jueves, marzo 31, 2016

Cuídate de los idus de marzo.

De nuevo en León, tras un mes de mucho rodaje y del que, aunque parezca mentira, hoy es su último día. En sus inicios compré los diarios de Gil de Biedma, y me da la impresión de que hayan transcurrido un par de  lustros desde entonces. Creo que se debe a la intensidad, para bien o para mal. Los idus de marzo pasaron y hemos sobrevivido a ellos. Pensaba que a partir de abril viajaría menos, aunque eso ya no depende de mis planes. En todo caso, ya lo decía ayer, las prioridades están claras. Y no voy tan mal de tiempo. No haré como la doctoranda del cómic que leí, tres años sin escribir una sola página de su tesis, pero sí un apasionante resumen de 69 páginas. Se burlaban en sus viñetas de la poca capacidad de síntesis de los investigadores humanísticos. Bueno, por fortuna yo sí la tengo, es por ello que, en esta última entrada de mes, preferiré ser sintético. Ha habido un aluvión de hechos, de palabras, de lugares. Ahora, para cerrar, silencio. 

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