miércoles, abril 14, 2010

Post-Semana Santa.

En el albergue de Torrellas, aislado del mundanal ruido como quien dice, no estuve al tanto de la actualidad. No me enteré del accidente que costó la vida al presidente de Polonia junto con su esposa y otras autoridades del país. Desde luego que no seré yo quien me alegre de semejante tragedia, en la que no solo falleció el mandatario, pero sería bueno recordar su ideología profundamente conservadora y su reconocida homofobia. Entre su hermano gemelo y él se diría que pretendieron llevar a su país a convertirse en una especie de estado teocrático. Así que lamento su desgracia, pero sigo sin compartir su ideario.
Ha pasado ya la Semana Santa, también la de Pascua, pero la religión cristiana sigue ocupando titulares. En la línea del malogrado presidente polaco, la cúpula del Vaticano no se caracteriza por la fineza de sus comentarios; su locuacidad está creando un enredo de declaraciones y desmentidos, bueno sería que lograran coordinarse. Eso de vincular la pedofilia con la homosexualidad suena a gratuito, a medio para distraer la atención de sus escándalos. Yo no soy homosexual, pero me doy por aludido y me parece que el verdadero debate es el del celibato de los sacerdotes. Si estos no son capaces de aceptarlo como una especie de castración simbólica, quizá debieran optar por la castración química, al menos como medida provisional... O eso o la masturbación como mal menor.
Frente a toda esta sarta de sandeces, los compañeros del colectivo Arcópoli van a manifestarse mañana frente a la sede del Grupo Intereconomía de Madrid. No es una protesta contra la libertad de expresión. Viendo algunos enlaces a sus medios, que hacen parecer moderada a la Cope, creo que se está traspasando la tenue línea que separa la libertad de expresión de la incitación al odio. Ideas como las suyas, si llegan al receptor equivocado, creo que pueden causar mucho dolor y veo viable por ello una protesta pacífica. Si luego algún grupo cristiano quiere manifestarse ante la sede de algún colectivo lgtb por las mofas religiosas del Orgullo, pues me parecerá bien. Pero vamos, creo que esas más o menos inocentes bromas no pueden ser comparables con los sembradores de odios que se van apoderando poco a poco de esta nueva televisión digital. Mi apoyo simbólico para esa acción, pues. Me gustaría hablar del viaje a Zaragoza, mañana es la fiesta de nuestra facultad y si no tengo tiempo para ello ahí dejo mi intención.

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