sábado, noviembre 03, 2007

Huelga de guionistas. ¿Y yo?


Resulta en principio sorprendente el hecho de que se pueda dar una huelga de guionistas en Hollywood, habida cuenta de que, a raíz de los últimos estrenos con un predominio avasallador de secuelas, precuelas y remakes varios, cualquiera diría que se habían tomado vacaciones desde hace tiempo y sus tareas las había asumido algún procesador de textos con nociones de cómo repetir el mismo esquema hasta la saciedad.

Pero no, los guionistas aún existen allí, y no están para bromas, su sindicato se ha puesto de huelga para reclamar mayores beneficios en la venta de DVD y otros pujantes sistemas como Internet, los móviles y los iPod. Me pregunto cómo harán los piquetes, si la mayoría de escritores, o al menos a mí así me gustaría, trabajarán desde casa. Supongo que dicha medida no afectará a espíritus creativos como un Woody Allen que dirija sus propios guiones, pero no todos los directores tienen alma de guionista, aunque algunos crean que así es en contra de todas las evidencias.

Aquí en España no tenemos esos problemas. Porque para que haya huelga, primero tiene que haber trabajo. Hay un sindicato, sí, al que mandé un correo, aún sin respuesta. Si acaso, tenemos experiencia en realizar huelgas ya desde la propia escuela de cine. Hasta que la misma escuela de cine decidió ponerse en huelga indefinida, claro. Qué más quisiera yo que permitirme el lujo de ponerme en huelga. Voy por libre, como no cobro, pues si me apetece escribo, y si, como ha sucedido esta semana, por diversos motivos no se mentaliza uno ni para transcribir ideas de papel a disco duro, pues nada. Qué le vamos a hacer. Yo soy mi propio empleador. Pero así como puedo tener rachas de pereza, también afirmo que, antes de que termine el mes, unas pocas personas de total confianza, y no voy a decir privilegiados porque sería una muestra de vanidad que no creo merecer, tendrán en sus manos, y es un concepto figurado porque su posesión será más bien virtual, una copia de la primera escaleta del guión que, con mi particular método de trabajo, estoy atacando durante este retorno.

En el peor de los casos, siempre se podrá hacer caso al profesor de Lengua, cuando dice que de esta carrera podemos salir todos colocados, como profesores desde luego. ¿Proselitismo o realidad?

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