sábado, octubre 30, 2010

CUIDADO CON LAS PROHIBICIONES.

No seré yo quien defienda a Sánchez Dragó en la peripecia erótico-oriental que ha confesado en su último libro, pero quiero anotar ciertas reacciones que me preocupan. Lo cierto es que en literatura estamos estudiando ahora las diferencias entre el personaje real y el personaje literario. Yo me imagino que, por razones de publicidad o porque sencillamente él es así, Dragó ha exagerado su personaje literario. En vez de trece años, no me extrañaría que las colegialas japonesas con las que dice haberse acostado hubieran tenido dieciséis, o más. Hay ciertos uniformes que poseen la virtud de restar años a quien los lleva… A mí lo que me parece de mal gusto son ciertas expresiones machistas que se podía haber ahorrado, y merced a las cuales el formato del libro pasa del diálogo humanista al diálogo de madrugada en Casa Benito, por lo menos. Lo que no entiendo es por qué él habla de delito, si no considera que el hecho haya constituido delito en sí. ¿Es delito el mal gusto? Quizá hace cuarenta años Sánchez Dragó fuera un galán, en todo caso el mal gusto no es delito sino un valor relativo. La acusación que se le ha hecho huele a kilómetros a acusación política. No os quepa la menor duda, existen precedentes. Ya pasó con el libro Todas putas; en ese caso, el autor logró ser flor de un día pero no ha vuelto a brillar, este año estrenaba una película que con suerte habrá durado una semana en cartelera. ¿No se dan cuenta los políticos de la gran labor, gratuita, que hacen por los escritores anónimos o ya reconocidos? Si alguna vez lo que escribo adquiere cierta relevancia, estoy seguro de que tropezaré con esta misma piedra. Y lo más chistoso es que muchos izquierdistas, supuestos herederos del amor libre de Mayo del 68, se han vestido de inquisidores.

Lo que más me preocupa, en todo caso, es que algunas librerías han retirado este libro. Retirado, es decir, prohibido. ¿Cómor? ¿Estos libreros son oportunistas o tan solo ignorantes, no tienen la menor idea acerca de la historia de la literatura? ¿Van a retirar todos los libros con contenido pederasta? ¿Quitarán Lolita o La muerte en Venecia? ¿Se cargarán buena parte de la obra grecolatina? ¿O los Diarios de Joe Orton, en los que se queja con amargura de que en Inglaterra estuviera prohibido acostarse con adolescentes tal y como hacía en Marruecos? Llegando al colmo, ¿arrojarán a la hoguera Las ciento veinte jornadas de Sodoma, esa repugnante obra del Marqués de Sade en la que niños y niñas no solo son violados, sino torturados y asesinados? En comparación con otros libros, lo de Dragó parece una risible cana al aire. Además, yo supongo que los libreros no tienen tiempo para leer todas las novedades, y si no fuera por este inflado escándalo allí seguiría el libro, con mayor o menor éxito.

No se por qué se considera a Dragó un escritor de derechas. Durante mi estancia en el Corte Inglés yo pude ver espeluznantes obras, reaccionarias hasta el dolor, había libros en los que se anunciaba cómo curar la homosexualidad (sin base científica, claro) pero, no obstante, yo no hubiera prohibido esos libros. Supongo que la libertad de expresión todavía significa algo, aunque merced a ella se me insulte o incluso se diga que no existo. En Madrid éramos seguidores asiduos del programa de Dragó, era el espíritu libre de Telemadrid. Invitaba tanto a gente de izquierdas como de derechas, desde Ortega Lara hasta una bestia negra del catolicismo, Leo Bassi. No comparto, desde luego, muchas de las ideas del escritor, pero al menos es una persona políticamente incorrecta dentro de una sociedad que avanza hacia un cretinismo creciente. Y, eso es innegable, tiene una erudición que ya quisieran muchos libreros y políticos, y aún puedo disfrutar de ella gracias a sus intervenciones en programas de la competencia, como Cuarto Milenio.

Así que, señores, preocúpense de lo que le preocupa al pueblo, que no es este episodio lolítico-erótico, sino otros problemas tan obvios que no tengo ni que citarlos. A fin de cuentas, muchas de estas críticas hacia la conducta sexual de alguien participan de dos de los vicios capitales de esta sociedad: la hipocresía y la envidia. ¿Cómo podemos saber si alguno de estos criticadores no se habrán excitado al ver dibujos de colegialas japonesas, con esa expresión infantil y esa carencia de vello púbico? El que esté libre de culpa…

2 comentarios:

Hopewell dijo...

Pues me temo que difiero con tu opinión, Luis.
Para empezar, no creo que Dragó exagere su personaje literario, dado que el libro es, en teoría, bibliográfico y conversacional. En todo caso, lo que exagera el hombre, es sus hazañas, cual crío de 17 años que alardea de haberse acostado con no se cuantas para parecer el más macho de su grupo.
Y no habría problema si Dragó hubiese alardeado de acostarse con mujeres de edad superior, pero lo hace de haberse acostado con niñas. Dejando aparte el machismo con el que habla sobre el tema, al final se reduce todo a acostarse con niñas.
Y lo siento Luis, pero no se puede pasar por encima de algo así. Porque en tu vida privada puedes ser lo depravado que quieras, pero la infancia es y deberia ser siempre, la infancia. Meterse con eso traspasa lineas morales que hieren muchas sensibilidades.
Y por tanto, te digo, si yo fuera librero no querría vender su libro y también lo retiraría. Porque así como existe la libertad de expresión, existe mi libertad a no querer vender un producto en el que se hace alusión a conductas pederastas.
Y creo que te equivocas también al relacionar este libro con otros que no están prohibidos y tratan temas semejantes, porque existe una barrera entre la LITERATURA de ficción y las BIBLIOGRAFÍAS. Y a mi en ficción me3 da igual ver como en Hostel descuartizan a adolescentes americanos, pero jamás vería una peli snuff. ¿Me entiendes?
Y oye, si todo era mentira y parte de su personaje literario, entonces se equivocó y mucho intentando hacer pasar el libro como conversaciones sobre su vida.
Pero es que hizo eso, y entonces dejó de ser literatura... por mucho que diga la señora Aguirre.

Hala, hace muchisimo que no comento en tu blog, pero cuando lo hago, lo hago a lo grande... jejeje

Luis dijo...

Acuse de recibo, mon amí!
Gracias por comentar, y hacerlo a lo grande jeje.
He leído con mucho interés tu comentario y, como sea que mi mente ahora está algo saturada e incapaz de enlazar algunas ideas que surgen sin mucho orden ni concierto, si en los próximos días cuaja ese discurso lo colgaré aquí, quizá en esos días libres de primeros de mes que llegan.
En todo caso estoy bastante de acuerdo con lo que dices, si acaso podría resaltar algunas matices lógicos en tema tan complejo como este. En todo caso resalto que no pretendo elogiar la figura de este hombre, lúcido tal vez en otros temas pero no en este y además gratuitamente misógino como dices. Y la infancia es la infancia, desde luego. Bien lo puedo afirmar como tío y no se si en el futuro como padre, cosas más raras se han visto... Jaja. En fin. Gracias por el comment, si me sale algo más lo cuelgo.