martes, agosto 23, 2016

Headache.

Creo que ya tengo guía sherpa para la excursión al Cristo. A menos que haya rajadas, claro. En relación a coronar otros montes, ayer vi un artículo interesante en el Diario de León sobre cómo la sexualidad de los hombres está evolucionando, seguro que habría suscitado el interés de Masters y Jhonson de seguir con vida. Estoy terminando la tercera temporada de la serie y en la temática abundan ahora las disfunciones sexuales, en especial referentes al varón, como la impotencia, en sus distintas variantes. 
El artículo hablaba de la falta de deseo sexual, que solía atribuirse a las mujeres pero, ahora, lo de me duele la cabeza también se puede aplicar a los hombres. Los tópicos van variando y la sexualidad misma parece que se ralentiza con la irrupción de la tecnología. Porque, con todas las similitudes que han surgido entre el juego Pokemon Go y las diferentes aplicaciones para ligar, cabría preguntarse si no será más fácil buscar un pokémon perdido que una relación casual de efímeras consecuencias. El sexo está al alcance de un clic pero, claro, consumarlo sigue requiriendo de ciertas dosis de acción. Por lo que a mí respecta, una de las circunstancias más dañinas para lograr una intimidad física satisfactoria es el calor. Y todavía tengo que padecer la no se qué número de ola de calor actualmente... Imagino que por eso tendré dolor de cabeza, por eso y por las variaciones temporales de un día para otro. 
El fin de semana que viene, por unos condicionantes u otros, albergo ciertas expectativas que, en mi estado actual, distarían mucho de cumplirse. Si así fuera, corramos el telón y pasemos a septiembre, un mes de comienzos, un mes que no siempre ha trascendido pero siempre me ha gustado. 

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