Aprender jugando. O jugar aprendiendo. A esta edad, aún es posible. Fue en la clase de Inglés, yo formaba parte del A Team, es decir, el Equipo A de toda la vida filtrado por la Ley de Paridad de ZP, dos hombres y dos mujeres, versus the B Team. Todos jugando una especie de Oca en la que había que pasar casilla a casilla acertando qué adjetivo había que utilizar dentro de las parejas propuestas. Sencillito, la verdad, pero por eso de no quedar en tablas decidimos suicidarnos al final, un hara-kiri de honor. Suerte que el profe no quería que nadie perdiera y, como a los niños buenos, nos dio el mismo premio para ambos. No creáis que se trata de un bondadoso Santa Claus, es un pibe que tendrá más o menos mi misma edad. El reflejo de lo que yo podría haber sido sin la fase de Ponferrada y la de los trabajos basura; solo que él más alto y con camisas más estrafalarias. Sacó un par de bolsas de chupa chups con sabores variados, de hecho tocan a más chupa chups que alumnos somos en clase, pero bueno, habrá que repartir también entre los ausentes. Qué tío majo. Me pregunto si los aprobados los repartirá con tanta generosidad.
Que ninguna mente calenturienta se confunda pensando en universitarias succionando chupa chups dentro de una aburrida clase, de hecho el único que tenía un palito en la boca era yo. ¡Por Libia! Esto es una carrera seria, no es la serie Física y Química, uno de esos productos que no necesito ver para saber que son una bazofia (el otro es Sin tetas no hay paraíso- Nota del editor: si me hubieran dado trabajo en cualquiera de esas dos series lo hubiera recogido a gatas, aunque sería la forma más parecida a la prostitución de sobrevivir) Creo, de hecho, que deberíamos crear nuestra serie-respuesta, Lengua y Literatura, en la que tanto alumnos como profes también se drogarían y tendrían sus magreos (el concepto Lengua tiene gran variedad semántica...), pero aparte de eso usarían la cabeza para más cosas aparte de para plancharse el flequillo, y la biblioteca para algo más que follar en los retretes. Voy a proponerle esta idea al señor delegado. Es indignante que el temblo del saber se vea denigrado hasta el extremo de convertirlo en un burdel de traficantes. Pues no, señores de Antena 3 y guionistas (?) alelados. Nos gusta el sexo, nos gusta la priva, nos gustan los petas y a algunos les gustará la coca. ¡Pero aún nos quedan neuronas para saber que ese tipo de productos están transmitiendo un mensaje, pese a todo, claramente conservador! (métela en caliente y ponte hasta el culo. Nosotros nos encargaremos de lo demás...) Pues no. No es cuestión de moral. Ni de izquierdas ni de derechas. El conocimiento está por encima de todo eso. Y lo dice alguien que no puede alargar este post chorra porque tiene que irse a traducir Latín...
Nulla sapientia.
4 comentarios:
La verdad es que lo de los chupa chups ha estado bien. Qué chico más majo :P
Y lo de hacer una serie de clase... jajajaja con lo sosos que somos no durábamos dos capítulos xD
Una duda... ¿Por qué en Filología hispánica estudiais inglés?
Bueno... Segunda Lengua y su Literatura, lo llaman. Por lo que a mí respecta, nunca está de más estudiar Inglés. Y mucho menos si regalan chupa chups.
Bueno, Angie, que dentro de poco son las fiestas de la facultad no? a ver si eso da pa algún capítulo!
Hola, este no es sitio adecuado, pero me gustaria hacerte una pregunta sobre el post que escribiste de Lantana. Te dejo aqui un mail para que si puesdes te pongas en contacto plis.
vox_ali@hotmail.com
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