jueves, marzo 10, 2016

Vuelve la sintaxis.

Si no me he pasado por el blog hasta el día de hoy, en lo que a marzo se refiere, ha sido por razones bastante sólidas. La dos patas, por así decirlo, que sostienen mi estancia en Oviedo, se han reforzado de cara a la entrante primavera. Respecto al doctorado, ya me he inscrito en un simposio en Santander para el mes que viene. Organizado por un compañero doctorando, que pertenece a un asociación de profesores de literatura, el tema no podría encajar mejor en mi línea de investigación: la diversidad en la literatura en lengua española. Además, le ha parecido interesante tanto mi comunicación como que la haga sobre Beatriz Gimeno, una de las autoras que se tratarán en las jornadas. Así que regresando a tierras cántabras, esta vez por motivos de investigación. Y a desempolvar los apuntes del curso de Comunicación Oral, que ahora es el momento óptimo para sacarles jugo. Además, ya tengo un plan de escritura para la tesis este año, me han mandado la lista de universidades extranjeras con convenio para nuestro programa y me ha surgido la idea de un próximo artículo, que quizá conlleve un viaje. Eso lo dejo para otra entrada. 
Por otra parte, respecto a mi corta pero variada trayectoria como docente, además de mis dos alumnos universitarios y del chaval que mañana cumple siete añitos, ayer me llamaron sorpresivamente para impartir, por fin, algo relacionado con mi especialidad: Sintaxis para segundo de bachillerato. Hacía bastante que no refrescaba esa materia (no se olvide, la que más problemas me dio en la carrera); no obstante, gracias al conocimiento adquirido en las clases de Manuel Iglesias y de Carmen Lanero, así como al libro escrito por ellos junto a Salvador Gutiérrez, me he podido defender bien. Lo repasé por cuestión de una hora, y ya en León haré acopio de apuntes y ejercicios de Sintaxis y Gramática. Si el chaval aprueba el examen que tiene el martes, con tan solo un par de clases por mi parte, podré sentirme contento. La sintaxis es un hueso duro de roer y he de confesar que, si me dificultó la carrera, me lo pone fácil para impartir Español a españoles, sobre todo de cara al instituto y la selectividad. 
Un trabajo parcial ya es más que no tener ningún trabajo. No se si me podría dedicar profesionalmente a esto, en todo caso soy consciente de que lo más importante ahora es la tesis, que me permitiría llevar la docencia, y la investigación, a un nivel más adecuado a mis estudios y mis intereses. Sea como fuere, interesante revival sintáctico... 

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