domingo, julio 29, 2007

Uno más en la famiglia


En la tónica que llevo este año, de visitar familiares aunque estos se encuentren allende los mares, este fin de semana ha tocado a los que tengo más cerca. En la saga de los Cor - Leones, la vertiente madrileña es la que se está aplicando en otorgar descendientes a la estirpe. Por lo que respecta a la leonesa, y en lo que a mí respecta, he de decir que para ello necesitaría un cambio radical que riéte tú del programa en el que trabajaba Jose... De momento, tenemos las dos niñas de mi prima Esther, Iciar y Aitana, con ellas me estuve dando un chapuzón en la piscina del chalé de Quijorna, jugando a algunas cosas que han superado mi generación para llegar a la suya, como la Bola Loca. Luego está Sara, que está en estado de esperar el alumbramiento de Noa, tal es el nombre que han escogido, como la cantante israelita. Y el recién bautizado ayer, Pablito, primer retoño de Noelia.

Con una calor que empieza a axfisiar, hicieron bien en celebrar el evento a las ocho y media, a mí el baño me salvó un poco, y menos mal que el bautizo lo dio un cura que recitaba sus letanías de carrerilla y en medio de chascarrillos que restaban solemnidad al acto. Dijo que nos sentáramos no fuera que estuviéramos cansados para el banquete. Ni tanto. De grandes cenas están las sepulturas llenas. Yo no se si fue el atracón, la temperatura, el mal sueño, la algarabía o la densa humareda del tabaco, pero hoy no me he encontrado demasiado fino. Llegado aquí, era tal mi apatía que ni siquiera fui capaz de acabar el epílogo de la saga potter, que me ha dejado algo frío pero no os lo destriparé. Malditos aledaños de agosto, mes maldito donde los haya, me quita las ganas de tó. No podía ni leer, ni navegar, ni ná. Hasta que me obligué a escribir este crónica. Y tras ella pues iré tirando hasta concluir una semana en la que por suerte he salido todos los días, excepto el jueves por motivos no confesables, y pese a todo mi ánimo es bueno. He puesto el muñequito que nos obsquiaron ayer, un bebé con una varilla para colocar la foto de Pablito, justo a la izquierda del portátil, y he de decir que no será la única foto familiar que me observe en el cuarto, lo será solo hasta que recuperada la frescura corporal embadurne estas blancas paredes.

Que el gobernador de Libia te acompañe, y que alguien por favor me diga de una vez cuál es el término para llamar a los hijos de primos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

amore!!! toy desconectada ultimamente que entre el curro y el piso... encontre uno, en pleno humedo encima del bosque, ya sabes, a 2m del jamaica, y como se me cae a cachos toy de obrera remodelando todo... a ver si te pasas por leon y nos vemos porque por internet chungo...

beso de medio dia!!

Luis dijo...

Vaya, o sea que si antes ya vivías en el Húmedo, ahora con más razón. Pues nada, que se de bien de obrera, jeje, yo ya sabes que soy un pequeñoburgués y de esas cosas no se. yo no curro pero estoy en ello, y por eso no se si este mes iré a León o no. en todo caso, beso de buenas noches y que Manolo y Benito te acompañen.