lunes, octubre 12, 2009

Nuevo regreso a Ítaca.

A lo largo de estos más de tres años de blog, ha habido muchos regresos a Ítaca, la mayoría rodeados de una aureola de aturdimiento como la que me envuelve ahora. Aunque la melancolía pueda teñir en parte los retornos de nuestros viajes, hay un motivo para el alborozo; pese a haber pasado el fin de semana a base de tortillas de patata, pimientos de Padrón (de los que unos pican y otros un montón), embutidos, tapas, vinos, tortitas de camarones, diversos tipos de carne (que mis compañeros de mantel deslizaban hacia mi plato con más o menos disimulo), churros, porras y, sobre todo, una barbacoa no precisamente a base de verduras a la parrilla sino de pinchos morunos, chorizo y panceta... (tomemos aire) Digo que, pese a todo eso, me he mantenido en mi peso, incluso bajando unos míseros cien gramos. Claro que, en el otro lado de la balanza, están mis caminatas interminables por Granada (ampollas incluidas), paseos por la sierra y alguna noche que me fui a la cama sin cenar, agotado tras varias imitaciones de Jhon Lennon en The Beatles Rock Band.
Como no voy a poder hacer un resumen completo, bastante tengo con recuperar las clases perdidas, iré colgando alguna foto significativa de sus bellos lugares, con alguna anecdotilla de esas que se pueden confesar. Comienza el cuarto año del blog Los Abrasadores, y espero poder seguir pasando ratos agradables en compañía de todos vosotros.

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