Filosofando.

Pese al título, he de señalar que yo no soy un filósofo nato. Como mucho, uno de andar por casa. Esa siempre ha sido mi asignatura pendiente. Lo de asignatura lo digo como metáfora, claro, porque en el colegio siempre saqué buenas notas a ese respecto. En los tres años que tuve esa materia, los dos primeros fueron peculiares. De Filosofía no aprendí nada. Pero de historias surrealistas, un montón, gracias al gran hermano Cebollo. En COU, sí que dimos un somero repaso a la historia de la Filosofía, en la cual no faltaron también momentos peculiares, como aquellos en los que nos poníamos a jugar al Ahorcado en la pizarra, o a cantar.

Como puede comprobarse, todo muy poco solemne. He leído pocos textos filosóficos porque considero de antemano que van a parecerme aburridos. Y yo puedo perdonar a un libro que sea malo, pero que sea aburrido... Por fortuna, ahora estoy cambiando ese hábito. Me he sumergido en dos filosofías de la vida muy distintas, tanto que en términos coloquiales podría decirse que se dan de hostias, si no fuera porque el primer principio del budismo es el de la no-violencia.

Por un lado, estoy haciendo una Biblioteca de Sabiduría Oriental. No es gasto grande, ni baladí. Son ejemplares en muchos casos milenarios, para leer, releer y tomar notas. No creo que logren mi conversión, pero me interesa esa cultura. Por el otro, he descubierto a Nietzsche, de quien se puede decir que sea en ocasiones oscuro, pero nunca aburrido. He aquí dos maneras muy opuestas de entender la vida. Desde el punto de vista de Buda, la vida no vale nada. Hay que despegarse de todo lo que nos ata a ella, sea material o sea en el terreno de los afectos, los deseos... Nietzsche, por el contrario, es vitalista. Aprecia el sentido dionisíaco de los antiguos griegos y lanza casi todos sus dardos contra el cristianismo. Su estilo, ágil y directo, se basa en epigramas certeros, como este, por poner un ejemplo: Sólo el cristianismo, que se basa en el resentimiento contra la vida, ha hecho de la sexualidad algo impuro: ha arrojado basura sobre el comienzo, sobre el presupuesto de nuestra vida...

Sí. Entre budismo y cristianismo me quedo con la primera, qué duda cabe, pero ambas conllevan una autocastración en la que estoy con Nietzsche, no es natural. No obstante, seguiré profundizando en ambas corrientes, puesto que ambas tienen aspectos de mi interés.

Ex-aequo recomiendo también, por tanto, el Dhammapada de Buda. Y, en películas, la que debería haber sido este año la candidata indie a Mejor Película en los Oscar: La familia Savage. (Los traductores del título, que no debían ser filólogos, la tradujeron como La familia Savages) Fue nominada, como Juno, a mejor guión y mejor actriz principal, Laura Linney. A diferencia de la peli de la chica con el bombo, esta sí que se merecía una estatuilla para la guionista y otra para la actriz. No es una comedia listilla con toques dramáticos, sino un drama bastante duro pero con toques de comedia muy agudos.

Así pues, teneis cuatro joyas donde elegir: dos películas y dos libros. Si hubo quien dijo Más Platón y menos Prozac, yo os digo Más filosofía y buen cine y menos tetas con o sin paraíso. Así que a ello.

PD- Me acabo de enterar de que he sacado 9,5 en el parcial de Lengua. (Ya sabéis, el de la apuesta de la fotillo) Como me lo dice una fuente a la que tengo mucho aprecio, lo creo. Y es una asignatura en la que me he matriculado tres veces en tres universidades distintas. Por ello, triple alegría. Que no todo va a ser Homer, mosquis.