Hay días en los que me gustaría hablar de muchas cosas, pero opto, como mejor solución, por callarme. Me gustaría hablar de bares chic, de Proust, de comida vegetariana, del punto G masculino, de saxofones, de Latín, de perras, de sopas, de lápices, de un montón de cosas. Pero no puedo. De algo sí hablaré. De que mañana confío en ir a Ponferrada, y espero tener en mis manos de una vez mi merecido título, ya solo esa perspectiva me pone de buen humor, esa y también la oportunidad de recordar muchas buenas cosas que hice en esa ciudad. Porque las hubo.
¿Por qué no te callas? Pues sí, me callo.
1 comentario:
Hablando de titulos... yo tambien deberia ir a por los mios, el del master, el de la carrera... desde luego que soy un dejado de cojones...
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