miércoles, octubre 21, 2009

Estampas granadinas (o granaínas) Parte seis y última.


El broche del viaje fue una barbacoa que celebramos el domingo 11, en un cortijo enorme que hubiera sido escenario ideal para rodar escenas de Pigmalión o la enésima revisitación del género de zombis. No tengo fotos de ese evento, por desgracia, pero sí de la excursión del sábado a la sierra de Baza. En realidad teníamos pensado ir a las Alpujarras, una comarca típicamente granadina, que para montañas y bosques bonitos ya tenemos León. Pero eso no quita para que sea un lugar imponente, como podréis comprobar por las fotos. Todas las saqué desde el mismo sitio, este mirador.



El paseo lo dimos para bajar un opíparo banquete que tomamos en un complejo con el mismo nombre, el de Narváez. Lo cierto es que yo quería tomar una comida ligera, a base de algunas tortitas de camarones pero, como ya expliqué, en mi plato empezaron a aparecer misteriosamente diversos trozos, por otra parte deliciosos, de los platos de mis comensales: brocheta de cerdo, solomillo de buey, codillo... Vamos, la pesadilla para un vegetariano, cosa que no soy. Aquí dejo una vista desde el mirador, cara al sol.


El mismo viaje hacia la sierra de Baza fue algo caótico y no exento de anécdotas poco confesables, pero que nos dieron charleta durante la comida y quedarán para comentarlas en la posteridad. Coronando el mirador había una casucha, de esas que nos encantaban de pequeños cuando hacíamos rutas como Abrasadores. Esta es una vista desde su ventanuco.



A diferencia de mis paseos por Granada, esta excursión al monte no fue un viaje solitario, por ello puedo despedirme con un par de fotos tanto de mi persona como de los generosos anfitriones que han hecho posible este viaje, Car y Carli, a quienes no puedo estar más agradecido.


Ayer me felicitaron, diciendo que lo pasaron muy bien con mi visita. Yo también, desde luego, y solo lamento haber sido tan corto de ingenio como para no haber hecho una foto cuando formábamos un equipo, a veces desafinado en cuanto a cuerdas vocales, en The Beatles: Rock Band. I wanna be your lover, baby, I wanna be your man... (no me extraña que esa canción no se encuentre entre las más célebres del grupo)


Espero volver, chicos. Y que no tengan que pasar otros dos años.

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