jueves, septiembre 04, 2008

A las cinco en el Astoria.


Con los discos de la Oreja de Van Gogh siempre suele sucederme lo mismo. Hay algunos temas que me gustan mucho, otros menos y el resto directamente me resultan cansinos. Eso me he pasado con el último. La primera vez que lo escuché, me quedé en la oreja, nunca mejor dicho, con tres o cuatro canciones. Tras cuatro o cinco audiciones más, proceso que a algunos les llevaría al colapso cerebral, ya me fueron ganando algunos más.

Yo no he notado el cambio de vocalista, en absoluto, aunque eso no quiere decir que no valore el trabajo que ha hecho Amaia, ante cuyo debut en solitario tengo bastantes reservas. El sonido no ha variado, porque los músicos y compositores son los mismos. Yo no creo que sea un grupo de los que o amas u odias. Hay gente a la que ni le gusta ni le disgusta, o se queda con algún tema en particular, algún disco en especial. Es un conjunto honesto, de eso no cabe duda. Y no es un producto de mercado, son chavales que han crecido con su música, y no se han derrumbado ante la espantada de su diva. Yo creo que la tolerancia se practica respetando los gustos musicales de los demás, tanto como se pueda hacer con los religiosos, políticos o sexuales. Por ello, nunca me ha afectado el desprecio o las burlas que desate el hecho de que sea seguidor suyo desde un principio.

A continuación, me dispongo a reseñar los seis temas que más me han convencido, de los trece que tiene:

- Los dos primeros, El último vals e Inmortal: si lo que pretendían era rescatar el sonido de los primeros discos de la Oreja, aquí lo han logrado. No me cabe duda. Tanto en el single, como en el segundo, que posiblemente será el próximo tema radiado.

- Jueves: es una curiosa virtud la de este grupo, que aunque traten temas como la muerte, el 11M, la soledad, el desamor, etc. lo suelen hacer de manera tan dulce que apenas se nota (bueno, en algunas canciones sí, desde luego) Meter de refilón el 11M en una balada romántica a piano puede parecer una osadía, pero no creo que pueda ofender a nadie. Además, ellos no son cantantes políticos, aunque cuando tratan estos temas lo suelen hacer con mucha sensibilidad. Para mí, esta canción se podría rodar como un cortometraje. Es una historia muy buena.

- Más: lo que yo hecho de menos en este disco es algún giro raro, como el que supuso el de Muñeca de Trapo. En este tema meten más cañita de lo habitual, yo creo que si quisieran ponerse roqueros bien podrían hacerlo, pero no es su estilo ni lo que su público busca. Bienvenida sea la variedad, empero.

- Europa VII: preciosa canción esta, sobre una nave espacial a la deriva. Atentos a la letra, se dice que una sola vida vale más que la nación más grande que se pueda inventar. Quizá sea una respuesta a quienes aún siguen creyendo el bulo de que son proetarras. Y que a Alejandro Sanz le metieron un ratón por... Ejem.

- Sola: otra de sus canciones desgarradas, que conecta, no solo en temática, con el que puede que sea el mejor tema de la banda: París. De hecho, al final introducen el comienzo de aquella canción... La primera vez que escuchamos en voz de Leire algún fragmento de la discografía anterior. Y no desentona.

Pues eso. Es un repaso bastante somero, pero teniendo en cuenta que mis intereses literarios ahora mismo están centrados en otra cosa, no está mal.

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola!
nada, que buscaba alguna información sobre los temas del nuevo disco de LOVG y justo me hallé con este post en este blog y me ha servido mucho, muchas gracias.
Yo tampoco noté el cambio de vocalista en los dos primeros temas, pero sí en Jueves