lunes, febrero 28, 2011

Oscar: breve panorámica.

Misión cumplida. No solo he visto en directo la ceremonia de los Oscar, sino que también he asistido a clase sin perderme una, manteniendo un grado de atención considerable para estas circunstancias. Así pues, mis fuerzas están menguadas y tampoco voy a hacer una crónica profunda, me limitaré a apuntar tres reflexiones sobre la gala:

Primera: la sorpresa solo estaba respecto a la mejor película. Al final se lo llevó El discurso del rey, que es una muy buena película (o al menos mejor que otras de años anteriores). No era mi favorita, yo hubiese preferido un toque moderno, con La red social, o un toque definitivamente raro, con Cisne negro. Las historias sobre parejas del mismo sexo tendrán que esperar un poquito más, aunque bueno es ya que aparezcan. De todos modos ha sido un triunfo modesto, cuatro galardones, pero cuatro de peso.

Segunda: los presentadores no han gustado a casi nadie, pero es que también en la misma la gala se prestaron a comparaciones odiosas al aparecer Billy Cristal, que no presenta desde el año del Señor de los Anillos, en el que me provocó no pocas carcajadas. La presentadora cambió mucho de look en tres horas y el presentador tenía a ratos esa expresión alucinada de varios de sus personajes, aunque me quedo con su porte, da igual que no pronuncie palabra (considero que no le queda bien travestirse, aunque sí las mallas de ballet).

Tercera: el guionista de El discurso del rey se llevó su premio con setenta y tantos años... Vamos, que todavía me quedan opciones.

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