lunes, septiembre 14, 2009

Monstruoso doblaje.


Como parte de mis actividades culturales en Madrid fui a ver Up en versión original. Allí puedes ver películas comerciales en su idioma y con un comportamiento casi siempre ejemplar en el público. Me gustó, en algún momento se me hizo un nudo en la garganta y en la mayoría disfruté como un enano. Pixar es el heredero de Disney, a la espera de ver La princesa y el sapo, pero no es Disney. Será por mi edad, pero ni sus mejores películas me provocan lo mismo que El rey león, Mulan o La sirenita, por poner solo tres. Cierta parte de la crítica se ha empeñado en divinizar a esta compañía, asegurando que nada malo se puede decir de ella. Lo dudo. Nadie es perfecto, si acaso lo sería Dios en el supuesto de que existiera. A Pixar en ocasiones se le va la mano con el sentimentalismo, o igual es que mi corazón está ya demasiado duro. Lo noté en Up y me enervó en Cars. No es que sea algo muy negativo, y no a todo el mundo le molestará como a mí.

Ayer vi Monstruos contra Alienígenas, creo que ese es el título español, y esta película cambia el chip por completo. Dreamworks no es Pixar, ni quiere serlo. Las diferencias son evidentes, y trataré de hacer un compendio. Pixar hace películas con guiones sólidos en los que se alterna el drama y la comedia, aparte de buenos episodios de acción. Dreamworks apunta más a la comedia y la acción, y cuando quiere meter algún episodio más serio o un mensaje moral suele dar risa, por paradójico que resulte. Este tipo de comedia tiene un subtexto adulto, con numerosas referencias a la cultura popular, algunas de ellas solo para el público de Estados Unidos, y se apoya en las voces de comediantes y actores famosos, un recurso que Pixar no siempre utiliza (como con los dos robots casi mudos) A Dreamworks el guión se la suda bastante mientras el filme contenga una sucesión de chistes, de gracia desigual. No les importa alargar hasta la saciedad sus recursos, como con Shrek. La cuarta parte del ogro verde la espero con desidia, mientras que la tercera de Toy Story me produce buenas vibraciones.

En fin, que Monstruos vs. Aliens no pasará a la Historia, aunque tenga buenas escenas como en la que destrozan el puente Golden Gate y los monstruos se montan en un tranvía cuyo destino aparece como Castro, el barrio gay... Sí quiero hacer una petición a los distribuidores españoles, por favor, y es que ajusten la calidad de los dobladores nacionales a los de la versión original. No puede haber efecto más chirriante que el que todos los monstruos y los secundarios estén doblados por profesionales y luego la protagonista gigante provoque arcadas cada vez que habla. El reclamo publicitario que justifica este desmadre es el de Carolina Cerezuela, que será muy guapa pero aquí poco importa porque solo se escucha su voz, y esta da pena. Es la tiranía de las series de televisión, y eso que esta chica últimamente no se por dónde sale. Sí, para Up metieron a otro de Camera Café (o su evolución pokemon a hospital), pero ahí no puedo juzgar porque vi la película como debiera verlas todas, en VO...

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