lunes, diciembre 29, 2008

Estampas paternales.

Como no todo iba a ser abusar del vicio, esta tarde he estado abusando un poco del ejercicio físico con la Wii Fit, supongo que pretendía aprovechar ya que no la contemplo como regalo de Reyes. Solo espero que en mi inconsciencia no vaya a tener agujetas para Nochevieja... Para ir terminando el año, os dejo tres bonitas y paternales estampas, sacadas de un fin de semana que ha tenido otras tres grandes comilonas familiares; de la última quizá cuelgue también fotos, para incitar al pecado de la envidia. Cierto es que los tres niños no son míos... De lo contrario, muy callado lo habría tenido a este blog, ¿no?





Aquí estoy yo llevando a mi sobrino Marcelo en su carrito.



Y aquí Noa, la hija de mi prima Sara, llevando la famosa gorra de Hitch. Le queda un poco grande pero no desmerece...


Y aquí, lo que parecen ser dos versiones de la misma persona. En realidad se trata de Pablito, el niño de mi prima Noelia. Pero todos están tan anonadados con su parecido conmigo que hicimos esta instantánea para inmortalizarlo, agenciándome yo mismo un chupa-chups y todo. ¡Increíble! Creo que si llego a tener un hijo no se parecerá a mí tanto como este.
Aunque aún es pronto para hablar de hijos, solo soy un neouniversitario con poca experiencia laboral. Pero esta semana creo que sí me han entrado ganas de tener uno. ¿Por qué no? Cosas más raras se han visto... Espero no haber sido poseído por Rouco Varela y su homilía de: Matrimonio es la unión de un hombre y una mujer que se juntan y... ¡dan la vida! Pues para llegar a eso tampoco hay que romperse la cabeza...


No hay comentarios: