domingo, junio 21, 2015

San Luis helenístico.

Comienza el verano en hora y media, dicen. Pues se la podían ahorrar. Para mí ya comenzó este fin de semana, de noche con manga corta y de día, como diez minutos de esta mañana, achicharrado y con un aplatane que me llega hasta ahora mismo, pese a estar escribiendo aquí. Suerte que todavía tengo plazo hasta que salga el tren. Esos diez minutos fueron necesarios para obtener el volumen de Filosofía Helenística: Estoicos, epicúreos, cínicos y escépticos, adjunto al periódico de hoy. No se me ocurre lectura mejor para contrarrestar los exceso festivos de esta época, con sus Charanga Wars
Y lo digo de modo literal. Ayer, en el aseo de caballeros, sentí un asalto a golpes, no hacia mi persona pero sí hacia alguna puerta o pared que estaban sufriendo los embates de alguno de esos peñistas, demasiado perjudicados con su trompeta o saxofón en ristre. Más tarde, como si se trataran de casas en liza de Westeros (me niego a escribir Poniente), otros dos individuos de colores diferentes se liaron a collejas y patadas, suerte que tenían acompañantes más serenos. Dan mucha animación a las fiestas, sí, pero a ser posible sin llegar a las manos, que así disfrutamos todos más. Yo el San Juan no lo paso aquí. San Pedro, imagino que sea posible. Me temo que esta festividad no podrá dar tanto de sí como el año pasado. El listón permanece alto, no todos días es posible aprobar un señor Advanced y conseguir una buena fiesta en la misma jornada.
En todo caso, bienvenido sea este verano, que, contra todo pronóstico, albergará un par de clases la semana que viene. No me podré quejar. Y, si lo hiciera, recordaré cómo dejé pasar los cursos de febrero y marzo como quien ve pasar el arroyo. Como en otros años, no obstante, visitaré Madrid el mes que viene, por si acaso no estuviera sudando bastante por las tierras del norte. ¡Un poco de estoicismo no vendrá mal, y ya estoy en ello! 

No hay comentarios: