sábado, mayo 09, 2015

La era troll / How old...?

¡Ha vuelto a suceder! Otro fantasmagórico repunte de 200 visitas en un día para el blog. Bueno, me alegro de que este aumento de caché no se haya visto acompañado por la aparición de algún que otro troll. En todo caso, no he podido librarme de alguno por las redes sociales. Qué le vamos a hacer, es un clásico moderno. No se quién se inventó el término troll en su acepción cibernética, pero guardan bastante en común con las versiones tradicionales que aparecían en la obra de Tolkien, etc. No les gusta la luz del sol y, por tanto, tampoco les gusta dar la cara. Quizá tengan problemas para aceptar su apariencia física y de ahí viene la frustración que les lleva a boicotear espacios ajenos. No es algo que me preocupe. Solo desde la mediocridad se puede llegar a estar cómodo en semejante faceta. Un troll no tiene nada que hacer contra un hobbit. Está comprobado. 
Sin embargo, reconozco que esta era virtual, de falso anonimato, propicia este tipo de situaciones, que ya no son como la típica escena de saloon, estilo: Eso no me lo dices en la calle. Según Beatriz Preciado, quien ahora creo que firma como Paul B. Preciado, estamos en la era farmacopornográfica. Estoy leyendo sus manuales para el trabajo de Teoría Feminista. No es que me vaya a masturbar el brazo, según las indicaciones que da (no estoy tan aburrido para eso), pero sí me gustaría saber si alguna de sus próximas obras será un diccionario con todas las palabras que se ha inventado durante sus libros previos. Igual coges media página y ves que la mitad de los términos no aparecen en el diccionario del RAE. No se lo critico, con todo. A mí también me encanta inventarme palabros. Demos la bienvenida a la era troll. 
Por último, otra anécdota bizarra. Con una aplicación de esas también propias de la era virtual, que te dice cuántos años aparentan las personas que salen en una foto, me lo he pasado pipa (y sí, he perdido un poco el tiempo). Cuál no sería mi estupefacción al aplicar el test a algunas instantáneas, perdidas por la noche de los tiempos y la noche de los pecés: si una mujer de mi edad es considerada una adolescente de 19 años, resulta que un adolescente de 19 años es considerado como... ¡una mujer de 26! ¿Mande? Y a mi sobrino, de siete meses, le ponen como si fuera una niña de dos años. En fin, ligeros divertimentos mientras espero a ver si se soluciona cierto atasco en la gestión de la tesina. Por cierto, a mí el how old bla bla ese me quitó varios años sin necesidad de photoshop, así que puedo estar contento. ¡Chúpate esa, trolleras (en los dos sentidos del término)! 

PD- Usando la aplicación para la foto de perfil de mi blog, la de los Abrasadores, me temo que quien más mayor me señala es Juancho, y yo aparezco de benjamín, más joven que Espe. Anda, Juancho, tú que eres informático, a ver si creas una versión un poquito más acertada...

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