domingo, agosto 16, 2015

¿La semana más improductiva del año?



Eso escuché, la semana con mayor parálisis, en especial, en el sector económico. Bueno, no sería en el del turismo, al menos en Gijón. La noche ovetense, como pudimos comprobar ayer, sí que estaba floja, se habría ido el personal a la Semana Grande o a sus respectivos pueblos . Por lo que a mí respecta, de improductiva nada. He avanzado bibliografía, incluyendo a algunos autores que podrían considerarse incompatibles con el mes de agosto. Para hacer una pausa, esta mañana me desplacé a Gijón y fui hasta la feria de muestras. Entré gratis porque a alguien le sobró una entrada y tuvo a bien ofrecérmela. Un golpe de suerte para un recinto en el que hay que tener mucho cuidado para no fundirse la cartera. La mía no, tan solo un par de paquetes de incienso en la zona árabe. 
Como sea que los muy abundantes lugares de yantar se caracterizaban por la clásica fritanga, con precios previsiblemente al alza aunque no tanto como en algunas clavadas veraniegas que se han hecho notar hace poco, me fui a comer enfrente del paseo marítimo, descubriendo una pizzería que es franquicia pero al menos resultaba más saludable. Además, siempre merece la pena comer observando la mar bravía, muy brava en la jornada de hoy, llegando a mostrarse la bandera roja. Tras otear la ubicación de dos librerías-café a las que pretendo ir en otra visita, puesto que no era necesario agotar todos los cartuchos en la misma jornada, regresé pensando si no me habría dado demasiado el sol en la cabeza, pese a que nunca llegó a asomar del todo a través de las nubes. En todo caso, ha sido un buen fin de semana, nada improductivo ya no solo en el terreno investigador, sino en el social, e incluso en el creativo, que ahora no goza de mucho tiempo para expresarse. Las próximas fiestas, aquí en Oviedo. Veremos entonces, en cosa de un mes, si esos garitos a medio gas van perdiendo su ambiente algo lánguido. 

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