Nos lo dijo nuestro profe de Literatura Hispanoamericana y lo he visto en las noticias, sin dar crédito a mis oídos. Evo dice que, por las hormonas que inyectan a los pollos, en Europa tenemos desviaciones sexuales. ¡Ohú! También habló de la calvicie pero, amigo Evo, lo que importa no es tanto el pelo como lo que hay debajo de él, sandeces en tu caso. Al escuchar eso, me vino a la mente un libro de leyendas urbanas que estoy leyendo, hay una que dice también que a uno le crecieron tetas por los esteroides del pollo... Yo tengo tetas, aunque más reducidas desde que he adelgazado. No se por qué será, pero el lunes comí pollo y ayer pavo, ja, ja, solo me faltó hoy conejo. A mí no me importa tener tetas, diría que hasta me gustan y todo. También dice Evo que la coca cola vale para desatascar desagües. Bueno, me siento ahora como un desagüe con tetas. Me perdonará el presidente, pero yo voy a seguir comiendo pollo y bebiendo alguna lata de coca cuando quiera espabilar. Respecto a la coca, no descarto que él mismo se cayera en una marmita repleta cuando era pequeño, de algún lugar tendrán que venir esas pintorescas ideas...
Conclusión: que no se preocupen los de Kentucky Fried Chicken, con tanto pollo nunca les faltará aceite para freírlo. No puedo burlarme más, aunque quisiera, obligado a menesteres más serios. Acabaré con una alusión a un famoso sketch de Vagos y Maleantes que, sin embargo, nunca fue rodado, sobre todo porque solo lo hubiéramos entendido unos pocos: ¡Pollooooooooooooooooooooooooo!!!!!!!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario