lunes, febrero 29, 2016

Oscar interruputus.

En efecto, ayer no me quedé a ver los Oscar. Al igual que con Cuarto Milenio (que tampoco terminé), no era necesario. Gracias al nuevo paquete televisivo del que disfrutamos, ahora puedo ver la ceremonia a la carta, cuando me apetezca. Lástima que, si duraba cuatro horas incluyendo las pausas, solo me diera tiempo a visualizar, a ratos, dos. Me quedé justo cuando salieron los Minion. Ahí lo retomaré, tal vez, el próximo fin de semana, pese a que todas las sorpresas ya hayan sido destripadas. 
Divertido el discurso sobre la falta de diversidad racial, pero eso no hizo olvidarme de la falta de diversidad en otros ámbitos. Carol se fue de vacío completamente. Al menos salió Alicia Vikander por La chica danesa, película que no ha gustado a toda la comunidad trans. Sam Smith ganó por una canción de James Bond que no era muy buena, pero sí dedicó el premio a la comunidad LGTB. Y no, por supuesto, no era el primer artista declarado gay en recoger el galardón, pese a que así lo dijera en un momento ofuscado. 
Bien por los premios técnicos a Mad Max, y me sorprendió el de efectos visuales a Ex Machina. Cuando vi esa peli, de dos veces en el bus, confieso que me fijé más en los espectaculares desnudos, pese a la pequeñez de la pantalla. No se si alguien más de quienes viajaran conmigo echó un vistazo también. Si es así, espero que lo disfrutara...
Yo también disfruté no teniendo que esperar hasta las seis y media de la mañana, razón por la cual puedo escribir sereno estas líneas y dentro de un rato daré mi clase con álbum de pegatinas y animalitos en inglés. Sí, también eso es trabajo. Quizá esta gala interruptus tenga su continuación el próximo fin de semana. Podré entonces ver la actuación de Lady Gaga y recordar que llevo desde diciembre queriendo terminar la temporada de American Horror Story, y que si no lo he conseguido aún no ha sido del todo culpa mía. 

1 comentario:

claudine dijo...

Quiza los veamos juntos... siempre nos quedara Lady Gaga