domingo, septiembre 04, 2016

Vuelta al pupitre.

¡La dura vida del doctorando! Entre el fin de semana pasado, la ascensión al Cristo y la bienvenida a mi nueva compi, en total seis días seguidos de planes sociales en Oviedo. Al séptimo descansó (no porque quisiera) y en este fin de semana otra vez cumpleaños y tapeos en León. Y es que el verano, que no ha terminado aún, además nos castiga con un calor no muy propio de septiembre. El martes vino Melissa y, aprovechando que fui a enseñarle dónde estaba el Alimerka más cercano, visita obligada, tomamos unas cañas en la plazuela junto a nuestra calle. Ahí se condensa el espíritu del barrio de Pumarín, totalmente auténtico y a ella le gustó. Más natural que el centro turístico, desde luego. 
Al día siguiente fue la despedida de Jill, la antigua compañera, que se va su país con perspectivas de regreso. Como también vino la casera-tutora, me dio unas sugerencias muy bienvenidas para la tesis. No todo iba a ser holganza. La comida, en la calle Gascona, excesiva como siempre, pero no tanto como en ocasiones pasadas. Lo malo fue que luego dimos un paseo hacia el sur, Parque de Invierno, que de invernal no tuvo nada, el sol pegando con intensidad no muchas veces vista en Oviedo. De vuelta a casa nos repusimos con un té a medio camino. 
Fue una semana muy agradable, sobre todo por inesperada, pero no descuido la verdadera razón de mi permanencia allí. La primera mitad de mes, básicamente, se dedicará a la corrección del segundo capítulo que, tras los ajustes que preveo, se convertirá en la segunda parte del primer capítulo. Reajustar el esquema derivará en una tesis más compacta y con una mayor significación en sus bloques. Al menos eso es lo que a priori me parece. Voy a centrarme en ello, pues, al margen de unos vinos pendientes en la ruta de los ídem y algunas actividades más como un intento de rescatar el programa padrino (en Oviedo se llama de otro modo), ese que en León solo dio frutos bastante lamentables. La maquinaria regresa, y vuelta al pupitre. El pupitre de casa, ya que otros ya no los frecuento.

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