viernes, abril 29, 2011

¡Quién estuviera en Inglaterra!

Pozí. Allí, hoy, todos contentos. Con la boda real se ha declarado fiesta, tanto para quienes van a atenderla como para quienes han huido de ella. ¡Quién la pillara hoy! Llega mayo, y a los profes les entran las prisas. Hemos sufrido dos horas seguidas acerca del modo verbal, con una clase medio aletargada, y diversos catarrillos primaverales en el aire como el que yo mismo tengo.
Yo no soy muy aficionado a la monarquía británica, a diferencia de Hollywood, donde, quizá porque en Estados Unidos no hay reyes, siempre emocionan historias de ese calibre. De hecho, no entiendo muy bien para qué sirven las monarquías, aparte de los beneficios que aportan a toda clase de medios de comunicación. Curiosa ceremonia esta, que mezcla a un cantante homosexual (y marido) con embajadores de países en los que el cantante homosexual y el marido estarían colgando de un pino, si no fuera porque no crecen pinos en el desierto. La sangre azul, bla, bla... Todo anacronismos. ¿Una función representativa? A mí, por lo menos la española, no me representa. Parece que, por contrato, están obligados a hacer gala de la fe católica, o anglicana en el otro caso. Luego, en su intimidad, supongo que harán lo que les de la gana. Tienen que guardar las apariencias para seguir siendo jaleados por esos paisanetes ociosos, como los que llevan una semana acampados delante de la abadía de Westminster. De vez en cuando meten la gamba, como nuestra reina, pero por lo general se limitan a esa difusa amalgama de funciones, la mayoría de añejo sabor.
Como todo tiene una contrapartida, aunque esta gente tenga la vida ya solucionada, también tiene que aguantar a los mamarrachos de turno criticando todo lo que hacen: de qué modo visten, a dónde van y a dónde no van, etc. Aunque imagino que les importará muy poco, y cada vez menos. Por mi parte, os puedo asegurar que he seguido con escaso interés todo lo relativo a ese enlace. Más entretenido estoy con la Fotogramas. Para reyes, sigo prefiriendo los de Hollywood.

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