domingo, marzo 27, 2011

A las dó son las tré.

Como si el ser humano no tuviera ya tendencia general a desperdiciar el tiempo, encima hoy nos han quitado una hora. ¿Una hora de qué? La respuesta, a gusto del lector: de fiesta, de sueño, de estudio... Ejem. Con una hora menos, quizá no tenga mucho sentido el haber visitado el blog pero, en fin... Considero necesario estudiar la Gramática de mi lengua, por coñazo que me resulte a ratos, pues es la herramienta básica de la que me valgo para luego escribir aquí y en otras partes. Mi español no siempre es correcto, aunque mis pocos lectores no suelen recordármelo, je, je. Por suerte, la Gramática está a nuestro servicio y no al revés, si bien en momentos como este creo que el siervo tendré que ser yo.
Y es una pena porque esta semana he visto películas muy interesantes para comentar, y en clase han surgido ciertos temas, más enjundiosos o más absurdos, acerca del Romanticismo. Con todo, la actualidad manda y voy a seguir con la materia, en la senda de septiembre antes que la de febrero. Al tratarse de un examen opcional, tendré dos oportunidades más este año en caso de fallo, así que fuera pánicos. Me ha costado bastante no estudiar sino empezar a hacerlo, como sea que en su primera semana la primavera se ha mostrado caótica en cuanto al tiempo, y eso acostumbra a restarme fuerzas. ¡Bueno! Parece que el cambio horario se me está echando encima así que os dejo. Confío en que la semana que viene saldrá una nueva entrega de la novela, no estoy aún tan mal como para no dedicarme algunas horas de creatividad. Hala, que os divirtáis cambiando los relojes, yo haré lo propio con el mío en cuanto me crezcan las uñas.

1 comentario:

Hopewell dijo...

Que puto lio me hago cada vez que hay que cambiar la hora... :(