jueves, noviembre 29, 2007

Congreso de literatura leonesa.


Ayer se inauguró el Segundo Congreso Internacional de Literatura Leonesa Actual, dedicado en esta ocasión a Antonio Gamoneda, premio Cervantes de este año, y a las nuevas voces poéticas. La inscripción era gratuita, lo único que las sesiones me coincidían con buena parte de las clases. Aunque en un principio pensé en pedir apuntes, ayer comprobé, por medio de unas compañeras de clase que también asistieron, que como no se había llenado el cupo de congresistas, pues el diploma en principio se lo iban a dar a cualquiera que marcara la crucecita ayer. Y eso me alegra, porque yo esta tarde no voy a asistir, debido entre otras causas a que ya no son solo las clases, sino también que en las mismas se nos manda trabajo para casa, los conocidos vulgarmente como deberes.

La literatura leonesa es, salvo excepciones, un mundo desconocido para mí, y eso que yo formo parte de ella, poco me importa que sea a través de un par de libros autoeditados. Quizá tuviera ciertos prejuicios en contra de la misma, que trataré de superar a lo largo del tiempo que me lleve la carrera. Y empecé, claro está, con el motivo principal del congreso, Gamoneda. ¿Recordáis que uno de mis propósitos de año nuevo era la elaboración de un poemario? Es cierto. Pero quizá debí remarcar que en ningún caso le ponía fecha de conclusión. Es un campo nuevo para mí, y no es fácil empezar de cero, pero creo que lo necesito, no solo por variar de ámbito, sino porque considero albergar sentimientos que tendrían mayor cabida bajo esa técnica que escribiendo una novela, un guión o este mismo blog. Se que saldrá bastante mal, pero no es algo que me preocupe. Lo comentaba ayer con otro gran compañero, aún no bloguero pero sí fotologuero, Josh Royal, diciéndole que lo que importa es empezar a escribir, que luego se mejora con la práctica. Yo he escrito poemas este año, y vosotros bien lo sabéis porque colgué un par aquí. Es poco probable que fueran a engrosar una antología como la de Diez nuevas voces poéticas leonesas que ayer nos regalaron, pero oye, ya sabéis que yo sigo el aforismo de Yoda, o lo hago o no lo hago, pero no lo intento. Me cuesta, desde luego, y tendría que empezar por comprar un cuadernillo exclusivo para ello, pero ahí seguiré dándole. Sí que cometí un error, y es que he sido lector de poesía a intervalos, y eso no puede ser, tengo que tener siempre un poemario en la mesilla o en la cartera de clase. Para el año que viene, seguiré con este propósito aparte de combinarlo con otros similares que quizá hagan que creáis que ya he perdido el juicio de manera absoluta.

Gamoneda me ha gustado, desde luego, y eso con lo poco que entiendo. Mi conocimiento de su obra, parco, obtenido tan solo a través de una antología que editaba el Diario de León, organizador del congreso, me impidió disfrutar más ayer de las ponencias, demasiado específicas para profanos. De todos modos, me alegro de que se organicen eventos culturales de este calibre en León, tierra de grandes artistas de todo tipo, y que así se cree un caldo de cultivo para que, como dijo ayer el ministro, el alcalde o no se quién de ellos, surja una nueva generación poética que tome el relevo. Y que yo pueda estar en ella. Pero en perfil bajo.

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