viernes, septiembre 18, 2009

Pagafantas (II)

Yo no se si una película como esta admite subtexto, pero me sorprendió que la primera aparición de la chica argentina fuera dentro de un cubo de basura. ¿Denotará esto algo de misoginia? Bueno, teniendo en cuenta el espíritu que impregna la película tampoco sería muy sorprendente. En ocasiones parece existir un contraste Norte vs. Sur, entre unos personajes reprimidos y apagados y otros apasionados y un tanto ligeros de cascos. He escuchado algunas teorías que afirman que los vascos son feos e incluso deformes, algo con lo que no estoy de acuerdo, desde luego. Pero, respecto al humor, me produce más efecto cuando se burlan de su propia y nada graciosa situación política. Esto lo supieron aprovechar bien en Las noticias del guiñol y también en ¡Vaya semanita!, programa en el que estuvieron los creadores de esta película y que contenía tronchantes sketches de Los Batasunnis.
En Pagafantas se nota quién es el único personaje vasco, vasco, y para mí es inevitable que su modo de hablar me resulte divertido, y en mayor grado cuanto más enfadado está. No revela esto ningún tipo de discriminación, ya me pasaba con la anterior ministra de Fomento y supongo que en otras partes de España se reirán también de mi acento cazurro.
Al igual que Mentiras y Gordas, aquí importa mucho el juego de identificación con el espectador que a mí también me toca en proporción variable, aunque será mejor no sacar mucha información por si llega a quien no quiero. Aparte de ello, también me hizo gracia por la manera en que la chica se burla del modo de hablar español, y eso que en teoría es la variante estándar; del mismo modo se choteaban los mejicanos que hemos conocido, aunque a mí sus chuflas siempre me sonaron algo pueriles: ¡Hossssssssstia, tíos, qué pasa joderrrrrr! Por otra parte, Bunbury es tan omnipresente que parece un personaje más, aunque me quedé con las ganas de un cameo real y no fingido.
Esta es una película efectiva, eso sí, y eso es justo lo que necesita el cine español. A mí me dio una cierta sensación como de capítulo de serie alargado, supongo que a eso ayuda su corta duración. Me sorprendió bastante que ganara el Premio de la Crítica y el Premio al Guión Novel en el Festival de Málaga, pero no olvidemos que en dicho festival entró a concurso Fuga de cerebros y que, cuando no hay mucho en donde elegir, mejor es tirar con lo menos malo. Esto también ha pasado en la lista de los Oscar porque, excepto la de Trueba que aún no se ha estrenado, ninguna de las otras dos ha obtenido unanimidad de críticas positivas, siendo superadas curiosamente por Pagafantas.
La comedia es un género muy difícil, al menos si quiere hacerse bien, y hay tantos tipos de humores que raramente todo el público podrá unificarse en su valoración. Yo reconozco en esta película una calidad decente, por encima de la media, una voluntad decente a la hora de realizarla y me alegro de que, gracias también a un muy buen uso de la publicidad en toda clase de soportes, haya podido llenar salas frente a la matraca infernal de los Trasnformers y compañía. Yo mismo estuve a punto de ir a verla en Madrid, pero al final el cine se quedó en una sola sesión, para que los gastos de mi viaje no fueran tan compulsivos como habitúan. ¿Hubiera merecido la pena pagar casi seis euros por su visionado? No estoy seguro, de todos modos parece claro que Pagafantas amortizará con creces su reducido presupuesto…

2 comentarios:

Anónimo dijo...

transformers es pura basura, pero District 9 es muy buena, no te la pierdas

paco

Luis dijo...

Eso me han dicho,Paconcio, y ya tengo ganas de verla!

un abrazo