dijo...

Buenos proyectos, Luis!
paco