sábado, enero 09, 2016

Protestas al desnudo.



No tengo vetados los pechos femeninos (ni los masculinos, ni los que no respondan a otras categorías) en este blog, pero, por si hubiera quien me quisiese endosar esa molesta cortinilla de Este espacio contiene imágenes que pueden resultar inapropiadas, bla, bla, valga esta captura de una de las protagonistas del documental Everyday Rebellion, cabeza y cuerpo visible del movimiento Femen. Este filme, que versa sobre diversas maneras de protesta pacífica, sigue los pasos de esta organización, al igual que otras de diferentes países, como el 15-M español, las revoluciones o conatos de revolución en Siria, Egipto o Irán, el Occupy Wall Street, etc. El póster que aparece en la foto representa la inocencia y la esperanza representadas en la figura infantil, pero la carátula del dvd que saqué yo de la biblioteca es bastante más explícita, con esta y otras dos Femen protestando desnudas frente a la embajada egipcia en Estocolmo, tapándose con los libros que representan las tres grandes religiones monoteístas, precisamente, aquella parte representativa del pecado según estas mismas religiones. Espero que al menos fuera en verano. 
Y no en verano, sino ayer mismo, una artista, a priori no adscrita a este movimiento, se desnudó en Colonia, Alemania, para protestar por la oleada de agresiones físicas y sexuales, además de robos, que se organizaron en Nochevieja, aprovechando la celebración y las aglomeraciones. No entiendo el alemán ni la leyenda de su cartel, pero no hacía falta utilizar mucho la lógica para deducir que su intención era expresar este mensaje: no importa que una mujer vaya desnuda por la calle, eso no la hace culpable si es violada. El culpable es el agresor. Al menos esa es mi interpretación. Sobran esas patrullas de caballeros, como a sí mismo se llaman de modo tan ridículo, que pretenden defender a sus damas. Para eso ya están las fuerzas de seguridad y, ante todo, una educación en contra de las violaciones. Esto último no es fácil de implantar, desde luego, en la mayoría de las culturas, sea de nativos o migrantes. Pero todo está relacionado. En Nochevieja, en Madrid, también un chico fue agredido, esta vez con un viril puñetazo, al grito de Maricón de mierda. Colonia, Madrid, el engranaje del miedo y el odio, realidades dependientes como todo buen Jedi sabe, se extiende por este y otros continentes. La lucha no es fácil, y sí fácilmente reversible, como se expresa en este documental que, no obstante, también cuenta varias historias de éxito. Creo que es un excelente motivador para estos comienzos de año. Las pequeñas rebeliones del día a día, que pueden ser tan humildes como una simple pelota de ping-pong. 

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