martes, enero 05, 2016

Epifanías varias.

La epifanía no solo se celebra mañana, sino que yo mismo me encuentro celebrando varias, surgidas a raíz de la preparación de mi primer artículo/comunicación, basado en una novela de Beatriz Gimeno. Epifanía puede ser la idea que, canalizada a través de algún objeto o acontecimiento que pudiera parecer banal, surge de modo súbito, en ocasiones como clave para avanzar en un proyecto creativo, o de investigación, etc. También se puede mostrar en retrospectiva, como un hallazgo que hice en mi piso en diciembre, el cual me dejó estupefacto pero desde un primer momento supe que me vendría bien para este artículo. Ahora veo que sí, puede ser uno de los motivos centrales. 
Esta novela también habla de mí. Razón de más para que la analice, porque, como si la autora, a quien por ahora no tengo el gusto de conocer, se hubiese introducido en mi mente, hace referencia a episodios que viví hace varios años, a aniversarios de recuerdo dudoso pero que, si bien con diferente espíritu, veo reflejados en sus páginas. Eso ha constituido otra epifanía más y, si no fuera porque estoy que doy botes con la tos y debo cumplir las obligaciones sociales de estas fechas, creo que me pondría como un poseso a redactar las primeras líneas del texto. Ya vendría luego con el barniz y la bibliografía, a darle un poco de formato. En todo caso, si va a ser mi primer artículo que aparezca en una revista (aunque sea en una que no lea nadie), quiero que, a juego con el tono queer y transgresor de la novela, no me quede tan aséptico como algunos que he estado leyendo, que contenga el balance justo de atrevimiento y cientificismo para que mi directora no me lo tire a la cabeza. No se, para mí la investigación es eso. Si no, mejor dedicarse a otra cosa. De camarero, igual, sería mucho más competente que algunos de los que nos han atendido estos días. ¡Felices Reyes! 

No hay comentarios: