viernes, abril 02, 2010

Creo en el alcohol.

Antes de que empezara la Semana Santa, una concejala de León regañó, en cierto modo, a los medios de comunicación pidiéndoles que no dedicaran tanto tiempo a la procesión de Genarín, que no forma parte de la Semana Santa. No estoy de acuerdo con sus palabras, que entraron por un oído y salieron por el otro. Sí que forma parte, otra cosa es que no entre dentro de la ortodoxia. Es una procesión pagana, y las otras son religiosas. Que me disculpe quien se sienta ofendido, pero para mí todas son teatro. Ya lo dijo nuestro profesor de Literatura: la misa tiene un origen indudablemente teatral, es por ello que luego la Iglesia quisiera prohibir el teatro del corral de comedias, que le hacía la competencia.
La señora concejala habrá sufrido una apoplejía si ha visto el informativo de la Cuatro, porque en primera plana (aunque este sea un término periodístico) aparecía el Genarín como contraste de la solemnidad general de estos días. Yo no voy a criticar esa celebración, porque también estuve anoche allí, pero me pregunto si es positivo que León solo salga en las noticias para este tipo de cosas, y dando una imagen bastante lamentable (de botellón semanasantero llegó a hablar el locutor de deportes metido a presentador...). Me podrían haber puesto el micrófono a mí, que al menos estaba sereno, pero prefirieron quedarse con los testimonios más peculiares: jóvenes y mayores, todos poniéndose en ridículo, petaca en mano, ojos desorbitados, voz cascada, diciendo cosas como: Creo en el alcohol, creo en el vodka... Ya puestos, yo resucitaría las bacanales, que al menos tienen más tradición.
El de Genarín es uno de los casos más alucinantes de fama post-mortem que he conocido. Puedo comprender ese evento del Saloufest, en el que miles de efebos británicos vienen a emborracharse y a estar en la playa, pero el que venga gente de fuera para ver a un par de monigotes desfilando me parece una pasada. Pero es lo que se publicita... En fin, a los informativos, al menos a los que no son demasiado serios, les gustan los contrastes, y si tras lo de Genarín ponen a gente crucificándose de verdad y flagelándose de verdad pues, hombre, antes que tales fanatismos es preferible las inofensivas, por lo general, melopeas del Genarín.
Quizá lo haya dicho ya, pero no es de mis noches favoritas para salir. Ayer, sin embargo, me divertí y no sufrimos demasiados agobios teniendo en cuenta las pasadas ediciones. Mis vacaciones en el sentido estricto de la palabra, con todo, empezarán el jueves que viene. A la espera de saber si esta noche se hará algo o no, voy a ir acabando con Madame Bovary. Pasad un buen final de Semana Santa, cada cual a su manera.

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