Pero bueno, qué pifostio que se ha montado con la asignatura esta de la Ciudadania, ¿será para tanto? Ya me imagino los cuchillos afilados en la sección de libros de texto del Hipercor de Pozuelo, y eso que en Madrid aún no van a implantarla. Yo la verdad es que nunca pude elegir. Tuve Religión y no me quejé, siempre sacaba sobresaliente, y hubo un día memorable, en el que muchos alumnos, entre ellos yo, estábamos enfermos, en el que dicha clase se convirtió en una especie de taller de higiene en el cual el hermano nos recomendaba tener bien limpio el prepucio, consejo que sin duda no incluiría el más progresista de los manuales de la Epc.
Cuestión de conciencia, dicen. Bueno, todo es relativo. A mí me hubiera encantado alegar motivos morales para librarme de las matemáticas, que no me han servido para nada en la vida, excepto para joderme en todas las posturas, sin embargo yo no pude ser objetor en mates. ¿Y la educación física? Para qué hablar. El estado no debería tener potestad para obligarme a hacer el imbécil tirando pelotitas al aire como un payaso de circo. Vamos, que estaría muy bien poder objetar y solo quedarse con las asignaturas que realmente merecieran la pena. ¿O por qué no crearlas? Yo podría haber dado clases de escritura creativa, sin duda. Pero el sistema educativo tiene poca imaginación, y mucho de pérdida de tiempo.
Como sea que se dice que hay diez mil objetores o así a esta materia, yo propongo alternativas a la materia:
- Botellón.
-Rodar capítulos de Vagos y Maleantes.
- Pachanga de Heroes of Might and Magic.
- Entrevista grupal en Games Workshop.
- Escribir aventuras de los Abrasadores.
- Simulacro de fuga ante tiroteo.
- Ponga aqui su sugerencia.
Quien volviera al cole...
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